El ingeniero nuclear Jorge Barón explicó que en Entre Ríos todavía no se conocen las cifras exactas del corrimiento de la tierra porque “se tomaron sólo algunas estaciones de GPS”. El investigador mendocino, que subió tres veces a la cima del Aconcagua para estudiar los movimientos de la tierra en Argentina y Chile, detalló: “Los datos sobre Paraná y las principales ciudades de la provincia los tendremos en dos semanas. Luego nos llevará una más analizarlos. Dependemos de las órbitas de los satélites que permiten trabajar con normalidad los GPS”.

El científico, que tiene su oficina de trabajo en la Universidad de Cuyo, en donde además enseña, minimizó los movimientos de las ciudades y aclaró que los resultados son sólo de “interés científico”.

Luego, con un ejemplo cotidiano esclareció el suceso: “Esto es como que si el mantel que cubre la mesa se corrió en la punta. Los platos continúan en el mismo lugar y los comensales no van a cambiar, van a seguir teniendo su misma ubicación”.

Claro que en las ciudades chilenas cercanas al terremoto los desplazamientos llegaron a ser de muchos metros. En Concepción, la segunda ciudad de Chile, se encuentra ahora 3,04 metros hacia el oeste de donde estaba antes del sismo que tuvo una magnitud 8,8 grados en la escala de Richter.

En el mapa elaborado por el grupo de investigadores, Mendoza se corrió 13,4 centímetros hacia el sudoeste. El norte de Neuquén se trasladó 23,8 centímetros hacia el oeste. También se puede deducir que San Luis se dirigió en igual sentido unos 8,8 centímetros.

Igualmente, el científico bajó los decibeles del descubrimiento: “Esta información, a los únicos que les modifica algo, es a los geólogos y geofísicos, no influye en la vida diaria de las personas”, sentenció en declaraciones a Uno.

Movimientos

Juan Carlos Bertolini, investigador ad honorem del museo de Ciencias Naturales y Antropológicas Profesor Antonio Serrano, también bajó el tenor de las novedades: “La placa oceánica Nazca chocó con la Sudamericana y generó el movimiento. La placa se movió ocho metros y al moverse el continente se generó el sismo”, detalló.

El investigador recibe información de los servicios geológicos alemán y norteamericano. “Si bien se corrió el continente, estos movimientos se vienen generando desde hace miles de años. Como dije en alguna nota anterior estos hechos naturales siempre ocurrirán”, enfatizó.

El terremoto de 8,8 grados en la escala de Richter redujo muy levemente la duración del día y desplazó el eje de la Tierra en ocho centímetros, según los datos de la agencia espacial estadounidense (NASA). En un artículo publicado en la revista Business Week, el geofísico de la NASA en Pasadena, California, Richard Gross, indicó que los terremotos pueden desplazar hasta cientos de kilómetros de rocas en espacios muy reducidos, lo cual modifica la distribución de la masa en el planeta y afecta a la rotación de la Tierra.

Este pequeño cambio queda englobado “en cambios más grandes debido a otras causas, como la masa atmosférica que se mueve sobre la Tierra”, indicó el decano de Geofísica de la Universidad Nacional Central de Taiwan, Benjamín Fong Chao. A partir de cálculos elaborados mediante métodos informatizados, se constató que, a causa del terremoto, el eje de la Tierra se movió ocho centímetros y que “la duración del día se debe haber acortado 1,26 microsegundos (millonésimas de segundo)”. No es la primera vez que se detectan cambios similares tras un terremoto. El día se redujo en 6,8 microsegundos a finales de 2004 a causa del sismo de 9,1 grados registrado cerca de Sumatra, que provocó el mayor “tsunami” de la historia.