Después de haber conseguido tres campeonatos en el año con Boca Juniors, el delantero Martín Palermo contrajo enlace con la ex modelo paranaense Lorena Barrichi en una ceremonia que tuvo lugar en el Registro Civil de la calle Uruguay de Buenos Aires. Cabe recordar que la pareja se conoció en la ciudad de Paraná en ocasión de disputarse una competencia de Turismo Carretera donde Barrichi hacía las veces de promotora y Martín acompañaba a su amigo, el piloto Roberto Dal Bo.
A las 11 de la mañana de ayer, en el Registro Civil de la Calle Uruguay de Buenos Aires, la modelo paranaense Lorena Barrichi se convirtió legalmente en la esposa del goleador de Boca Martín Palermo.
El acto se realizó en el más estricto secreto y con la sola participación de unos pocos amigos de la familia que fueron convocados por la pareja. Ni siquiera la madre de ella —que vive en Paraná— estuvo presente en el lugar.
Los testigos de la ceremonia religiosa fueron un allegado de la familia que llegó especialmente desde España —donde la pareja Palermo vivió mucho tiempo— y una amiga de Lorena de Buenos Aires.
De esta manera, se define una historia de amor que nació en Paraná, tuvo ribetes escandalosos, adquirió trascendencia nacional, se consumó en Europa y siempre concitó la atención de la gente. Martín y Lorena se conocieron en el autódromo Ciudad de Paraná, vivieron románticas escapadas por las calles de la ciudad, se visitaron en secreto más de una vez y lograron mantener viva una pasión que parecía un amor de verano.
Contra todos los pronósticos, la modelo y el futbolista se apartaron de las páginas de las revistas del corazón y en la intimidad de su casa en España lograron consolidar una pareja que sobrevivió a más de una tempestad. El año pasado, inclusive, Lorena sufrió un problema cerebro vascular que la tuvo “al borde de la muerte” y que motivó su inmediato traslado a Buenos Aires. Con la ayuda de su pareja y el equipo profesional que la atendió, la joven nacida en Bovril superó el trance y siguió adelante.
La boda de la pareja llega en un momento de inconmensurable felicidad para el jugador: coincide con el triunfo del primer equipo de Boca como campeón del Torneo Apertura de Fútbol argentino y de la Copa Sudamericana, lograda en la noche del domingo.
La ceremonia religiosa tendrá lugar el viernes y será custodiada para evitar la presencia de los medios, con los que el crack siempre ha tenido una muy mala relación. Esa misma noche habrá una fiesta multitudinaria y, después un viaje “posiblemente a Punta del Este, o un lugar muy cerquita, porque Martín tiene que volver a los entrenamientos en los primeros días de enero”, confió una fuente cercana a la familia.