Un hombre de 50 años, profesional, denunció que en Paraná existe una organización dedicada a ofrecer prostitución VIP a sectores de clase alta como políticos, empresarios, deportivos y profesionales que pueden desembolsar importantes sumas de dinero para satisfacer sus bajos instintos. El problema estaría dado en el hecho que la esposa y la hija del denunciante formarían parte de ese circuito por lo que buscó la asistencia legal de dos abogados para avanzar con una presentación ante la Justicia.

Los abogados Humberto Franchi y Nora Lanfranqui están estudiando la forma en que harán la denuncia ya que por tratarse de mujeres mayores de edad deben ajustar los detalles técnicos. “Sería una posible trata de blancas, incitación y facilitación a la prostitución y hasta la existencia de estupefacientes”, resaltó Lanfranqui a Uno, quien aclaró que por cuestiones de seguridad se reserva el nombre del denunciante.

La letrada informó: “Según los dichos de nuestro cliente se está frente a la prostitución de mujeres mayores de edad, que son obligadas a integrar una red VIP que ofrece servicios caros a la clase alta de Paraná y otras ciudades de la zona. Mencionó que los asistentes son profesionales, políticos o empresarios”.

“El problema pasa por que estas mujeres se encuentran cautivas de la organización que las traslada constantemente a varios puntos del país para prestar este tipo de servicios”, añadió Lanfranqui para remarcar que “integrantes de su familia fueron captadas por el grupo y él, a través de la Justicia, quiere ayudarlas a salir”.

Con la documentación de respaldo, el hombre impulsó la denuncia que tiene como principio la intrusión de una vivienda céntrica de Paraná.

La letrada informó: “El organizador de este tipo de servicios, según mi cliente, es un hombre que estuvo muy vinculado en la dictadura militar, con los servicios de inteligencia y en las tareas de represión ilegal. Ese hombre habría buscado varias mujeres que en la dictadura estuvieron detenidas y que al haber sufrido el cruento encierro, padecen el miedo constante”.

“Este tipo de actividades se realizan en quintas aledañas a Paraná a la cuales asisten políticos de alto nivel, funcionarios, empresarios o reconocidos deportistas, ya que este sistema no funciona con gente que no tiene dinero”, afirmó Lanfranqui.

Reconoció que el denunciante tiene dos familiares directos, su esposa y su hija, que ingresaron en ese tipo de actividades controladas “por miedo y por el posible consumo de drogas”.

Lanfranqui aclaró que “la denuncia que realizaremos ante la Justicia debe tener un fundamento y sostén lógico, ya que no se puede acusar a alguien sin los elementos necesarios. Nosotros actualmente contamos con pruebas que nos indicarían que al menos hay una veracidad muy importante en los dichos de nuestro cliente”.

Consultada sobre el encuadre legal, advirtió que “una mujer mayor de edad puede ejercer la prostitución por diversos motivos y eso no es delito, pero en esta actividad habría una situación de trata de blancas y que estas personas son ofrecidas a gente que compra los servicios y la carne humana”.