(De ANÁLISIS)
El intendente de Concordia, Francisco Azcué, se sumó a la lista de presidentes municipales que cuestionaron en duros términos las gestiones de sus antecesores en la apertura de sesiones del Concejo Deliberante. Anoche en el Cine Teatro Odeón dijo que recibió “un municipio fundido” de manos de Enrique Cresto (PJ), habló de “una deuda no registrada monstruosa” y contó como desmontó “curros y kioscos”. También declaró “la guerra al narcotráfico” y advirtió sobre la falta de agua en distintos barrios y la existencia de 5 mil baches en el ejido urbano. Y anticipó que en los próximos días dará a conocer un auditoría realizada por la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
“Con mi equipo teníamos un diagnóstico que se ha visto confirmado en estas pocas semanas que llevamos al frente del gobierno. No se trataba de una elucubración política ni de la suma de quejas y lugares comunes propios de una competencia electoral”, introdujo Azcué.
“Concordia no es una ciudad pobre, sino una ciudad empobrecida por la lógica de controlar la pobreza en vez de resolverla. Nuestra decadencia no obedece a un desastre natural ni a una derrota bélica, sino que nos hemos visto atrapados por una estrategia de poder que construyó una cultura en la que el rol del Estado se asoció a garantizar la continuidad política del oficialismo”, señaló luego.
Azcué denunció que al llegar al municipio con el equipo de Hacienda se encontraron con que “no existía información fidedigna que permitiera ejercer control alguno” ni “información adecuada para tomar decisiones”.
“Lo que había era insuficiente, no estaba disponible o no resultaba confiable. Y abundaban las inconsistencias de manera sistemática, sin ninguna práctica de control de inventario, de bienes de uso, ni registros certeros de cómo y en qué gastaba el municipio. No pudimos saber ni cuántas resmas se habían comprado en el último año”, describió.
“Quiero ser claro: nos entregaron un municipio fundido, lo que se vio agravado con la fuerte recesión, la baja recaudación y la caída estrepitosa de los ingresos lo que nos obligó a hacer un drástico recorte del gasto público en línea con el presidente Javier Milei y el gobernador Rogelio Frigerio. De haber seguido con el mismo nivel de gastos anterior al 10 de diciembre, hoy no podríamos ni siquiera pagar los sueldos”, comparó más adelante.
“Una administración eficiente del gastos nos está permitiendo superar la crisis que dejaron Alberto Fernández y Sergio Massa con su plan platita, que desató una inflación descontrolada”, agregó.
“No nos van a correr con que dejaron depósitos en pesos porque la única verdad es que la deuda en dólares se actualizó automáticamente por el nuevo valor del billete verde y por si fuera poco la deuda que heredamos rondaba los 8 mil millones de pesos, más 5 mil millones comprometidos en obras”, precisó.
“En la misma semana en que asumí, me llegó una carta documento de la Cooperativa Eléctrica por una deuda de 300 millones de pesos que databa de mayo de 2023”, ejemplificó luego.
Más adelante, Azcué refirió que un relevamiento detectó “más de 5 mil baches”, una parque automotor y de maquinarias que mostraba “un panorama penoso y lamentable que nos conducía a bajar los brazos antes de empezar”.
El intendente resaltó también “la determinación de cortar de cuajo con algunos de los mayores kioscos que aparecieron, de entrada el curro de las cooperativas de trabajo. Me cuestionaban, pero tenían casi 100 millones de razones por mes para patalear aferrados a sus privilegios a costa de los impuestos de todos ustedes y no me tembló el pulso en tomar esa decisión”, sostuvo.
La inseguridad fue otro tema que abordó Azcué y señaló que “viene de la mano del flagelo de las drogas”. Ante ello, aseguró: “Decidí involucrarme en política básicamente porque quiero trabajar en la búsqueda de soluciones a este problema. Estoy cansado de ver a criminales que arruinan la vida de nuestros gurises. A ellos les digo que son nuestros enemigos y vamos a hacer todo lo posible para que terminen donde merecen estar, que es en la unidad penal. Yo en este momento le declaro la guerra al narcotráfico”, enfatizó.
Respecto a la planta de trabajadores, informó: “Seguiremos sustanciando los sumarios administrativos que fueron dejados por la administración saliente. Hemos detectado casos graves con personal municipal incurso en conductas delictivas. Los delincuentes no son bienvenidos en la municipalidad porque deshonran a los trabajadores que dan lo mejor de sí”, señaló.
“Asumimos con una deuda no registrada monstruosa y el municipio hoy en día está pagando deudas con más de 12 meses de antigüedad y nos siguen presentando facturas de alquileres, de camiones de parientes o amigos de funcionarios que se fueron, como así también gastos de consultorías políticas, pautas publicitarias millonarias en medios y hasta algún que otro diseñador gráfico que ha devenido un productor de videos de campaña”, expuso Azcué sobre el final de su mensaje.
Por último, anticipó que está en marcha una auditoría que le encargó a la Universidad Nacional del Litoral “respecto de los años transcurridos hasta 2023 y en años anteriores”. Según dijo, próximamente “será presentada a la sociedad”.