En el marco del escándalo por la quema de libros que pertenecían a la Biblioteca Pública Facundo Arcel de María Grande, el intendente de la localidad Diego Lara admitió: “Pudo haber errores porque yo no participe de la clasificación de ese material”. Tras algunos días de silencio, salió a aclarar que autorizó “desechar” diarios y revistas, pero no “quemarlas”. “Pedimos disculpas y vamos a reincorporar esto a la biblioteca”, prometió. De todos modos, comunicó que investigarán lo sucedido. “Como se viven tiempos políticos se ha utilizado, magnificado y desinformados mucho”, aseveró.

El funcionario ratificó hoy lo que manifestó durante el fin de semana en un comunicado oficial, es decir, que se realizó una refacción integral de la biblioteca por lo que el material en desuso como revistas y algunos objetos deteriorados e ilegibles “se les dio de baja”. Dijo que autorizaron “sacarlos” de un ambiente deteriorado, pero afirmó que no estaban para la consulta del público, ya que estaban “tirados en el suelo”.

“En ese material, se pudieron haber quedado algunos de los libros”, manifestó en declaraciones a La Nación Digital, aunque descartó que sean la totalidad que denuncian los vecinos.

“Hay muchos libros que no están inventariados porque los vecinos donaban y como era material que es viejo o jurisprudencia que no tiene interés de lectura fueron desplazados, además, no estaban en la biblioteca”, sostuvo, al tiempo que agregó: “Esos libros fueron desechados dándolos de baja pero no quemados”.

Ahora bien, consultado por el destino del material, Lara admitió que no controló la tarea de selección de cada libro, por lo cual podrían haber sido quemados pero no fue por orden de él. “A veces, las cosas se hacen con el afán de todos los días ir dando un paso nuevo en esta gestión del gobierno, de ir trabajando y se cometen errores, yo no soy el dueño de la verdad y no tengo la soberbia de decir: aquí todo se ha hecho como corresponde, porque pudo existir un grupo de libros en buen estado y que por error fue dado de baja”, continuó.

Finalmente, prometió que se va a investigar porque la cantidad de libros que los vecinos denuncian haber encontrado en el basural podrían haber sido marcados con un “sello fraguado”, y consideró que “como se viven tiempos políticos se ha utilizado, magnificado y desinformados mucho”.