En el arranque del partido dio la sensación de que el local asumía el protagonismo, manejando la pelota y buscando llevar peligro con juego asociado. El equipo de Gustavo Alfaro, fiel a su costumbre, esperaba bien replegado e intentaba golpear en la contra y con la velocidad de sus delanteros.
Pese a las intenciones de unos y otros, un campo mojado y rápido atentaba contra la precisión de los protagonistas, que fallaban en los pases en zona de definición. En este marco, la más clara para el Sabalero fue de pelota parada, cuando Emmanuel Gigliotti remató desviado un envío aéreo. Para la visita, lo tuvo Darío Benedetto, capturando un despeje corto de la defensa y definiendo desviado desde el área chica.
Si bien era el local el que controlaba terreno y pelota, Arsenal tenía las chances para convertir y estuvo a punto de hacerlo a los 16 minutos, cuando Nicolás Aguirre giró y remató, provocando una gran salvada de diego Pozo. En un partido entretenido, pero sin grandes emociones, los 20 minutos iniciales dejaban la sensación de que el empate era el resultado justo.
El transcurrir de los minutos no alteró la tónica del partido. Colón monopolizaba la pelota y atacaba con paciencia, pero su rival le cerraba los espacios y no le permitía generar opciones de peligro ante el arco de Cristian Campestrini. El partido era bien jugado y muy intenso, con los dos apostando a su juego y con el gol merodeando las áreas. A los 42, Gigliotti armó una maniobra espectacular, quedó mano a mano y definió al cuerpo de un Campestrini que dominó con seguridad.
En el comienzo del segundo episodio, la imagen del juego no se alteró. Colón, dueño absoluto del ritmo del partido, apareció incluso más adelante ante un rival maniatado, que se dedicaba exclusivamente a esperar y buscar en la contra.
A los dos minutos, el Sabalero tuvo una chance clarísima, cuando el entrerriano Prediger habilitó a un Gigliotti que, en soledad, volvió a definir al cuerpo del arquero visitante. Tres más tarde, cuando la presión local ya era asfixiante, fue el propio Prediger quien recuperó en tres cuartos, avanzó, se hizo el espacio y sacó un preciso derechazo metiendo la pelota pegada al primer palo.
Lejos de tirarlo hacia atrás, el gol le dio soltura a un Colón que comenzó a jugar con más precisión ante un Arsenal que no encontraba la forma de emparejar las acciones. La lluvia torrencial que se desató en Santa Fe desvirtuó un poco el partido, pero no hizo que la historia de modifique.
Pese al sufrimiento del final, el pitazo de Mauro Giannini desató el festejo contenido de la parcialidad local, tras conseguir su cuarto triunfo en los últimos cinco partidos (el restante fue empate, por lo que Morant está invicto), quedando bien parado para la Copa Sudamericana 2013 y demostrando una notable recuperación en el campeonato, señala DyN.