El objetivo de esta primera etapa de una campaña que tiene como destino las primarias de agosto de 2015, es el de hacer conocer al candidato. Pero en el caso de la campaña de Urribarri, se pretende apuntar especialmente a lo que se conoce como el núcleo duro del kirchenrismo, el sector de votantes de Cristina más convencido, a los que apunta Urribarri en su discurso, con el que busca diferenciarse de sus competidores.

En el caso de Río Gallegos, la invitación viene de parte del senador Pablo González y el vicegobernador de Santa Cruz, Fernando Cotillo. Están previstas reuniones privadas, un encuentro en la Legislatura, una vista al mausoleo donde descansan los restos del ex presidente Néstor Kirchner, un acto con militantes y dirigentes del kirchnerismo y una cena.

El miércoles a la mañana, Urribarri responderá a una invitación del intendente de El Calafate, Javier Belloni, para luego regresar al mediodía a Paraná.

El lunes tiene previsto viajar a La Rioja, en este caso por solicitud de la senadora Teresita Luna.

En todos los casos, el propósito es “conseguir escenario para que el Pato se muestre, hacer un poco de prensa y afianzar el contacto con la militancia, con los cuadros medios del kirchnerismo”, explicó Báez.

El objetivo es “disputar el kirchnerismo”, para lo cual se irá desplegando una estrategia en distintas etapas. La actual es “intentar que lo conozcan los cuadros medios, el militante activo, la dirigencia, porque aunque resulte paradójico no es fácil hacerse conocido, por más que sea un gobernador. Hay muchos que no lo conocen, que han escuchado hablar, pero que no han tenido la oportunidad de sentarse con él un ratito, que no han tenido la posibilidad de escucharlo”, mencionó el ministro.

La idea es “intentar establecer un lazo con la militancia, que tiene el poder de replicar su mensaje. No vamos a ser candidatos de los medios hegemónicos, de manera que al no tener ese poder de traslación, ese trabajo lo tendrán que hacer los militantes”, agregó Báez.