Por Hugo Remedi

Las actitudes claudicantes y serviles que tuvieron dos senadoras provinciales del PJ, para derrumbar al Iosper y tratar un proyecto de ley a medida de los intereses del gobierno provincial en su reemplazo tiene un paralelismo similar, solo con otro hecho legislativo que remonta a 2002 cuando un diputado por Colón (también justicialista) cantó ante el estupor general el escandaloso “voto por la negativa”, impidiendo que avanzara de ese modo la posibilidad de llevar adelante el juicio político al gobernador de entonces Sergio Montiel, promovido incluso por varios radicales de entonces.

Los compra “patrias” del gobierno provincial, sobre todo su jefe de tareas, pueden decir: misión cumplida, ya se cruzó el Rubicón, la suerte está echada. Y todo gracias a la generosa voluntad de las senadoras Nancy Susana Miranda (Federal) y Gladys Elizabeth Domínguez (Feliciano).

Salir de compras por el mercado de las pulgas no le tiene que haber sido tan oneroso al gobierno que transpira discurso de transparencia. Quizás un par de cargos, alguna obra, un enripiado o algún aparato hospitalario estarán bajo promesa en el inventario del acuerdo.

Lo del diputado Félix del Real, quien hizo tronar los cimientos de la Cámara de Diputados en aquel abril de 2002, tuvo finalmente ribetes mucho más escandalosos que el que seguramente va a tener este. Como dimensión de cómo el poder político y el subyugado manejan en complicidad espurias soluciones a oferta y demanda, todo huele demasiado parecido.

En aquella jornada de la historia, el hasta entonces desconocido diputado “Laucha” Del Real (ocupó varios cargos desde el PJ, incluso fue intendente de Colón), en un instante dejó de ser el voto 19 que necesitaba el pleno para avanzar en el intento de juicio político a Montiel, y segundos antes de salir del recinto, arrastrado por la policía que esperaba el momento para entrar y sacarlo y evitar que diera explicaciones comprometedoras para el gobierno, alcanzó a decir “voto por la negativa” y desapareció. Como consecuencia, nació el escándalo y su carrera política se derrumbó.

Curiosidades de aquella tragedia recuerdan que, Andrés Rodríguez, secretario general de UPCN a nivel nacional, había estado reunido con Montiel algunos días atrás y también que se asociaba a Del Real con quien ya era el titular de la “sucursal” Entre Ríos, José Allende. Una particularidad que demoró 23 años en repetirse, pero con algunas “lauchas” diferentes, claro.

Después de aquel voto del escándalo, Entre Ríos vivió momentos de mucha zozobra y de preocupación social con gente en la calle y la Policía de entonces reprimiendo a tono. Y, diputados sesionando en la Biblioteca Popular en una asamblea que -curiosamente- fue presidida por el entonces diputado radical disidente y hoy fiscal de Estado, Julio Rodríguez Signes.

En síntesis, siempre se habló de plata mal usada, Montiel siguió en su cargo, el peronismo todavía anda buscando la tortuga que se le escapó entonces y Del Real (ya fallecido) terminó en la Siberia.

Viniendo al presente, lo impávido de las caras de ambas legisladoras durante la sesión denotaban el nerviosismo y el mal momento que fueron pagando, sobre todo cuando el resto de sus compañeros de bloque se levantaron y las dejaron solas mi alma.

No obstante, Miranda salió al toro pero con la capa agujereada.

Y por su descargo, se observó que lo más importante no le quedó en claro, o bien lo disimuló sin mucha suerte. Nadie se preocupó si hubo traición al PJ, en todo caso será un tema asociado. El punto central y que se le reclama a ella y a “Meca” es que traicionaron a los afiliados al Iosper, por si no quedó claro. Lo demás es humo.

En este espectáculo de tiro al pichón, será por ejemplo ahuecar nuestra capacidad crítica, aceptar que la senadora Miranda haya dicho que se abstuvo de votar a favor de la iniciativa pretendida por el gobierno provincial solo porque no se había mantenido la palabra Iosper, cuando ya estaba todo solapadamente arreglado de antemano. De modo tal que tanto ella como Domínguez y alguna otra senadora del mismo bloque siempre fueron parte de las conjeturas, que las ponían del lado del gobierno para acabar con el Iosper.

Suerte de adivinos sino…

Ahora comienzan las otras especulaciones. Miranda y compañía van a seguir en el bloque opositor como si nada, van a conformar otro que se podría llamar CCN (Cuenten Con Nosotras), se va a partir el bloque de nueve senadores opositores a favor del gobierno, las van a recibir en el rodeo PJ nuevamente sin explicaciones o el oficialismo finalmente, va a tomar el control del Senado entrerriano: tarea para el ministro de gobierno.

Que Miranda y Domínguez cuenten cómo las convencieron desde el gobierno para destruir al Iosper y crear al OSER, permitirá ventilar aire puro sobre un hecho que hoy por lo pronto no tiene más explicación nauseabunda, que la que deviene de una infección “intrahospitalaria”.

Digo, para no caer en aquello de: “Mataste al tigre y hoy le tenés miedo al cuero”.