Por Luis María Serroels (*)
Hoy 1º de diciembre y desde hace 34 años, se evoca al el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida). Recordemos que se trata de una enfermedad que –según la Organización Mundial de la Salud- en las últimas cuatro décadas afectó en nuestro planeta a más de 76 millones de personas, habiendo fallecido más de 35 millones. Una cuarta parte desconoce ser portadora.
Desde 1988 se han hecho importantes progresos en la respuesta al SIDA y al día de hoy 3 de cada 4 personas que viven con el virus conocen su estado serológico, pero no obstante queda mucho camino por recorrer.
Es menester que todos lo conozcan y tengan garantizado el acceso a los servicios de asistencia y prevención de calidad. Las pruebas orientan ese tratamiento y permiten asegurar a los pacientes una vida saludable y productiva.
Desafortunadamente numerosos obstáculos siguen dificultando las pruebas del HIV, porque subsisten el estigma y la discriminación, que disuaden a las personas a realizarse el estudio. La confidencialidad es un elemento básico para impulsar a los posibles portadores, entendiendo esto como un presupuesto esencial para comenzar el tratamiento, sobre todo que la ciencia ha venido avanzando en profundas investigaciones.
Saber el estado de la enfermedad es un punto de partida esencial para los servicios de tratamiento, prevención, atención y apoyo relacionado con esta pandemia. Es importante que una persona sepa si es seropositiva, para decidir sobre opciones de prevención y en especial respecto de los niños.
El uso de condones para hombres y mujeres; servicios para reducir los daños que amenazan a personas que se inyectan drogas y la profilaxis previa y posterior y la exposición, resultan procedimientos válidos para evitar la trasmisión. Si algo hay pernicioso es la subestimación que algunos hacen del peligro.
El SIDA siempre ha sido un riesgo latente. Se contagia por el contacto con la sangre o fluidos sexuales.
Hay una recomendación muy importante: “Si optas por tener sexo seguro, la mayor manera de protegerte es mediante el uso del condón”.
Es justo citar la lucha que ha desarrollado incansablemente durante muchos años la especialista Adriana Bevacqua, a cuyo lado nos hemos honrado en aportar humildemente nuestra labor periodística.
(*) Especial para ANALISIS