Imagen de archivo del Corsódromo de Gualeguaychú que mañana abrirá sus puertas para vivir el mejor Carnaval del País.
Por Nahuel Maciel
(Desde Gualeguaychú)
El Corsódromo “José Luis Gestro” de Gualeguaychú ya está listo para ofrecer a partir de mañana el mayor espectáculo a cielo abierto del país que se organiza durante el verano: se trata del Carnaval del País. Esta celebración de la alegría es consecuencia del diálogo de las diferentes expresiones artísticas que conforman el espectáculo teatral que se vivencia a lo largo de los 500 metros de la pasarela.
El Carnaval del País se alzará como una explosión de color, música y alegría. Más que un espectáculo, es una experiencia que trasciende generaciones, reuniendo a locales y visitantes en un abrazo cultural que combina tradición, creatividad y el trabajo incansable de una comunidad que vive para celebrar.
El rugido de tambores, el brillo de las lentejuelas y el fervor del público crearán una atmósfera que solo puede describirse como mágica y vivirse con pasión. Este año, cuatro comparsas competirán para conquistar corazones: la última campeona Papelitos (Club Juventud Unida) que propone su tema “Iguales”. Luego se presentarán Marí Marí (Club Central Entrerriano) con “Ítaca”; Kamarr (Centro Cultural y Social Sirio Libanés) con “Eclipsia” y clausurará la primera noche la comparsa Ará Yeví (Club Tiro Federal) con el tema “Endiablada”.
Son historias que nos atraviesan. Cada comparsa lleva consigo un mensaje poderoso. Papelitos, la última campeona, nos invita a cuestionar nuestras divisiones con “Iguales”, una narrativa que mezcla magia y lucha por la equidad en un mundo distópico.
Por su parte, Marí Marí transforma la épica clásica de Ulises en una oda a la esperanza con “Ítaca”, recordándonos que el verdadero destino está en el viaje.
Kamarr, con “Eclipsia”, nos lleva a un enfrentamiento entre la luz y la oscuridad dentro de cada ser humano.
Mientras que Ará Yeví nos conecta con nuestras raíces ancestrales en “Endiablada”, honrando el legado del Rey Momo y la Pachamama en una sinfonía andina de colores y ritmos.
La edición 2025 lleva por nombre -honrando la memoria- de Ana Peverelli de Gelós, un justo reconocimiento que unifica todas las voces de una propuesta como el Carnaval que enciende pasiones y logra su singularidad a través del compromiso de una pluralidad de instituciones –como los clubes- que contribuyen a la defensa del interés general de la población.
Este año, el espectáculo contará con once noches –una más de sus tradicionales 10- porque se podrá disfrutar los cuatro sábados de enero (4, 11, 18 y 25), los cuatro sábados de febrero (8 ,15 y 22) y se le suman tres noches por el Feriado del Carnaval previstos para el 1°, 2 y 3 de marzo.
El Corsódromo
Como todos los años, la Comisión Directiva –esta vez bajo la presidencia de José Bereciartu del Club Tiro Federal- no ha dejado nada librado al azar y ha diseñado una serie de modificaciones en el predio que están destinadas a una mayor comodidad del público. Mejores accesos, rampas más seguras –por el ingreso de calle Maipú y Ayacucho–, el recambio de los antiguos adoquines ferroviarios por cemento y hormigón para facilitar el desplazamiento del público, además de nuevos ingresos habilitados como el del Museo Ferroviario, son algunas de los cambios positivos que se experimentará durante este año.
A estos cambios se le deben sumar un mejoramiento notable en los sanitarios y un cambio de estética en la arquitectura de las cantinas. Lo que está por valorarse en su practicidad y adhesión es el nuevo sistema para comprar alimentos y bebidas, dado que sólo las cantinas aceptarán a través de la tarjeta denominada “Cashless”. Desde Prensa del Carnaval se ha informado que ese será el único método de pago que se aceptará: los espectadores deberán acercarse a los centros de carga dispuestos en el predio del Corsódromo para obtener la tarjeta y la deberá “recargar” abonando con efectivo, débito o crédito. También será posible hacerlo escaneando el código QR de Mercado Pago desde una aplicación para esos fines.
Beneficios para los locales
La Comisión Directiva también decidió ampliar los beneficios a quienes demuestren a través del DNI que son vecinos de Gualeguaychú y Pueblo General Belgrano. Se trata del ofrecimiento de un paquete de entradas para nueve noches por $70.000.
