La buena conducción del paranaense Pablo Jaworski y la sociedad con Fabricio Rebecci llevaron a Rocamora a tomar el liderazgo del marcador en los primeros minutos. Echagüe, por su parte, tuvo en el lanzamiento externo su cuota ofensiva para seguirlo de cerca (6-7).
El óptimo control defensivo de la visita llevó al AEC a abusar del tiro de tres (2/5 en triples y 1/6 en dobles). Es que los de Concepción del Uruguay hicieron mucho hincapié en el juego interno de los locales, bien atentos a Mauro Negri y Maurice Spillers. Esto, sumado a que la efectividad desde los 6,75 fue disminuyendo, ubicó a la visita al frente, aunque no supo beneficiarse ante este contexto como para escaparse.
Con los ingresos de Lucas Calleja, Carlos Sepúlveda y Lucas Díaz, el conjunto de Ricardo De Cecco se mostró más intenso en defensa, pero en ataque fueron los lanzamientos libres los que hicieron que los paranaenses terminen los primeros 10 minutos en ganancia, sin dejar de mencionar la última bola que cerró con un triple de Sepúlveda.
Desde la incorporación de Iván Basualdo al juego, al AEC se le abrieron las chances en la zona interna. El pivote aportó puntos y siempre estuvo bien ubicado para las asistencias de Calleja. De esta manera, el dueño de casa se puso 27-18, con ocho minutos y 24 segundos para cerrar la primera mitad.
Charly Sepúlveda fue otro de los puntos altos de un Echagüe que fue de menor a mayor. Si bien a Tomás de Rocamora se le abrió el aro desde afuera (0/4 terminó el primer chico), los de la capital entrerriana continuaron concentrados en su juego y 13 tantos de distancia expresaron su rendimiento (34-21).
De la mano de Alejandro Fidalgo y Abel Pascual los de La Histórica justificaron una mejoría, principalmente en la marca, dejaron sin gol a su rival. Momento que los de Martín Amden no supieron capitalizar en ofensiva, donde empezó a notarse la ausencia de su extranjero, John Thomas, suspendido por una fecha (agredió a un rival en el encuentro pasado contra Española).
El tren pasó para el Rojo, Echagüe despertó y se retiró al descanso largo de la mejor forma, señala El Diario.
Con un parcial de 11-0 Rocamora sacó a la luz sus intenciones de revivir (43-41). El AEC arrancó dormido, perdió pelotas y volvió, como en el primer cuarto, a optar por el tiro externo, sin fortuna. Casi seis minutos tardó el local para convertir, fue un triple de Mauro Rotschy que desencadenó la rebeldía suficiente para no tirar por la borda todo lo bueno hecho en la primera parte.
El escolta se transformó en el mandamás del equipo cuando éste más lo necesitaba, y así Echagüe rescató algo de tranquilidad de cara al último período. El reingreso de Diego Brezzo le devolvió a la visita peso en la pintura. Pero el Negro se las ingenió y continuó encontrando respuestas cuando lo necesitaba.
En este caso, fueron dos triples de Román Rodríguez, para empezar a soñar, de a poquito, con la clasificación, la cual finalmente se concretó con el pasar de los segundos.