Una de las abogadas, Elizabeth Gasaro, se reunió ayer con su cliente durante más de una hora en el penal de Ezeiza, tras lo cual aseguró que este "va a aclarar por qué se fugó" del penal.

"Esperemos que se recupere y esté bien de salud para que pueda aclarar todo lo que pasó desde la fuga. Él va a aclarar lo que pasó en Alvear", aseguró.

Además, Gasaro dijo que pudo "corroborar" que Lanatta "tiene un hematoma grande en el ojo y en la parte facial", producto del vuelco con una camioneta con la que huían, y desmintió que tuviera "mordeduras de perros", sino que eran "ralladuras por haber caminado en el campo".

"Estaba cansado, sin poder dormir ni comer con un estrés muy grande. Ahora está a disposición de la Justicia", explicó. Por otra parte, el fiscal Citterio avanzó con la investigación de la fuga del penal con la detención de Elvira Martínez, ex suegra de Cristian Lanatta, quien había declarado que este la presionó, tras la fuga, para que le entregara un vehículo utilitario que usaron en uno de los tramos de la huida.

El fiscal sospecha que la mujer pudo haber contribuido con la compra del utilitario, que fue adquirido nueve días antes de la huida del penal y hallado abandonado en Santa Fe, cerca de la zona donde ayer fue recapturado Martín Lanatta.

La búsqueda de los dos delincuentes que aún continuaban prófugos, Cristian Lanatta y Víctor Schillaci, sigue en la zona de la localidad de Helvecia, unos 20 kilómetros al norte de Cayastá.

Cientos de efectivos de fuerzas de seguridad nacionales y de la provincia recorrieron la zona armados, seguidos de un enjambre de periodistas y camarógrafos de canales de televisión que transmitían en directo la búsqueda, que no arrojó ningún resultado.

Helvecia es un pueblo de unos 8.000 habitantes, cabeza del departamento santafesino Garay, situada a la vera del río San Javier, que fue saturada por efectivos de distintas fuerzas de seguridad nacionales y de la provincia.

Tras revisar un complejo de cabañas, la policía recorrió un aserradero cercano y luego emprendió una recorrida casa por casa. El rastrillaje de cientos de efectivos por tierra, derivó luego en recorridas de Prefectura con botes por el río San Javier, un curso de agua, afluente del Paraná, correntoso y desbordado, ya que la zona está afectada por inundaciones.

Los investigadores intuyen que los prófugos pueden intentar llegar a Entre Ríos y, por eso, ya hay agentes federales en el límite provincial, delimitado por el río Paraná. Según Clarín, el operativo ya llegó al sur de Chaco, consignó Infobae.