El aumento en las naftas y combustibles en la Argentina está a contramano de lo que sucedió con el precio internacional del petróleo en las últimas semanas. De hecho, cuando YPF había dispuesto su penúltima suba -el 25 de julio pasado- el barril de crudo cotizaba a 98,98 dólares y el viernes pasado cerró en 85,21 dólares, lo que implica una baja del 13,9 por ciento.
Por su parte, en los últimos doce meses el incremento acumulado en los combustibles de YPF ronda el 30 por ciento, lo que implica una suba superior incluso a la que registró el costo de vida, de acuerdo con diferentes estimaciones privadas, publicó La Nación.