El Torneo Transición de la APFS comenzó en diciembre con rigurosos cuidados, canchas abiertas y beneficios para los clubes.
De ANÁLISIS DIGITAL
Agosto fue el mes señalado donde el regreso a las canchas comenzó a hacerse palpable en la Asociación Paranaense de Futsal, luego de anteproyectos, debates, ideas, intercambios e incluso reuniones con autoridades, como el secretario de Deportes de la provincia, José Gómez; el subsecretario de Deportes Municipal, Julio Gamarci, y la coordinadora del Nodo Epidemiológico de Paraná, Silvina Saavedra, quien dio charlas a los delegados para capacitar y concientizar sobre los cuidados ante la pandemia de coronavirus. Hoy el Torneo Transición de la APFS es una realidad, y apenas uno solo de los partidos tuvo que ser aplazado por prevención en el marco del Covid-19.
El inicio
Mucho antes de las reuniones y el apoyo recibido para la vuelta al ruedo, la Comisión Directiva provisoria –por asamblea se desplazó a Rubén Favrat de la presidencia y todavía no hubo elecciones para definir nuevas autoridades– creó un Consejo Deportivo con la idea de generar la participación de delegados y asociados por fuera de la comisión directiva, y desde allí se elaboró un protocolo exhaustivo, de fase por fase, tanto para entrenamientos como para competencias.
El consejo está conformado por unas 15 personas, que además de desempeñarse como futbolistas o dirigentes de la Asociación, se dedican profesionalmente a la abogacía, la docencia, la medicina y hasta la epidemiología. El resultado fue óptimo, ya que el protocolo fue aprobado sin observaciones, primero para el regreso a las prácticas, y luego, a través de distintas gestiones, para competir a principios de diciembre.
La competencia
La APFS planificó un certamen largo que comenzó en diciembre y tiene previsto finalizar a mediados de marzo. Se disputa sin público en canchas abiertas o semi-abiertas (las dos de Neuquén y Don Bosco), aunque este fin de semana se sumará Unión Árabe como escenario, ya que comenzó el certamen de básquet en reductos cerrados.
Además, el protocolo incluye jornadas con horarios más espaciados para evitar que confluyan en las instalaciones más de los equipos necesarios para competir y se toma la temperatura a cada uno de los que ingresa al predio.
Los beneficios en números
Durante esta competencia –que no disputaron todos los clubes ya que fue optativa– juegan 23 equipos de Primera masculina, 18 de Primera femenina y ocho de C20. Esto da un cálculo estimativo de casi 600 salonistas que pudieron hacer su deporte en un contexto cuidado y responsable.
Para los árbitros también trajo sus beneficios, porque se estima que entre 15 y 20 pudieron recuperar una actividad económica. Además, es una ayuda para los clubes que funcionan como sedes porque se paga alquiler y los dividendos que se generan sirven para cubrir gastos fijos e incluso salarios de empleados.
De ese modo, la pelota sigue rodando en el contexto de pandemia, sin afectar la salud integral de los protagonistas, que disfrutan de una actividad que los beneficia tanto física como mentalmente.
Cabe destacar que hasta el momento apenas debió suspenderse un sólo partido por prevención en materia de Covid-19, que ya se disputó este miércoles entre La Salle y AATRA III. Esto no sólo habla de los protocolos de entrenamientos y competencias, sino que los y las deportistas han entendido la responsabilidad que implica cuidarse y aislarse en caso de ser necesario sin arriesgar ni a sus compañeros ni a rivales para que la salud gane por goleada.
Fotos: Parana Futsal