La venta de este paquete especial contempla las cuatro noches de enero y febrero y el 2 de marzo (en total 9 noches). Estas entradas –se aclaró- no incluyen las ubicaciones que se pueden comprar en forma presencial en las boleterías del Corsódromo de martes a viernes de 9 a 13 y de 17 a 21 o los sábados de 9 a 13.
Los directivos del carnaval aclararon que estas entradas no son transferibles y cada documento de identidad podrá acceder a un sólo “paquete”.
El costo de entrada por noche para los residentes durante enero tendrá un valor de $10.000 por el beneficio del 50% de descuento, que regirá durante los dos primeros meses del año, pero que no aplicará para el fin de semana largo de marzo.
Más que una competencia, un legado
El Carnaval del País no solo es un espectáculo. Es el fruto del trabajo de cientos de personas: desde los artesanos que construyen las carrozas hasta los músicos y bailarines que ensayan durante meses. Es también una fuente de recursos para los clubes locales, que reinvierten en educación, cultura y deporte, siendo pilares de la sociedad.
Cada noche de desfile es un recordatorio de que el Carnaval es mucho más que un espectáculo: es una manifestación viva de la identidad cultural, un espacio donde todos somos iguales, donde las diferencias desaparecen entre los acordes de una samba y la vibración de los tambores.
Este 2025, el Carnaval del País promete más que nunca. Con 11 noches que quedarán grabadas en la memoria, Gualeguaychú se prepara para recibir a miles de almas deseosas de vivir una experiencia que los hará vibrar, soñar y, sobre todo, celebrar la vida. Una pena que el área de Cultura del gobierno de Rogelio Frigerio (como tampoco hubo iniciativa en las anteriores gestiones) no lo reconozca como Patrimonio Inmaterial de la Cultura de los Entrerrianos. ¿Egoísmo? ¿Falta de perspectiva? ¿Mediocridad? La respuesta solo se sabrá si hay un acto reparador desde lo institucional, justamente para que este legado no se evapore a través del paso implacable del tiempo.
Papelitos es “Iguales”
La comparsa “Papelitos” del Club Juventud Unida presenta su tema “Iguales”. Esta propuesta tiene como director a Juane Villagra.
Argumento: Era una noche calurosa y oscura en una Gualeguaychú distópica. El humo de las fábricas y las locomotoras cubrían el cielo ocultando las estrellas. El sonido de las máquinas y los silbidos de los trenes se mezclaban con los gritos y las risas de los habitantes. La ciudad estaba dividida en dos: el Este y el Oeste. En el Este, vivían Los Puros, los humanos que se consideraban superiores a los demás seres. En el Oeste vivían Los Olvidados, todo tipo de seres fantásticos como Elfos, Minotauros, Faunos, Gigantes, Centauros y otros tantos que habitaban el sector, que por su aspecto físico eran explotados y marginados por los humanos, siendo condenados a realizar las tareas más duras de la ciudad. Los Puros tenían el control de la industria, el comercio y la política. Los Olvidados su cultura, su magia y su esperanza.
Entre Los Olvidados había una joven llamada Candella. Era un hada de cabello celeste y alas doradas. Vivía en un pequeño barrio al costado de la vía, donde trabajaba como lavandera. Su sueño era ser bailarina del gran teatro del Parque de la Estación, como lo había sido su madre cuando la ciudad era una sola. Pero, las nuevas leyes que regían la ciudad prohibían el ingreso de Los Olvidados al lugar. Candella las desafiaba cada noche, disfrutando escondida, la fiesta de unos pocos.
Para la ley, estos seres eran portadores de una maldición, por eso debían conformarse con realizar sus fiestas y rituales dentro de su sector. Una vez al año, en la noche más calurosa de verano, celebraban su tradición más antigua: El Corso de la Alegría, que era una noche de felicidad, de libertad y de amor. Vestidos con caretas y trajes coloridos, recorrían la vía que delimitaba su sector, con toda su Juventud alegre y Unida. Allí podían bailar y cantar sin miedo, sin prejuicios, sin discriminación. Era la única noche en la que Los Olvidados se sentían iguales a Los Puros. Pero, ese año la celebración estaba en peligro. El alcalde de la ciudad había ordenado la construcción de un nuevo ferrocarril que atravesaría el sector Oeste, destruyendo el barrio de Los Olvidados.
