8 de Marzo 2021: homenaje a tres mujeres de la historia

María Josefa Oribe

María Josefa Oribe, "Pepita la Tupamara".

Por Gladis Balbi y Alejandro J. Richardet (*)

María Juárez primera presa política entrerriana por artiguista

1814 De acuerdo a los comunicados militares de la época la más feroz represión cayó en Entre Ríos, contra la gente común por el inaceptable delito de ser "adicta" al sueño de los entrerrianos compartido con José Artigas. Entre las víctimas de aquellas redadas estuvo María Juárez, quien a pesar de ser mujer, estar "sola" y en "su casa", llegó a preocupar a poderosos jefes militares, al Secretario del Departamento de Guerra Javier de Viana y al propio gobernador interino de Buenos Aires Gervasio Posadas, que terminaría por confinarla, como se lo solicita el comandante Blás Pico, con especial recomendación de "estar a la mira de su conducta". Cuando ya no tuvo con qué defender la revolución, María Juárez recurrió a la más peligrosa de las armas: el don de la palabra, con la que le hizo la guerra a la falsedad y la traición de los porteños. Poco se sabe de ella, salvo que fue una valiente luchadora artiguista oriunda del distrito Mojones de Entre Ríos, que terminó siendo confinada, por "fraguar" desde su casa "horribles atentados contra el gobierno" de Buenos Aires, en defensa del "sistema de América" que el Protector José Artigas impulsaba. Después de un "procedimiento sumario” la entrerriana fue destinada a “la Casa de Recogidas” "por toda su vida", acusada de ser una "mujer pervertísima", según denuncian los pliegos acusatorios firmados por Pico, comandante al servicio de Buenos Aires. En el parte el militar agrega que "ella sola", era culpable de haber "hecho la guerra con las noticias que contra nosotros inventaba". Corría el mes de Octubre de 1814, tan sólo un mes después del decreto de Posadas creando la Provincia de Entre Ríos y la de Corrientes.

María Josefa Oribe “Pepita la Tupamara”

Sexta hija del matrimonio entre el capitán español Coronel Francisco de Oribe, vasco de Laredo, y de María Francisca Nicolasa de Viana, nieta de José Joaquín de Viana, primer gobernador de Montevideo. María Josefa Francisca Oribe era tres años mayor que su hermano Manuel Ceferino, más tarde su yerno. A los 16 años, el 21 de octubre de 1805 Pepita, como le decían, se casó con Felipe Contucci, un comerciante naviero portugués que llegaría ser presidente del Cabildo de Montevideo. El matrimonio no se realizó por amor sino por motivos económicos. Pepita era una mujer de gran  temperamento que siguió su propio camino y se jugó por la pertenencia de su patria a las Provincias Unidas y, posteriormente, por la independencia total. Considerada en la época como una insurgente y fue tratada de «tupamara», término con el que los españoles se referían despectivamente a los criollos que participaban de la lucha por la independencia. Su notoria actividad revolucionaria le valió repetidas persecuciones, vejámenes y prisión en la Ciudadela de Montevideo. La historia oriental la ha reconocido junto a Ana Monterroso de Lavalleja y a Bernardina Fragoso de Rivera, como símbolos de mujeres “patricias”, junto a otras mujeres de familias montevideanas.

Pero solo algunas trascendieron el espacio regional y van a nutrir de nuevas ideas y expresar nuevos comportamientos: un caso emblemático es el de Flora Tristán.

Flora Tristán, precursora del Feminismo y el Socialismo.

"Tengo a casi todo el mundo contra mí. A los hombres porque yo demando la emancipación de la mujer, a los patrones porque demando la emancipación de los asalariados".  Flora Tristán (Carta a Victor Considerant)

La Franco peruana Flora Tristán a mediados del siglo XIX, es una precursora del Socialismo y del Feminismo, desarrolla intensa prédica y acción para denunciar la injusticia social de su tiempo.

Flora Celestine Therese Henrriete Tristán Moscoso nació el 7 de abril de 1803 en París. Hija del aristócrata peruano Mariano Tristán Moscoso y de  Therese Laine francesa. Su padre era Coronel de la Armada Española y su madre habían emigrado a España durante la Revolución Francesa, y aunque se habían casado por la Iglesia, el estado francés revolucionario desconocería esta unión y les expropia la casa. Al morir Tristan, su viuda y los  hijos quedan en la pobreza. Se va la familia de España a París en 1802. La madre de Flora entonces era amiga de un sudamericano llamado Simón Bolívar y de otro que se hacía llamar Simon Robinson y era el maestro Simón Rodriguez que los visitaba en Bilbao. La madre de Flora fue confidente de Bolívar según las cartas de juventud del Libertador.

Cuando muere su padre empezaron las penurias económicas, pues se pierde el contacto con los parientes peruanos y por lo tanto el envío de dinero se interrumpe. Las dificultades económicas fueron tales que en 1820, Flora trabaja como obrera en un taller de litografía. Su dueño era André Chazal, Un año después se casó con él  y tuvo tres hijos, entre ellos una hija que más tarde sería la madre del pintor Paul Gauguin.

