El jefe de la Policía de Entre Ríos, Gustavo Maslein, habló con Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) sobre el rol de la fuerza durante el periodo de pandemia, el trabajo realizado en los controles por los DNU y cómo esta situación los afectó. Aismismo, aseguró que si el gobernador se lo pide, seguirá en el cargo hasta el final de su gestión.

—¿Cuánto los afectó la pandemia estructuralmente?

—Nos afectó mucho, porque desde marzo del año pasado tuvimos 420 hombres que estaban amparados en el decreto y por razones de salud eran pacientes de riesgo y fueron aislados. De todos los departamentos, el mayor número fue de donde mayor cantidad de gente tenemos, Paraná, Uruguay, Gualeguaychú, Concepción, pero en el transcurso del tiempo tuvimos 900 hombres contagiados, y esto nos lleva a aislar a los contactos estrechos, por ejemplo una guardia de cinco o seis hombres hay que aislarlos, a veces el jefe de una comisaría, y esto nos afectó el trabajo que hacemos, ya sea en la parte vial, de Delitos Rurales o de las comisarías. A hoy tenemos 600 hombres menos, los 400 más los afectados y aislados. Otro factor que nos ha afectado en recursos humanos es que el año pasado a la escuela tuvimos que cerrarla, no tuvimos ingresos, tampoco egresos a fin de año, y sí tuvimos retiros por Ley. Recién este año estamos con protocolo y burbujas, esperamos poder contar con esa gente en la calle.

—¿Qué cantidad de personal está vacunado?

—Hoy tenemos el 80% vacunado. Alrededor de 8000 hombres, algunos optaron por no vacunarse, respetamos la decisión, y después tenemos un grupo minúsculo que nos queda por vacunar, doy las gracias al Ministerio de Salud porque siempre nos tuvo presentes, en algunos departamentos ya colocaron las dos dosis, así que calculo que esta semana creo que terminamos con la vacunación del personal policial.

—¿Qué fue lo más difícil para ustedes como conducción en esta pandemia?

—Nosotros, paralelo al trabajo que tenemos que es la prevención e investigación de delitos, si bien tuvimos una merma muy importante durante el 2020 porque mucha gente no salía, había muchas restricciones, la gente no andaba en la calle y los delitos bajaron, pero tuvimos otro trabajo que fue nuevo para nosotros, el trabajar en las restricciones el año pasado que fueron muy severas, en conjunto con los Municipios, con el Ministerio de Salud, con Bomberos Voluntarios para poder llevar a cabo el cumplimiento de los distinto DNU que estaban en vigencia.

—Esto los llevó a que los hombres tengan más horas de trabajo, menos franco ¿Los afectó en la salud de algunos por la saturación?

—En muchos casos hubo que improvisar operativos, cargos y por ahí quiero resaltar la voluntad del personal, el que quedó trabajando redobló su esfuerzo y siguió prestando servicios. Por ahí no nos ayudaba mucho lo que fue la consciencia ciudadana, se ve en la cantidad de fiestas clandestinas que intervenimos, los horarios de circulación no se respetaban, los lugares públicos que se ocupaban cuando no se podían ocupar, pero bueno, hoy ya hubo más flexibilidad en las actividades, la Justicia nos acompaña en lo que son las sanciones en las fiestas, las sanciones que aprobaron los consejos deliberantes es muy bueno. Labramos alrededor de 27.000 actas en toda la pandemia, entre fiestas, circulación, distintos motivos. Ahora que hubo sanciones la gente tomó más conciencia, no tenemos tantas actas, más que nada los fines de semana.

—Siempre tuvieron una recaudación importante con el cobro de infracciones en las rutas. Acá hubo menos circulación ¿cuánto disminuyó ese ingreso que servía para inversiones de la fuerza?

—Tenemos un sistema que lo recaudado en infracciones se vuelca en obras, reparaciones de vehículos, cayó y fue nula en varios meses del año pasado pero lo supimos plantear con el Ministerio de Economía, nos respaldó con esa faltante que hubo de ingresos y pudimos seguir trabajando, inclusive nos reforzaron con mayor cantidad de dinero porque hubo más trabajo, demandó más móviles en la calle, más movimientos.