En el sector Este había un joven llamado Leo. Él era un rebelde, un idealista, un soñador. Leo no compartía el odio hacia Los Olvidados, y creía en la igualdad, la justicia y el amor. El joven había conocido a Candella en una de las noches en la que ella se había infiltrado en el Teatro. Ellos sabían que su amor estaba prohibido, pero igual decidieron volver a verse en El Corso de la Alegría.
Esa noche llegó. Los Olvidados se vistieron con sus mejores galas y se dirigieron a la vía para comenzar la celebración. El alcalde, decidido a sabotear los festejos, envió a sus hombres armados para iniciar el desalojo del sector Oeste. Al ingresar en el barrio, comenzaron a sentirse algo extraños; sus cuerpos sin control empezaron a moverse de forma frenética, solo gritaron: ¡Es la maldición! antes de empezar a entonar versos divertidos que nunca se habían oído, pasando a formar parte de la gran fiesta.
Y fue esa misma noche que los humanos comprendieron que estos seres no portaban una maldición, lo que ellos traían consigo era un hechizo de alegría y unión. Esa noche, los dos enamorados sintieron que la ciudad había cambiado, que su historia había comenzado.
En estas noches calurosas de verano, celebremos nuestra tradición más antigua, y vestidos con trajes de mil colores, vivamos el carnaval sin prejuicios ni temores, donde todos seamos iguales. ¡El hechizo del Oeste, Papelitos lo propone!
Por otro lado, Sofía Funes –la reina de la comparsa- buscará consagrarse como soberana del espectáculo.
La pasista de la comparsa seguirá siendo Candela Gómez, quien el año pasado resultó ganadora de la categoría. Los Portabanderas serán Lorena Sánchez y Lucas Shapiro, y una de las voces femeninas de la banda Furia del Oeste será la de Zoe Merluccio. El vestuario está a cargo de Raulo Galarraga y Florencia Leuze será la responsable del maquillaje y las caracterizaciones.
Marí Marí propone “Ítaca”
La comparsa del Club Central Entrerriano, Marí Marí, propone una temática extraída de la literatura clásica e inspiradora en materia artística. Se trata de la temática inspirada en la Ilíada de Homero, la cual relata el viaje de Ulises a su pueblo luego de la Batalla de Troya. Su director, Facundo Lucardi, la recrea enfatizando más el proceso que vivió el héroe y no tanto sus logros o resultados.
Argumento: No hay nadie en el mundo conocido que ignore las proezas de Ulises, el héroe griego, rey de Ítaca, cuya leyenda resuena aún en los ecos de la historia.
Libros antiguos y mitos fundantes han narrado la forma en el que venció monstruos y tempestades por el indestructible amor a su leal Penélope. Pero, pocos conocen el modo en el que, en medio de sus tribulaciones y tristezas, el buen Dionisio, dios de la locura, torció el destino de su viaje para liberarlo de la oscuridad y devolverle la esperanza.
En cada noche de verano, Nuestra comparsa va a revelar este secreto y recordarnos la sabia lección que Dionisio dio a Ulises para disipar las sombras y las tristezas.
Impulsados por la alegría, disfrutando cada instante del viaje de la vida, alimentando la esperanza y los sueños llegaremos a nuestro destino prometido: Ítaca es Marí Marí, Ítaca sos vos.
Por otro lado, completando el equipo se destaca en la asistencia del proyecto, Gregorio Fariña; en vestuario, Nicolás Collazo; en carrozas, Meke Arakaki; la coordinación del desplazamiento estará a cargo de Natalia Miño y el maquillaje es creación de Leticia Nazzar,
El reinado 2025 de la comparsa Rojinegra es de Felicitas Fouce y la pasista elegida es Rosario Sánchez.
Kamarr es “Eclipsia”
La comparsa perteneciente al Club Sirio Libanés, mostrará “Eclipsia” bajo la dirección de Leandro Rosviar.
Argumento: Escuchen bien, hijas e hijos de esta tierra... Abran sus corazones y sus oídos, porque les voy a contar una historia antigua, una que nos fue transmitida por quienes vinieron antes, como un aviso, como una guía que habita en el alma de nuestro pueblo.
Hace mucho tiempo, la luna cuidaba nuestros pasos. Era ella quien, cada noche, nos iluminaba, protegiendo nuestros sueños y trayendo paz a nuestras almas. Pero con el tiempo, algo oscuro creció en nuestros corazones… una sombra alimentada por el egoísmo y la ambición, que empezó a devorar nuestra propia luz.
