Gabriel Michi

Cuando nos preguntan de qué trabajamos decimos: "soy periodista". Rara vez respondemos que trabajamos "de periodistas". Porque esto es mucho más que un trabajo. Es una identidad. La forma en que vivimos. Una pasión que nos atraviesa. Un ADN. Somos periodistas las 24 horas del día, los 365 días del año. Es mucho más que un trabajo. No digo que esto sea una virtud. Sólo lo describo.

Si no fuese así, si no fuese tan sanguíneo y pasional, no se explicaría porque seguimos haciendo lo nuestro con tantas contras: 

- Con salarios que no alcanzan y que nos obligan al multiempleo.

- Con condiciones paupérrimas en muchos casos para poder realizar estas tareas con la mayor dignidad posible.

- Con riesgos permanentes, poniendo en juego nuestra propia vida, en guerras declaradas y otras que no lo son pero que existen.

- Con guardias eternas bajo el frío, el calor, la lluvia y cuanta inclemencia del tiempo se les ocurra.

- Con un contacto permanente con personas de interés público y con un mundo de los que no formamos parte, sólo lo retratamos;

- Con un hostigamiento feroz de los poderosos, particularmente en este momento tan difícil, con un gobierno que pide a la sociedad que nos odie y donde nos agreden violentamente por cumplir con nuestra misión.

Una misión que no es otra que la de informar y contar lo que pasa. La de revelar lo que los poderes quieren ocultar. La de mostrar a los ciudadanos lo que necesitan conocer. Y visibilizar lo invisibilizado. Con virtudes y defectos. Pero con la convicción de que no nos van a callar a pesar de las amenazas y ataques. Porque eso sería una puñalada contra la Libertad de Expresión y, por supuesto, contra la democracia. Porque ese servicio ante la sociedad es nuestra razón de ser. Y lo vamos a defender a pesar de todo.

Por todo eso, ser periodista es mucho más que un trabajo. Es una identidad.

A todos los colegas que lo sienten así y que lo viven así...

¡Feliz día del Periodista!

PD: y a los que con el compromiso con su tarea hacen honor a nuestro querido José Luis Cabezas, quien dio literalmente su vida por el periodismo.