Por Fabián Rogel (*)

Muchos países se han ganado el apodo por sus andanzas: “saqueadores”, “extorsionadores”, “endeudadores” y muchos más calificativos que indican su accionar en la historia. En ese marco, hay un país al que se lo ha llamado, justamente por sus andanzas: pirata. Ese país es Inglaterra.

Hoy, 2 de abril, un gobierno que no había sido elegido por la voluntad popular -es decir que se trató de una dictadura-, tomó la decisión de intentar recuperar lo que nos ha pertenecido desde siempre y por siempre nos pertenecerá: los territorios del Atlántico Sur, entre ellos, nuestras Islas Malvinas.

Somos un país que en el concierto de las naciones ha logrado su independencia y su organización nacional. El mundo nunca puso en tela de juicio esos logros. Pero los ingleses, piratas por excelencia, tenían un gobierno antipopular como ha sido el de Margaret Thatcher, desgastado al igual que la dictadura militar argentina. Sin embargo, no voy a hablar de la guerra. Se dio y el pueblo, como corresponde, apoyó el renovado reclamo de la soberanía y hasta llegó a depositar bienes en un acto de arrojo para acompañar y ser solidario con el cometido de recuperar las Malvinas.

En un largo camino, la Argentina fue batallando y transitando el camino del reclamo. Fue así que en el gobierno de Arturo Illia se logró la Resolución 2065 de las Naciones Unidas, que constituye un precedente central en el reclamo argentino.

Atrás quedó lo más importante. Mi homenaje a los héroes de Malvinas. A todo: a los muertos, fundamentalmente, que dieron su vida por la Patria y a los que en un acto de arrojo también pelearon por ella.

A los argentinos nos une la causa Malvinas. Solamente algún trastornado, siendo argentino, puede llegar a poner en tela de juicio la soberanía argentina sobre Malvinas.

Hoy se conmemora un año más de aquel gesto que no pertenece a ningún militar, sino a los humildes y a la vez valiente guerreros argentinos que intervinieron en el conflicto. A ellos mi homenaje, mi recuerdo y reconocimiento de siempre.

Malvinas continúa siendo una de las causas que nos debe seguir uniendo, más allá de todas las diferencias entre argentinos.

Nuestro Libertador, el General José de San Martín, siguiendo nuestros más caros anhelos, no intentó jamás colonizar a los pueblos hermanos sino, por el contrario, luchó por su absoluta independencia. Así como desarrolló su campaña independentista en nuestra Patria, lo hizo también por Chile y por Perú.

¡Viva la Patria! ¡Vivan los héroes de Malvinas!

(*) diputado provincial JxC – ex convencional constituyente - ex funcionario del Ministerio de Defensa de la Nación