Imagen de archivo de las areneras que operan casi sin control y con impunidad en el río Gualeguay. El desamparo ambiental que sienten los vecinos es casi total.
De ANÁLISIS
Vecinos de Gualeguay están preocupados porque sienten un desamparo ambiental que se refleja por la impunidad en la que están operando empresas extractivistas de arena, el deterioro que observan del río Gualeguay, además de otros frentes vinculados con la temática que son provocados por actividades industriales.
La concentración –sin descuidar otros frentes de “desamparo” está centrada en las intensas actividades que observan que realizan las empresas areneras.
Carlos Julio Weber es ingeniero agrónomo -ya retirado de la profesión- y está al frente con su esposa Cristina Arias, de un área natural protegida que se llama Santa Adelina, en Puerto Ruiz, Departamento Gualeguay. No solo se esfuerza por proteger un espacio particular, sino que dedica su ocupación en la defensa del interés general. Por eso también integra la Asociación “Solidaridad, Educación y Ambiente” (SEA), que está conformada por varios vecinos gualeyos y es presidida por el geólogo Julio Benítez.
Weber se comunicó con ANÁLISIS para dar cuenta de una preocupación que tiene los vecinos en materia ambiental y la desprotección que sienten ante tanta impunidad.
La Asociación SEA y el Club Náutico de Gualeguay han reclamado ante la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos por la acción extractivista de la Arenera Vita, ubicada en inmediaciones al puente carretero que cruza el río Gualeguay, paralelo al destruido puente Pellegrini.
Se trata de una empresa arenera que todavía no ha cumplimentado con los trámites que exige la ley como el contar con el elemental Certificado de Aptitud Ambiental. A pesar de esa irregularidad, la empresa opera con absoluta normalidad (e impunidad).
Los ambientalistas plantean que la arenera tiene que trasladarse al Sur de la ciudad de Gualeguay, aguas abajo, por “los deterioros en las costas, en los bancos de arena” que provocó, además del daño al balneario municipal que estaba a unos 300-400 metros del puente Pellegrini.
El 27 de diciembre del año pasado se labró un acta entre la asociación SEA, la Municipalidad de Gualeguay, la Secretaría de Ambiente de Entre Ríos y la empresa, para que la firma formule una propuesta de traslado y el municipio se comprometía a ofrecer un lugar donde poderse trasladar.
Para eso se otorgaban 180 días de plazo. Sin embargo –para citar un ejemplo de los muchos incumplimientos- el 16 de enero pasado, la Asociación SEA se presentó ante la Justicia Federal para refrendar una nueva denuncia por el accionar irregular de la Arenera Vita. Esta vez denunciaron “la explotación indebida” que vecinos de la ciudad registraron el lunes 8 de enero de 2024 cuando navegaban por el río Gualeguay. En imágenes que se dieron a conocer públicamente, se dio cuenta de que una embarcación de la firma “se encontraba dragando el fondo del río sobre una playa, cuestión que está prohibida por su cercanía a la costa del río, según el esquema que (se) acompaña, tomado del Estudio de Impacto Ambiental presentado a la Secretaría de Ambiente de la provincia de Entre Ríos, para la explotación de arenas, por la empresa Vita”, se indicó en el escrito.
Como consecuencia, la Justicia Federal allanó la arenera Vita de Gualeguay. Así lo resolvió el Juzgado Federal de Gualeguaychú e Islas del Ibicuy a cargo del juez Hernán Viri en base a una causa que investiga daño ambiental y acopio indebido.
Está claro que se cumplieron los 180 días. No se hizo nada de nada para el traslado de la arenera, que sigue operando de manera irregular y con la impunidad que le da la pasividad de la Secretaría de Ambiente.
Paso Coronel
Por otro lado, los ambientalistas también denunciaron otro caso. Se trata de una segunda arenera –La Victoria- que –según advierten- tampoco tiene habilitación alguna para operar.
No obstante, desde hace muchos años que extrae arena y la comercializa. Está ubicada agua arriba, en la zona de Paso Coronel, que es lindero a pocos metros de lo que es el balneario privado “Paso de Alonso”, uno de los más hermosos paisajes que tiene Gualeguay y casi el único en este momento ante la pérdida del Balneario Municipal. Se trata de un enorme banco de arena, donde esta empresa está operando y al carecer de estudios ambientales, los vecinos temen que también se erosione a niveles difícil de restaurar.
Otros han denunciado que en ese balneario hay un histórico puente ferroviario que vincula por encima del río Gualeguay y permite la comunicación de una costa a otra. Se ha caído un pilar de ese puente y los vecinos sospechan que la actividad extractivista pudo ser uno de los motivos de ese deterioro. Además, denuncian que está afectando el desove de especies ictícolas porque también observan que se ha interrumpido o mermado de manera significativa. Parece que a casi nadie le interesa lo que está ocurriendo ambientalmente en Gualeguay. ¿Dónde está la Secretaría de Ambiente que el desarrollo sustentable no la puede encontrar?, se preguntan los vecinos que se perciben huérfanos de una política ambiental en defensa del interés general de la población.
Ahora, se abrió una convocatoria para la participación ciudadana en el marco del proyecto “Extracción de arena del río Gualeguay”. Para ello la Secretaría de Ambiente informó que se encuentra disponible “desde el 19 de julio hasta el 29 de julio la información ambiental de la mencionada actividad en la Comisaría del 1° Distrito Cuchillas”, ubicada en la Ruta Nacional N° 12, a la altura del kilómetro 239, “a los efectos que los vecinos interesados accedan a la misma para toma de conocimiento”.
Y está previsto que el 30 de julio a las 15, en la misma Comisaría del 1° Distrito Cuchillas sea la audiencia pública donde se expondrá el proyecto.
Los vecinos de Gualeguay también se han quejado por esta convocatoria. Ellos sostienen que es cierto que se cumple con un ritual de rigor al habilitarse esta convocatoria, pero en la práctica “dificultan” el acceso a la información ciudadana porque esa Comisaría queda lejos de la ciudad de Gualeguay, muchos ni siquiera pueden costearse ese traslado y otro tanto similar argumentan respecto de la convocatoria. ¿No hubiera sido más práctico también habilitar una dependencia pública que quede en el centro de la ciudad de Gualeguay, cabecera del Departamento? Ocultar y dificultar parece ser la tarea. Por eso, para muchos vecinos gualeyos “todo es un simulacro, porque no hay compromiso con la defensa del ambiente”.