Quedó inaugurada la segunda etapa de la fábrica de leche en polvo Purísima, de la empresa La Sibila, localizada en la ciudad de Nogoyá, que a partir de ahora duplicará su producción y pasará de 600.000 litros a 1,2 millones de litros diarios de leche. Además, la nueva planta contará con 40 nuevos empleados que se sumarán a los 130 con los que ya cuenta y las 25 personas que administran la empresa desde Rosario.
De acuerdo a lo informado por el diario La Capital, la fábrica, cerrada hace cinco años, fue comprada a la firma Nestlé en noviembre de 2002 por la familia Boglione. A tres años, La Sibila se duplicó, tanto en infraestructura y tecnología como en producción láctea, dando un fuerte impulso a la región, tanto por el aumento de empleo como por el movimiento de camiones y el incentivo para los tambos y los campos de la zona.
En la fiesta inaugural contó con importantes premios para los empleados y la presencia de Soledad Pastorutti, que junto a su hermana cantaron chacareras, zambas y compartieron un fluido diálogo con las más de 600 personas invitadas. Boglione, impulsor de esta industria, explicó que quiso hacer esta inauguración exclusivamente con las familias de las personas que trabajan en la planta, para que “las familias de los empleados conozcan donde trabajan sus maridos, sus esposas o sus papás. Porque estoy convencido de que el apoyo de la familia es fundamental para poder trabajar bien”.
Actualmente, la empresa tiene una importante producción de leche en polvo, que se puede distribuir sin cadena de frío. El mercado argentino no es un gran consumidor de este producto, por lo cual el 80 por ciento se exporta a naciones como México, Venezuela, Chile, Argelia, Nigeria, Irán, Irak y demás países árabes. Además se hizo un primer embarque hacia China y ahora están trabajando con Rusia fuertemente.
El gerente general de la compañía, Jorge Estévez, explicó que “también se produce alimento para bebés, con vitaminas y minerales y suero para quesos que se provee a otras empresas, que luego elaboran el producto final”. La leche llega cruda de los campos a la planta, donde se pasteuriza, luego se evapora y se seca. El envasado se realiza en la misma planta en un ambiente especialmente diseñado para tal fin.