Dentro de cada uno de ustedes se desata una batalla eterna, una lucha que se libra en silencio, pero que es constante. Es la lucha entre dos manadas de lobos. Por un lado, los Lobos Negros: ellos encarnan la ambición, la codicia, la envidia… son las fuerzas oscuras que acechan en cada corazón humano. Aunque tienen el poder de impulsarnos hacia el progreso, si los alimentamos demasiado, terminarán trayendo destrucción.
Por otro lado, están los Lobos Blancos, guardianes del amor, de la bondad, de la paz… Ellos luchan por mantener el equilibrio, para que la humanidad no caiga en su propia oscuridad.
Hace tiempo, nuestros antepasados empezaron a alimentar más sus deseos egoístas, olvidando la compasión. Del odio y la avaricia que creció en esa época, nació una figura oscura, Eclipsia, con manos venenosas que levantaron nubes espesas, ocultando la luna. Desde entonces, Eclipsia reina desde su castillo sombrío y el mundo vive bajo su sombra.
Los sabios de los elementos nos advirtieron de este desequilibrio, pero no quisimos escuchar... Zéphyra, el brujo del Aire, ya había visto cómo las aves huirían sin rumbo, empujadas por vientos contaminados. Aquarion, el sabio del Agua, nos habló de mares y ríos que quedarían desiertos, despojados de vida. Terranova, el guardián de la Tierra, vio cómo las criaturas huían de los bosques que ahora son cenizas. Y Pyralis, el guardián del Fuego, en un grito desesperado, vio llamas que devoraban la vida misma.
Todos ellos intentaron alertarnos, y ahora, las sombras de Eclipsia se vuelven densas. Pero, no todo está perdido. Porque todavía queda una chispa en cada uno de ustedes, una chispa que es la fuerza de la elección. Esa chispa tiene el poder de cambiar el curso de la historia, y está en cada una de sus manos.
Recuerden esto, hijos e hijas de esta tierra: cuando elijen el amor, iluminan el mundo. Cuando eligen el odio, la oscuridad se extiende. Cada acto de bondad y respeto es un canto que se une al latido de la Tierra, y nos acerca a la paz. El verdadero poder de la humanidad no está en las grandes decisiones, sino en los pequeños gestos de cada día.
Dentro de ustedes viven ambos Lobos, los Negros y los Blancos. La verdadera lucha es aprender a convivir con ellos, a escuchar esas voces que nos hablan desde adentro. Que cada uno de ustedes, hijos e hijas, se esmere en alimentar a los Lobos Blancos, para que el brillo de la luna vuelva a acompañarnos y que Eclipsia, finalmente, pierda su poder.
Así, en equilibrio, vamos a encontrar juntos el camino hacia la armonía.
Esta es nuestra lucha, y este es nuestro destino. Que nuestras elecciones vuelvan a encender la luz que siempre nos ha guiado… Que las sombras de Eclipsia no apaguen nuestra luz.
La dirección de la puesta de escena está liderada por Lucas García; la batucada por Fabián Iturburúa; el vestuario por Evaristo Ayala y Celeste Airala y las banderas del club flamearán al compás de los movimientos de Yamila Brusca y el “Colo” Lescano.
Por otra parte, quien llevará la corona de los Lobos será Agustina García. Mientras que Caravana de Carnaval será la banda que musicalizará el desplazamiento de la comparsa y la magia y el arte de la pasista Daiana Delgui completan la propuesta.
Ará Yeví se transforma en “Endiablada”
Luego de un año sin competir, Ará Yeví (Club Tiro Federal) vuelve a ser parte de la animación activa del Carnaval del País.
Con la dirección de Guillermo Carabajal, la propuesta “Endiablada” se presenta con ansias de hacer historia y con el desafío de unir a las culturas como un verdadero diálogo entre las identidades y las artes.
Argumento: Es una historia en la que el Rey Momo, personaje emblemático de los carnavales latinoamericanos, ante el rumor de que en el norte argentino existía un carnaval que escapaba a sus influjos, sella un pacto con Supay, Dios del Inframundo, por el cual, Momo sería coronado rey de los carnavales de Jujuy eternamente, si atravesaba los peligros que acechan la cueva de la Salamanca y, vestido de diablo, alegraba las calles norteñas durante nueve noches.
Momo sorteó entonces con valentía los peligros de la Salamanca y durante los días siguientes, se sumerge en la celebración humahuaqueña, uniéndose a la diablada, una tropa de trajeadas ilusiones, que cada año desentierra a su Pujllay. Su Pujllay es el diablo, enamorado de la Pacha, que fecunda la tierra, desatando el carnaval.
