
El la continuidad de la 10ª fecha del Torneo Clausura 2006, Newell’s venció a Independiente por 2 a 0 y se trepó temporalmente en la cima de la tabla de posiciones. La Lepra exhibió un gran rendimiento colectivo y es le permitió qudarse con la victoria ante el Rojo. Ariel Ortega y Fernando Belluschi marcaron los goles para el triunfo del equipo de Pumpido que se ilusiona con seguir escalando. Por su parte, los dirigidos por Falcioni tuvieron una noche negra.
Una convincente producción desde lo colectivo fue el santo remedio para un Newell's que andaba golpeado. El equipo de Pumpido venía de tropezar ante Estudiantes (en la anterior jornada del Clausura) y el Goiás de Brasil (por la Copa Libertadores), pero se paró a tiempo, tomó impulso y pegó el salto hacia la punta, al menos hasta que Boca y River cumplan con el calendario. No dejó dudas, Newell's, fue mucho más que un Independiente anodino, que acrecentó sus deudas de equipo y volvió a corroborar que Agüero es terrenal, de carne y hueso, no una maquina capaz de dibujar ilimitadamente genialidades que eclipsen miserias de conjunto.
Desde el instante preciso en que el cero se rompió, Newell's fue el único equipo en la cancha. Cuando se luchaba más de lo que se jugaba y ninguno había hecho méritos suficientes para estar en ventaja, Scocco picó a espaldas de una defensa mal parada, desbordó por derecha y tiró el centro que desembocó en la cabeza de Ortega, quien anticipó a Ustari y colocó el 1-0. La apertura del marcador fue una bisagra en el desarrollo. Desde entonces, Claudio Husaín y Ariel Zapata pisaron fuerte en el medio y les ganaron el duelo a los volantes de Independiente, que lucieron sin brújula, no encontraron la pelota y no se vincularon con los de arriba. El pibe Cejas complicó con sus escaladas por derecha y Ortega y Scocco fueron una amenaza permanente para la defensa visitante.
Como si faltara algún argumento para terminar de probar la superioridad de Newell’s, Gastón Aguirre (la figura de la noche) y sus colaboradores de ocasión ganaron claramente en el duelo con Agüero, que no pudo imponer su talento. Spolli también se exhibió muy firme y Miranda pasó inadvertido. Fue una noche negra para Independiente, que no lastimó jamás y tuvo su rendimiento más flojo desde que empezó el campeonato.
Newell’s también golpeó en los momentos justos. Se puso en ventaja, pasó a gobernar el trámite y en el primer minuto del complemento, con el furibundo derechazo de Belluschi que vulneró la resistencia de Ustari, consumió definitivamente las reservas futbolísticas y anímicas de un Independiente muy tibio, incapaz de prosperar más allá de tres cuartos de cancha y espectador de lujo del gran rendimiento colectivo de su adversario. Falcioni probó con el ingreso del chileno Rojas por Domínguez para sumar proyección por el lateral izquierdo, incluyó a Bruno por Machín para aportar variantes en ataque y colocó a Pereyra en lugar de Armenteros para ganar peso en el área rival. No hubo caso.
Newell's dominaba a placer y Méndez materializó la impotencia de Independiente en una infracción al ingresado Steinert, quien venía apilando camisetas rojas y provocó la expulsión del uruguayo por doble amonestación. La visita tuvo la más clara sobre el final, cuando Miranda habilitó a Pereyra y éste resolvió muy mal en su intento por fusilar a Villar.
Ni eso le salió a un Rojo timorato y abatido, que sigue sin convencer y pesar más allá del talento de Agüero y Ustari, más el aporte discontinuo de alguna otra individualidad. Newell’s fue un equipo en el más amplio sentido de la palabra. Por eso hizo la diferencia. Por eso disfruta de la punta en soledad, aunque sea por unas horas, indica TyC Sports.