Argentino B: Belgrano no levanta cabeza y volvió a caer en su casa

Ya en el primer minuto de juego, Belgrano mostró la primera desatención en la última línea cuando Todoro falló en su definición al ingresar solo por el centro del área local. Pero el conjunto paranaense, lejos de achicarse, fue en busca de quedar por primera vez arriba en el marcador en lo que va de la competencia.

Y lo consiguió a los 10 minutos, luego que Cáceres se sacara dos rivales de encima dentro del área a pura potencia y clavara la pelota en lo alto del arco ante un inútil intento de manotazo del arquero Stucky. Y la ventaja pareció sentarle bien al local, que estuvo cerca de ampliar minutos después, pero Suárez elevó mucho su disparo.

Pero la alegría duró poco. Todoro comenzó a ser el eje de las réplicas visitantes y a manejar los hilos del equipo dirigido por Omar Racca. Y el Lobo rafaelino comenzó a atacar por la derecha, aprovechando la muy mala tarde que tuvo Matías Pérez a quien superaron cuanta vez se lo propusieron. Y Tantera anunció lo que vendría unos minutos después, luego de recibir un centro atrás de Mathier.

Y fue justamente el volante por derecha quien escaló por su carril cuando iban 18 minutos, cruzó el balón al segundo palo y Galant salvó ante el cabezazo de Segovia. Sin embargo, de ese tiro de esquina, el arquero Mondonguero le jugó una mala pasada el fuerte viento y la pelota mojada, y se le escapó la pelota cuando intentó atraparla entre sus manos, con la mala suerte de que Nicolás Canavessio estaba al acecho para empujarla y decretar la igualdad.

Después del empate, la intensidad del juego se redujo y ambos equipos comenzaron a prestarse la pelota. Amén de ello, era la visita la que contaba con las opciones más claras, enviando centros a las espaldas de Díaz y Salguero, quienes pudieron evitar poco la aparición solitaria de Segovia por el segundo palo.

Y justamente, fue el delantero rafaelino el que puso en ventaja a la BH a los 39’, cuando tuvo fineza en su tercer cabezazo consecutivo ingresando en soledad por atrás de todos. La derrota parcial obligó a Belgrano a adelantar sus líneas y fue un adelanto de lo que ocurriría en la segunda etapa, señala El Diario.

El complemento fue propiedad del local desde que comenzó hasta que el árbitro, de buen partido, decretó el final del mismo. Fontana decidió el ingreso de Flores por Pérez, y así el esquema pasó de 4-4-2 al 3-4-1-2, con el juvenil como enlace.

Y comenzó así la hegemonía de Belgrano. La cancha pesada, que se aguantó en excelentes condiciones los 90 minutos, y las piernas le comenzaron a pasar factura a los jugadores de Ben Hur, quienes regalaron la pelota y el terreno a los paranaenses, y más aún cuando salió golpeado Todoro.

Los volantes locales intentaron asociarse entre ellos y triangular con Cáceres y Suárez como pivotes. El esférico era patrimonio del Albiceleste, pero por momentos carecía de profundidad. A su vez, se utilizó casi siempre el carril derecho como camino al área rival, aprovechando el buen partido que jugó Barrios por ese sector.

Sin embargo, no supieron aprovechar los espacios que el rival le dejó en los últimos 25 minutos por la izquierda. Esta tendencia entorpeció, en cierto sentido, los intentos de llegar a la igualdad. Y Ben Hur mostró una gran fortaleza defensiva, que le terminó saliendo bien, pero que es peligrosa si se abusa de ella puesto que se replegó demasiado en su arco.

Los minutos pasaban, y la ansiedad y nerviosismo por llegar a la igualdad, ya totalmente merecida en esos momentos, se apoderaban de los hombres locales. A los 31’, el segundo asistente Arturo Dino levantó su banderín cuando Cáceres marcaba la paridad transitoria de cabeza.

Belgrano continuó insistiendo con centros al área rival que casi siempre encontraron las firmes manos de Stucky. El equipo de Fontana probó muy poco con remates de larga distancia, variante que deberá trabajar en partidos cerrados.

Así llegó el epílogo, y ni la última del partido le salió al Mondonguero, cuando Salguero cabeceó por encima del travesaño luego de un tiro libre de la derecha y se perdió la que hubiese sido una merecida igualdad.

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