—¿Cómo han venido trabajando en el control y capacitación del personal que está en las rutas para que no haya hechos de corrupción en los puestos camineros?

—Lo que pasa es que antes nuestra policía, única en el país, tenía la potestad de cobrar las infracciones efectivas en el lugar, y el sistema era engorroso porque permitía el pago con un descuento importante, muchos mal interpretaban y denunciaban, y otros sí había hechos de corrupción del personal. Por eso hicimos un trabajo muy importante en cuanto a colocación de cámaras en todos los puestos, con audios, por eso yo decía que al que hace bien las cosas las cámaras lo van a respaldar. Y después logramos un convenio con la Agencia Nacional de Seguridad Vial, instalamos posnet en los puestos camineros, que si bien permite el obro es a través de tarjetas de crédito o de débito, eliminamos el manejo de dinero en las camineras, eso nos ayudó muchísimo. Y por supuesto siempre está el control de los superiores, de los directores, de Asuntos Internos, que siempre estamos haciendo controles y regulaciones de los puestos camineros.

—¿Cuántos sumarios se han sustanciado en este último año y medio, desde su nueva gestión?

—Anualmente debemos estar en unos 300 sumarios, por una causa o por otra. Generalmente si establecemos que es una causa grave iniciamos sumario directamente, para establecer si existió una falta grave o no iniciamos una investigación sumaria, se evalúan los se evalúan los méritos para continuar con el sumario administrativo o se archiva.

—¿Y cuántos terminaron exonerados?

—Diez, quince hombres, según. El número por ahí varía. Algunos terminan con faltas graves, sanciones disciplinarias, otros salen exentos, muchos van aparejados de causas judiciales además de las administrativas.

—¿Cuánto hubo que capacitar al personal por la Ley de Narcomenudeo y cuánto se avanzó en este tema?

—Es una Ley que estábamos necesitando desde hace tiempo, fue un desafío muy grande para nuestra Policía porque sé que muchos apostaban a que iba a ser un fracaso, que no iba a andar, también hablaban de corrupción policial, vimos sistemas de otras policías que estaban trabajando, algunas anduvieron bien, otras no, en el caso de Córdoba anduvo bien, entonces a la Dirección de Toxiología la reforzamos con personal, con medios, y hacer Delegacías en el interior, se reforzaron y fueron una división más del jefe departamental con un buen funcionamiento. Desde inicio de 2018 a hoy llevamos casi 1.000 allanamientos hechos por narcomenudeo, 1.200 detenidos, por supuesto hubo que seleccionar al personal, capacitarlos constantemente, por ahí aprendemos de los errores y siempre hay cosas nuevas que vamos aprendiendo.

—¿Cuánto ha habido que capacitar al personal para estar a tono con las normativas de género?

—A eso lo hacemos desde las escuelas. Tenemos en el curso de primera año de la escuela de oficiales ingresaron 70 y 40 son chicas, y oficiales jefas con cargos superiores tenemos tres en las direcciones y una es jefa departamental. Vienen llegando a los cargos superiores, después tenemos jefas de comisarías, oficiales subalternas que están trabajando, inclusive el lunes empezamos un curso femenino en Tala con las orientaciones de violencia de género, y lo qu es video vigilancia.

—¿Y ha habido sumarios por situaciones irregulares por este tema?

—Sí, no muchas pero hemos tenido denuncias, pero hemos instruido por la parte administrativa y por supuesto se dio comunicación a las fiscalías especializadas.

—Usted se iba a quedar hasta marzo de este año. Ya estamos en mayo. La idea es terminar con el mandato de Bordet, si él lo decide?

—Nosotros con el subjefe, el comisario general Laumann nos convocó el gobernador allá por el primer mandato suyo, nuestra meta era terminar el mandato de los cuatro años que fue el año pasado, y pensábamos pasar a retiro pero nos convocó y nos interesó a que sigamos en la gestión. Si lo dispone llegaremos hasta el final, estamos siempre a disposición del Gobierno.