En 1826, Flora decide acabar con un matrimonio sin amor, donde sufría maltratos de todo tipo. Inicia una lucha legal por la custodia de los hijos que duraría 12 años. Las vivencias acumuladas, la vida de carencias, el contacto con las obreras, el experimentar la explotación, y luego el fracaso de su matrimonio, despiertan en ella un pensamiento y una actitud que mantendría hasta el final de sus días. Flora, inicia una serie de viajes por varios países europeos donde realiza trabajos de toda clase, y así toma conciencia de lo que ella definiría una “condición de paria”. Enfrenta serias dificultades por el divorcio y no renunciar a sus hijos. Estas circunstancias la obligan a rebelarse contra la posición de la mujer tradicionalmente sumisa. Como mujer maltratada y discriminada, y como trabajadora explotada doblemente por su condición de mujer y proletaria, (mucho después en 1885 lo afirmará Federico Enguels), expresa su rechazo y rebeldía activa contra las reglas de la burguesía capitalista industrial.

Comienza la politización de su situación, se pone en contacto con las organizaciones obreras inglesas, iniciando su tarea de concientización de una problemática que perdura aún hoy en el siglo XXI, en las luchas por los derechos de las mujeres y los trabajadores. Lee a sus contemporáneos Marx y Engels y encuentra en la nueva ideología un apoyo para lo que ella venía proponiendo, y apela directamente a los sectores obreros, con la creencia, que ellos por estar luchando por un mundo equitativo y justo, serían aliados para la igualdad que debía incluir a la mujer. Flora se moviliza en  agotadoras giras por Francia, iniciadas en Burdeos en 1844.

Como precursora del feminismo escribe L'Emancipation de la femme. (1848) aunque en general el movimiento feminista de la diferencia no siempre la ha reconocido. En su texto L'Union Ouvriere (Junio 1, 1843) dice: "Trabajadores, en 1791 vuestros padres proclamaron la inmortal Declaración de los Derechos del Hombre y es, gracias a aquella solemne Declaración que sois hoy hombres iguales y libres ante la ley. Todo honor a vuestros padres por esta gran conquista pero, queda a vosotros hombres de 1843, una tarea no menos grande a realizar. Liberen a su vez a los últimos esclavos que quedan en Francia; proclamen los Derechos de la Mujer y usando los mismos términos que emplearon sus padres, digan "nosotros, el Proletariado de Francia, después de 53 años de experiencia reconocemos estar convencidos de que las formas en que los derechos humanos naturales de la mujer no han sido tenidos en cuenta y son la sola causa de las desventuras del mundo y hemos decidido incluir en nuestra Carta los derechos sagrados e inalienables de la mujer. Deseamos que los hombres dieran a sus esposas y madres la libertad e igualdad absoluta que ellos mismos disfrutan". Y va con una delegación de la clase obrera a entregar su documento a la Cámara de Diputados.

Ante un ataque de representantes del idealismo alemán, contra ella,  Carlos Marx y Federico Engels en su libro la "Sagrada Familia" (1845) escriben una encendida defensa y un reconocimiento de su aporte a la teoría revolucionaria "En la discusión de las ideas de Flora Tristán es donde encontramos por vez primera esta afirmación (la de organizar a los trabajadores), ella pidió igual cosa y la insolencia de haberse atrevido a desafiar a la crítica es lo que le ha valido ser tratada de "canalla".

Tres años luego de su muerte y después de publicada La Unión Obrera (1846), sus ideas se encuentran en la teoría que Marx y Engels expondrían por encargo de la Sociedad Obrera en el Manifiesto Comunista. Ella había denunciado la problemática fundamental entre la mujer y el capitalismo industrial reducida a un elemento más de la propiedad privada y planteando que dicha contradicción es la que une la causa de la mujer a la del proletariado. Su análisis sobre las causas de opresión de la mujer en la sociedad capitalista será profundizado mucho más tarde por Engels quien demostraría que, es la aparición de la propiedad privada lo que origina la opresión de la mujer, en su texto  Origen de la Familia, el Estado y la Propiedad

"...escritoras, poetisas, artistas, escribid para instruir al pueblo…"(Flora Tristán. Llamado a las mujeres.)

