Paraná: según un relevamiento de AGMER, hay 13 escuelas a las que les faltan los vidrios

Si de frío se trata, también hay que decir que la mayoría no tiene gas natural, otras ni siquiera una garrafa. También hay otras que tienen gas, pero sufren la falta de estufas. Pero el problema es que muchas de ellas tienen vidrios rotos, lo que hace que la calefacción no sea efectiva.

Para citar algunos ejemplos, según el relevamiento de AGMER Paraná, las escuelas que tienen problemas son: Guadalupe, Terán, Héroes de Malvinas, Bazán y Bustos, Constituyentes, Zácaro, las cinco escuelas que funcionan en el Complejo Escuela Hogar y la escuela secundaria Lomas del Mirador.

En algunas instituciones comentaron que son las cooperadoras las encargadas de solucionar los problemas que existen cuando faltan vidrios. “Acá ahora no hay tantas ventanas rotas, pero no tenemos fluorescentes porque se quemaron y es muy difícil repararlos por el costo que implica”, detalló una docente de la esuela Bazán y Bustos, ubicada en calle República de Siria.

En la escuela Héroes de Malvinas contaron que la cooperadora trabaja constantemente para reparar los vidrios que se rompen y lo mismo contestaron la mayoría de los establecimientos consultados.

Hace tiempo que las escuelas reclaman para que el estado otorgue mayores partidas. “Si están atrasadas las partidas de limpieza y envían sólo 50 pesos (para las escuelas chicas) por mes, los gastos para reparación que envía el gobierno son ínfimos y nunca alcanzan”, dijo Gervasoni y destacó también la figura de las cooperadoras y los mismos docentes que muchas veces sacan dinero de sus bolsillos, organizan rifas, ventas de empanadas y otros productos para salvar los gastos. Un vidrio cuesta alrededor de 100 pesos. “A veces falta la mitad, en otras los sacan porque están quebrados y son un peligro, en otras escuelas faltan en varias aulas. Es tan variable como son las escuelas de Paraná”, dijo Gervasoni a diario Uno.

Contó que las escuelas no han recibido todavía ninguna partida para mantenimiento y limpieza de los edificios. La última vez que obtuvieron sus recursos fue en abril pasado, aunque con notorio atraso: les enviaron los fondos correspondientes a octubre, noviembre y diciembre de 2009. Pero de 2010, todavía nada.

La situación obligó a los directivos a idear diferentes mecanismos de recaudación de dinero para comprar elementos clave como lavandina, papel higiénico y mantener así el aseo de los edificios y de los propios alumnos y docentes. Más aún cuando las partidas que destina el Consejo General de Educación (CGE) no se actualizan desde hace un año.

No es mucho, de igual modo, lo que se destina a mantener y asear los edificios escolares provinciales. El monto varía de acuerdo con la categoría del colegio, y esto depende de la matrícula con que cuenta: alrededor de 94 pesos para las escuelas de 1ª y de 2ª categorías.

Sin recursos con los cuales mantener limpios los establecimientos, los directivos recurren a distintas variantes, entre éstos “acuden a las asociaciones cooperadoras, que siempre están dispuestas a trabajar para que los chicos tengan todo lo que necesitan”, especificaron desde el gremio.

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