El sereno del comedor Rancho Grande, Miguel Leguizamón, finalmente declaró en el marco del juicio en el que se trata de establecer la responsabilidad de Cristian Aguilar en la muerte de Yamila Rueda tras el accidente vial ocurrido el 18 de octubre de 2009 en el Acceso Norte de Paraná.
Si bien la declaración del trabajador estaba prevista para el lunes, la secretaría de la Sala del Crimen 2, adujo que el testigo no podía ser localizado, incluso se pidió a una comisión policial para que colabore en esa tarea.
Finalmente el dicente amplió su declaración, pero en todo momento se excusó diciendo que recordaba vagamente el hecho.
Más allá de la poca precisión en su relato el hombre dijo haber visto a un auto en la puerta de Rancho Grande, cuyo conductor descendió para desprender un parabrisas que presentaba roturas y luego se marchó “tranquilo” del lugar.
Acerca de esta versión el abogado defensor, Miguel Cullen, le dijo a Uno que “Leguizamón reconoció que recordaba poco del hecho, tampoco el color del auto y el modelo”.
Además el letrado aportó que el sereno “vio el auto parado en Rancho Grande, pero pensó que el conductor tenía problemas con el capot”.
Lo cierto es que las aguas se dividen en el punto en el que Aguilar se retira tras haber desprendido el parabrisas. A partir de allí se debate la intención del imputado, entre aquellos que consideran que se fugó y aquellos que interpreta que su retirada fue tranquila.
En la etapa de instrucción el sereno Leguizamón confesó que observó a Aguilar con ánimo de “fugarse”, mientras que en su declaración de esta mañana afirmó que “se fue tranquilo”.
Lo que dijo el chofer de la séptima
El uniformado estaba abocado a patrullar la zona del Acceso Norte durante la mañana en que se produjo la muerte de la adolescente. Aquella vez se desempeñaba como chofer de una unidad, acompañado de Ramón Ismael Casco, otro de los testigos que pasaron por el estrado de la Sala 2 del Crimen.
En el comienzo de su alocución el funcionario remarcó las buenas condiciones de visibilidad existentes en el lugar. De acuerdo a su descripción “estaba saliendo y los vi a los chicos sin problemas”.
En cuanto a la ubicación de los jóvenes reconoció que “iban por la banquina y el pasto”.
En una medida similar dispuesta con otros testigos, el fiscal Rafaela Cotorruelo solicitó al Tribunal que el dicente señale en un croquis la ubicación exacta de las víctimas. El reconocimiento fue acompañado por los representantes de la defensa y de la querella.
Luego de esta intervención, Haller no tuvo inconvenientes en reparar que “dos iban sobre la banquina y los otros dos sobre el pasto”.
Además brindó su versión sobre el estado del tránsito vehicular durante las horas previas al siniestro y una vez consumado el hecho.
Al respecto manifestó: “En el momento que yo pasé había poco tránsito. Después vi que salían autos y camiones”.
El turno de los peritos
A raíz de una petición de la Fiscalía, a cargo de Rafael Cotorruelo, para este jueves está prevista la declaración de los perito Carlos Orzuza y Alberto Mario Villota, quienes ofrecerán aclaraciones en relación al estado del tránsito, las condiciones del clima y fisicas en el lugar del hecho.
Orzuza se desempeña como perito criminológico y su colega presta funciones como ingeniero mecánico.
Alegatos
La etapa de alegatos que estaba programada en principio par el miércoles se postergó para el viernes. No obstante recién mañana se definirá el horario de comienzo.
(Foto: El Diario)