La carrera literaria de Flora abarca de 1835 a 1840. Se dedicó a escribir para expresar su pensamiento revolucionario, y en 1835 publica su primer texto titulado, La situación de las mujeres extranjeras pobres en Francia", basado en su propia experiencia. Luego, en 1837 saca su segundo libro, a favor del divorcio. Chazal, su ex marido intenta asesinarla ante la publicación del libro, por lo que fue condenado, pero a los pocos años, liberado. Su tercer libro, dedicado a los peruanos y firmado por "vuestra amiga y compatriota", es "Peregrinaciones de una Paria",aparece en 1838, con un fuerte cuestionamiento a la sociedad peruana. Todos estos libros fueron ampliamente reconocidos en París, donde  publicó su novela "Menphis o el Proletario", texto que la ubicó junto a escritoras del nivel de George Sand. En 1839, publica unas traducciones de varias cartas del Libertador Simón Bolívar, y en 1840 escribe:"Paseos por Londres", donde manifiesta su posición socialista al problematizar y cuestionar la sociedad capitalista inglesa. Flora Tristán no sólo se limitó a luchar por los derechos de la mujer, por los derechos de los obreros, y por las causas más radicales de la época, sino que también se opuso a la esclavitud, al oscurecimiento religioso y a la pena de muerte. Después, en 1842, escribe "La Unión Obrera"

En aquel momento, sale de gira por toda Francia con el objetivo de formar la Unión Obrera, y con la experiencia de las Trade Unions inglesas, aunque con una visión más internacional y socialista. Pese a sus vicisitudes personales, para 1844 tiene ya los originales de "L' Emancipation de la femme"(publicado más tarde como "Testamento de la Paria"). Iniciada la literatura obrera en la época previa a la Comuna de París, Flora aporta lo que a partir de entonces serían las normas del lenguaje político militante. En consecuencia, Flora Tristán, además de pionera feminista y socialista, se convierte en la pionera de la formación de un lenguaje que empieza a definirse: el del proletariado consciente, “el lenguaje de los nuevos oprimidos”, al decir de Yolanda Marcó (Cfr. “Unión Obrera”, 1977. Barcelona, España).

La mujer que dijo “nuestra patria debe ser el universo" tendría una corta vida marcada por su inspiración genial, su capacidad de lucha y también por la tragedia. Ya en una carta a un contemporáneo, Flora había reconocido la violencia a que fue sometida por los poderes de su tiempo. La Asamblea Nacional de la Revolución Francesa la desconoció como hija legítima y expropió su patrimonio, los parientes peruanos la habían negado, su ex marido intentó asesinarla. Como trabajadora había sido discriminada, maltratada y explotada. Estando en la ciudad de Ruán había sido declarada "peligrosa para la seguridad del Estado". En 1844, Flora adquiere tifoidea y muere en este año sin haber dejado su activismo político y social. El 26 de septiembre está en Burdeos donde sufre una congestión cerebral. El 14 de noviembre entra en agonía y muere. Fue enterrada en el cementerio de Chartreau.

En su funeral leyeron elegías un sastre, un abogado y un carpintero. Para adquirir su Mausoleo contribuyeron los obreros, escritores, artistas y dirigentes revolucionarios como Eugenio Sue, George Sand, Victor Hugo, Louis Blanc, Victor Blanqui, entre otros personajes de su tiempo. Iba a cumplir recién 42 años. Su presencia y compromiso con los reivindicaciones de los obreros fue de tal magnitud, que ellos no olvidaron sus ideales y sus luchas, y en 1848 le dedicaron un monumento que colocaron en su tumba, organizando una marcha de más de ocho mil personas en honor a sus luchas por los derechos de las mujeres y de los y las  trabajadores.

El 22 de octubre de 1848 inauguran en Burdeos un monumento que dice: "A la memoria de Madame Flora Tristán, autora de La Unión Obrera. Los trabajadores agradecidos. Libertad, Igualdad, Fraternidad y Solidaridad."

Flora Tristan paradigma de aquellas “Hijas del sol”, reconocidas después de la batalla de Junín, por aquel que fuera de joven, confidente amigo de su madre; Simón El Libertador. Esta “leona de dos mundos” representa otro perfil de la mujer americana, expresión femenina de aquel sujeto en construcción del que hablara el Libertador Bolívar en 1819 en su discurso de La Angostura.

El pensamiento feminista en todas sus variantes en nuestras tierras, así como los y las representantes del pensamiento crítico latinoamericano, aún debemos a Flora Tristán el reconocimiento histórico del título de precursora revolucionaria del feminismo y del socialismo.

 

(*) La Profesora Gladis María Balbi, es especialista en Lengua y Literatura, se especializó en Educación en DDHH y Políticas de Género y Participación ciudadana. Ha ejercido en todos los niveles del sistema educativo entrerriano. Ha sido funcionaria del Consejo Gral. de Educación, de la Universidad Autónoma de Entre Ríos y del Municipio de Paraná. Colaboradora de la Universidad de Madres de Plaza de Mayo, Presidió la agrupación MUJERES al FRENTE de E.R

(*) El Profesor Alejandro J. Richardet, es Profesor de Educación Física, especializado en Educación en DDHH, en Atención temprana del Desarrollo Infantil y en Investigación Educativa (Postítulo Universidad del Comahue). Ha sido funcionario del Consejo Gral de Educación, de la Universidad Autónoma de Entre Ríos y del Gobierno Provincial y colaborador de la Universidad de Madres de Plaza de Mayo. Ejerció la docencia en todos los niveles del sistema educativo entrerriano.

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