El dios carnavalero es testigo entonces de que por nueve noches nadie es el mismo en la quebrada, porque entre chicha, cascabeles, bombos y serpentinas, el yugo de todo el año, a su paso, el carnaval disipa. Las almas, durante ese tiempo fugaz, son peregrinas de un legado ancestral que las recorre. Cuando canta Jujuy, cantan los pueblos que cayó la historia y cantan también los ancianos, los niños, los jóvenes, en una sola voz que no se esconde y que se alimenta de la gratitud a la madre tierra. Al final de las 9 noches, vuelve a La Salamanca, ungido por el pueblo como el más alegre de la fiesta. Pero cuando Supay iba a coronar a Momo como el Dios supremo de los carnavales del norte argentino, éste se rehúsa, reconociendo que la verdadera reina del carnaval no es otra que la Pachamama. Supay, desencajado, por no poder desterrar los influjos de la Pacha sobre Jujuy, infunde a Momo un maleficio por el cual éste llevaría el traje de diablo pegado a la piel por el resto de la eternidad. Sin embargo, lejos de constituir un maleficio para Momo, éste toma al traje como símbolo de su transformación y, endiablado, decide llevar el legado de la Madre Tierra a todos los carnavales del mundo, siendo un recordatorio viviente de que la verdadera alegría es la que se comparte; es aquella que, por sagrados instantes, nos sustrae del peso de la cotidianeidad y nos conecta con nuestros ancestros y con la niñez que habita nuestras almas; es aquella que suspende los que somos individualmente, pausa el peso incesante del tiempo, y nos funde con el universo y con nuestra Madre Tierra.
Que suenen los bombos y charangos, que los sikus eleven su canto, que hoy Ara Yeví es ofrenda para nuestros hermanos del Norte Argentino, porque encuentra en este ritual andino, raíces de nuestra cultura que deben integrarse para siempre a nuestra identidad carnavalera.
El carnaval siempre hace -a quien lo habita. un poco más feliz. Por eso, esta noche dejemos endiablarnos por el legado ancestral de Ará Yeví.
No es menor que se haya confirmado el regreso de la banda Alma Carnavalera, con la dirección y el arte del matrimonio “Titi” Pauletti y Belén Greco, quienes hacen del ritmo y la canción una elevada expresión creadora para el deleite de las sensibilidades y las emociones.
La dirección de la batucada es responsabilidad de Leo Stefani, la coreografía está a cargo de Fernanda Marchesini; la puesta en escena, de Lino López; la dirección de carrozas, Adrián Ghiglia y Emanuel Pérez; y la asistencia en dirección, Fabián Dumucet. Además, la corona la llevará Dalila Cepeda y la encargada de hacer bailar a todo el público en su rol de pasista es Camila Carro.
Lo que se viene
El Carnaval del País se iniciará el 4 de enero y tendrá continuidad durante 11 noches, de acuerdo al siguiente cronograma:
* Enero: los sábados 4, 11, 18 y 25.
* Febrero: los sábados 1°, 8, 15 y 22.
* Marzo: feriado del Carnaval, sábado 1°, domingo 2 y lunes 3.
El Carnaval del País ahora está listo para exhibir el silencioso trabajo que desde hace un año se viene desarrollando en los talleres y en los galpones de cada comparsa; pero también en las sedes de cada club con una comisión que gestiona las 24 horas los 7 días de la semana.
El despliegue por los 500 metros de largo que tiene la pasarela del Corsódromo implica una aceitada como quirúrgica organización: hay que tener presente que gran parte de su producido, permite a los clubes destinarlo para sostener sus propuestas educativas integrales y que son modelo en la construcción de una sociedad.
El acierto de la dirigencia de los clubes es que de esta matriz “carnavalera” surgen parte de los recursos que consolidan y sostienen las instituciones educativas que funcionan en las propias sedes de las entidades sociales y deportivas desde el nivel inicial hasta el terciario, según los casos. Se trata de una propuesta integral, cuya infraestructura edilicia sobresale por su magnitud; con planteles de docentes y auxiliares, gabinetes especializados, y una calidad académica que es marca distintiva en la ciudad.
El Carnaval del País es algo más que la nave insignia de la temporada de turismo. De algún modo también es la nave nodriza del desarrollo de Gualeguaychú por su derivación nada menos que en el plano de la educación y la formación integral de las personas.