
Este grupo hizo contacto con un sujeto de Recreo, quien habría convencido a uno de los guardias de seguridad de la oportunidad de robar la sucursal del Macro. Por cierto, cuando un grupo de ocho cordobeses alquilaron una casa de fin de semana en Monte Vera el 25 de agosto, uno de ellos tuvo un accidente de tránsito en la ruta que quedó en los registros del destacamento policial, que sirvió luego para individualizarlo.
El móvil roto terminó en el taller de un mecánico que vive a pocos metros de la casa de uno de los custodios privados. Para los investigadores, eso no fue una casualidad, sino un eslabón que terminó aclarando con el correr de los días el asalto. Atrás habían quedado cinco detenciones sin ninguna relevancia: el arresto de una mujer que aparecía como propietaria de un VW Bora y la privación de la libertad de un gitano cordobés dedicado a la compra-venta de autos.
No fue fácil hacer el organigrama de la banda, pero la pista de Recreo y el apoyo local fue poniendo blanco sobre negro a la pesquisa. La “pata local” la terminaban de completar un remisero que trasladó a los cordobeses varias veces mientras estuvieron en Monte Vera, un baqueano que habría entregado un plano para robar una distribuidora y un joven cuya madre está vinculada estrechamente a los cordobeses.
La “Operación Profecía”, como la denominó la policía (a instancia de la leyenda que dejaron los ladrones en el suelo de la sucursal tras robarse el botín “Nos vemos”) tiene ubicado al cabecilla del grupo, que ya cuenta con antecedentes penales por robo calificado. También quedó al descubierto que se utilizaron varios vehículos, consignó Notife.
Actualmente la investigación tiene tres ramas: una es la que sigue la Policía, vinculada a la responsabilidad material en el hecho. Otra, es la que encabeza la Justicia, vinculada a establecer dónde está el botín, cotejando los valores que había en las cajas de seguridad mediante el testimonio de las víctimas. La última es la que sigue la Dirección Provincial de Asuntos Internos, que intenta dilucidar la responsabilidad que tuvo el personal policial que estaba de guardia en la Seccional Primera y en la Primera Zona de Inspección la noche que unió el 8 y el 9 de septiembre pasado. Como primera medida, las autoridades abrieron sumarios a cuatro empleados.