El viernes 10 de junio, alrededor de las 9.30, un grupo de obreros viajaba en un viejo tractor por un pasaje irregular, entre un monte de eucaliptos. En un salto, Gastón Emanuel Alcaraz, que iba en la parte posterior de la máquina, perdió el equilibrio, cayó sobre el camino de tierra y fue aplastado por la rueda trasera del rodado.
El hecho ocurrió a 20 kilómetros de la Ruta Nacional 14, a la altura del kilómetro 188, dentro de la Estancia La Constancia, una empresa dedicada a la forestación y el desmonte, que pertenece a dos hermanos oriundos de la localidad de Pronunciamiento.
El juez de Instrucción de Colón, Mariano Miño, que investiga las circunstancias en que ocurrió el accidente, admitió a El Diario que la muerte de Gastón Alcaraz se produjo dentro de un establecimiento rural y que el chico “estaba próximo a realizar alguna tarea laboral cuando se cayó del tractor”.
Sin embargo, el magistrado aclaró que solo tiene en su escritorio la investigación por la muerte del menor de edad y explicó que una vez concluida esa etapa se dará intervención a los organismos pertinentes “para que analicen la responsabilidad de los dueños del predio por la presencia de menores de edad en situación de trabajo”.
En principio, esta causa no tiene imputados y los dueños del establecimiento están citados a prestar declaración testimonial. Pero luego se dará intervención al Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf), a la Subsecretaría de Derechos Humanos y a la Secretaría de Trabajo de Entre Ríos, en el marco de las acciones coordinadas para atender articuladamente casos de trabajo esclavo y trata de personas. Y no se descarta que la Justicia Federal también asuma el caso.
Explotados
Si bien la muerte del adolescente fue por un accidente, habrá que determinar cómo llegó el chico al campo. Se sabe que los familiares son misioneros y que estaban trabajando desde hacía un tiempo en Ubajay, una localidad cuya principal actividad productiva es la explotación maderera y forestal y que hace unos días quedó en el foco de la escena por la detección de trabajo precario.
La semana pasada, una inspección de diversos organismos estatales detectó una treintena de personas trabajando en condiciones infrahumanas en la zona rural de Ubajay. Entre los obreros había menores de edad que habitaban en carpas de nylon y precarias casillas de madera, sin baño, luz ni agua potable.
La denuncia fue realizada por una docente misionera que dijo haberse enterado del hecho porque un exalumno le contó que unos días atrás había estado trabajando en el obraje. A raíz de esa presentación se efectuaron operativos encabezados por inspectores de la Regional Paraná de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Un pueblo forestal
Ubajay es una localidad de 3 mil habitantes, ubicada unos 60 kilómetros al norte de Colón, sobre la Ruta Nacional 14, y es el poblado más cercano al Parque Nacional El Palmar. De hecho, se conformó a principios del siglo pasado como Pueblo Palmar y Colonia Palmar Yatay, dos colonias independientes aunque ligadas geográfica y administrativamente, que pronto se constituyeron en una sola y tomaron el nombre de la estación del ferrocarril. El nombre procede del idioma guaraní, que significa fruta ácida, y es como se llama el árbol frutal hexachlamys edulis, que predomina en la región. Se trata de una zona dominada por las palmeras yatay, el suelo arenoso, suaves lomadas y arroyos cristalinos, donde la principal actividad productiva es la explotación maderera y forestal, ya que allí funcionan una docena de aserraderos que generan la mayoría de los puestos de trabajo.