La lesión en el empeine del pie derecho que sufrió en el primer partido del año frente a Independiente Rivadavia en Mendoza, le provocó a Martín Zapata estar ausente varios cotejos y cuando retornó, nunca pudo estar en su plenitud física. Pero aquella lesión sigue complicando, ya que la fisura permanece e incluso el volante podría tener una dificultad ligamentaria.
El mediocampista ya realizó dos interconsultas con médicos especialistas, una en Buenos Aires y la última, el miércoles, en Rosario, y, según explicó Zapata ambos le recomendaron que debe parar, debido a que puede empeorar. “Todos me dijeron que pare porque la fisura todavía está, nunca se curó y encima ahora podrían estar comprometidos los ligamentos. Ojalá que no”, contó y deseó el jugador albirrojo en diálogo con La Mañana de Córdoba.
Para confirmar esta posibilidad se debe realizar un estudio específico. Por tal motivo, es muy probable que no pueda jugar más en lo que resta del certamen, aunque el propio Zapata no quiso ser tajante. “Hasta que no esté el resultado no puedo confirmarlo. No quiero decir nada hasta que me despeje la duda de los ligamentos”, dijo con tono de preocupación.
Por otro lado, por más que los hinchas de Instituto se nieguen a aceptarlo, es probable que el pasado 23 de mayo, ante la Comisión de Actividades Infantiles (CAI), haya sido el último partido de Zapata como jugador glorioso en Alta Córdoba. “De ese tema no me gusta hablar mucho, para eso está mi representante”, se disculpó a propósito. No obstante ya hay varios clubes que se interesaron por su fichaje, entre ellos el ascendido Atlético de Rafaela. El jugador tiene contrato con La Gloria por un año más, pero será difícil que le diga que no a un club de Primera División.
“Me duele haber estado dos años como jugador de Instituto y no haber podido ni siquiera jugar una promoción. Yo quería ascender”, concluyó el mediocampista de la Capital Nacional de la Avicultura.