La primera formación de The Byrds con David Crosby, Roger McGuinn, Gene Clark, Chris Hillman y Michael Clarke.
Con su álbum debut, el grupo californiano irrumpió en 1965 y creó un nuevo género con su distintivo sonido jangly de guitarra.
Hace exactamente 60 años, el 21 de junio de 1965, The Byrds lanzaba su álbum debut Mr. Tambourine Man a través del sello Columbia Records. Producido por Terry Melcher y con una duración de apenas 32 minutos, el disco no solo catapultó a la banda al estrellato internacional, sino que también dio nacimiento a un nuevo género: el folk-rock.
El álbum incluye versiones de Bob Dylan —con la emblemática canción que da nombre al LP— y temas propios, mayormente firmadas por Gene Clark, como I’ll Feel a Whole Lot Better. Con su mezcla de armonías vocales y el sonido jar‑jar de la guitarra eléctrica de 12 cuerdas de Roger McGuinn, la banda logró un estilo único que funcionó como respuesta estadounidense a la invasión británica liderada por los Beatles. El sonido jangly de guitarra y las armonías vocales fueron lo más distintivo de las interpretaciones de los Byrds.
La versión del single Mr. Tambourine Man se editó el 12 de abril de 1965, alcanzando el puesto número 1 tanto en el Billboard Hot 100 de EEUU como en el UK Singles Chart. Fue el primer gran éxito del folk‑rock, generando una ola de imitaciones por parte de bandas como The Mamas & the Papas, Jefferson Airplane y Simon & Garfunkel.
En la grabación participaron músicos de estudio: Hal Blaine en batería, Jerry Cole y Bill Pitman en guitarra, Larry Knechtel en bajo, e incluso Leon Russell en piano —aunque su aporte fue luego atenuado —. La formación del grupo incluyó voces de Roger McGuinn, Gene Clark y David Crosby en los coros, con Chris Hillman en bajo y Michael Clarke en batería.
El LP alcanzó el puesto 6 en el Billboard Top LPs y el 7 en los charts británicos. Críticos y seguidores consideran que aquel debut creó “el primer desafío estadounidense digno” frente a la supremacía británica comandada por The Beatles. En Argentina y el mundo, influenció a generaciones de músicos y sigue presente en radios y playlists.
Más allá del disco, el fenómeno inyectó vitalidad al folk acústico, llevándolo a terrenos eléctricos, sociales y poéticos. Durante 1965‑66 floreció el folk‑rock gracias a sonidos similares inspirados por The Byrds. The Bells of Rhymney, una adaptación de Pete Seeger, se convirtió también en pieza clave del repertorio de Ciro’s, famoso club de Hollywood.
En enero de 2025, los borradores originales mecanografiados de la canción de Dylan fueron subastados por más de 500 000 dólares, remarcando el impacto cultural tanto de Dylan como de la famosa versión de The Byrds.
Con una formación cambiante, los Byrds se mantuvieron populares hasta 1973, cuando McGuinn, el único miembro fundador restante, se lanzó como solista. Hubo reuniones periódicas de miembros de la formación original durante la década de 1970, incluyendo un álbum de 1973 del quinteto completo. Los Byrds fueron incluidos en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 1991.
A 60 años, Mr. Tambourine Man conserva su brillo y relevancia. Fue el disco que electrificó una tradición folclórica y abrió un nuevo capítulo en la historia del rock, dejando una marca indeleble en la música popular.
Fuente: Noticias Argentinas.