Luego del pitazo inicial de Trucco, los protagonistas mostraron dos planteos muy diferentes. La iniciativa fue del Bicho, que se paró con un agresivo 4-3-3 y pretendió arrancar cada ataque con pases desde su propio arco. En cambio, el Aurinegro se abroqueló en su 4-4-2 modelo Laspada (con Rolle increíblemente en el banco de suplentes) y le puso todas sus fichas a algún desborde ocasional de Franzoia.
Fueron saludables las ganas de Argentinos, aunque le faltó fútbol para respaldar sus intenciones. Hernández y Basualdo no pudieron ser los nexos con Bordagaray y Oberman, quienes a su vez debían alimentar a Salcedo. El ritmo cansino y errático del partido benefició a Olimpo, que concentró todas sus energías en la destrucción del juego rival. En consecuencia, el primer tiempo fue muy opaco.
Las chances claras del local las tuvo Bordagaray, que inquietó con tres remates. En la mejor, el delantero (peligroso con su velocidad) conectó mal una asistencia de Salcedo y perdonó. En tanto, Olimpo se arrimó a Ojeda en dos ocasiones aisladas. El lateral Parmisari falló dentro del área a los 21’, mientras que Lucero derrochó otra oportunidad similar a los 24’.
En el amanecer del complemento, Olimpo exhibió una faceta más agresiva porque entendió que el empate no le servía demasiado en su delicado presente. Laspada se animó a meter a Rolle en lugar de Lucero para ganar fútbol y su equipo se adelantó. Sin embargo, Argentinos fue el que golpeó: el juvenil Santiago Nagüel capturó un rebote fallido de Mancinelli en el área y, gracias a un error de Ibáñez, puso el 1-0 a los 18 minutos.
La perla de la tarde estuvo en los pies de Basualdo, que se animó desde atrás de la mitad de cancha y estrelló la pelota en el ángulo. Los hinchas de Argentinos se lamentaron porque hubiera sido un gol inolvidable, mientras que Ibáñez respiró y le agradeció al hierro.
Tras la apertura del marcador, Olimpo tiró a la basura su planteo basado en el orden y buscó variantes sin éxito en el banco. No hubo tiempo para más en La Paternal, consigna TyC Sports.