Con el 0-0 obtenido en calidad de visitante ante San Martín de Mendoza, el equipo dirigido por el ex Gimnasia de Entre Ríos, Carlos Roldán, y que entre sus filas cuenta con varios elementos que pasaron por el Lobo uruguayense, inscribió su nombre en la segunda categoría del fútbol argentino. Los locales lucharon durante todo el partido, pero no pudieron anotar y vuelven al Torneo Argentino A.
San Martín de Tucumán empató 0 a 0 contra su homónimo de Mendoza y como en el partido de ida había ganado 1 a 0, consiguió el ascenso a la B Nacional. Jugando mejor que su rival pero sin tener eficacia ofensiva, el equipo tucumano se vio beneficiado por el empate y dejó atrás el Torneo Argentino A.
En el comienzo el equipo local tomó la iniciativa atacando con tres delanteros a la línea de tres del equipo de Carlos Roldán. En el primer minuto de juego derribaron a Pablo López en el borde del área y de tiro libre Baigorria buscó colocarla pero se le fue por arriba. Igual suerte tuvo Tiersigi a los 8 minutos, cuando aprovechó un rebote y sacó un fuerte remate cruzado. También Estuvo cerca de ponerse en ventaja con un cabezazo de Bonvin después de un tiro de esquina que se fue afuera, asevera Olé.
Pero con el correr de los minutos, los visitantes tomaron las riendas del juego y fueron acorralando a los dirigidos Luis Blanco. El negocio de los Santos estaba por el sector izquierdo. Iniciando las jugadas por ahí, Cortés encontró el espacio para rematar desde afuera, pero el tiro se fue lejos y tras una muy buena jugada de Ibáñez, Bernal quedó de frente al arco, pero en una gran atajada, Migliardi logró sacar un tiro que se metía pegada al palo izquierdo. Los centros fueron un arma recurrente del conjunto tucumano, pero carecieron de efectividad.
El segundo tiempo siguió con una tendencia favorable para los tucumanos que no supieron definirlo y por eso sufrieron en cada ataque mendocino que tuvo en Bombin y en Islas dos amenazas constantes. La más clara de los mendocinos fue tras un centro de izquierda a derecha que cruzó toda el área y que Bonvin no llegó a empujar.
Sobre el final, el partido fue vibrante y de arco a arco con situaciones para ambos equipos. Parecía que Morales ponía el 2 a 0 global, pero el palo le dijo que no. El rebote de esa jugada le quedó a Zárate que pateó suave, un defensor salvó en la línea y otra vez le quedó a Morales que remató y el arquero mendocino, Migliardi tapó el pelotazo en el aire. Aguantando las situaciones adversas, y desperdiciando las propias, los dirigidos por Carlos Roldán ascendieron a la Primera B Nacional.
Un poco de historia
San Martín de Tucumán dejó atrás un pasado incierto tanto en lo futbolístico como en lo institucional y resurgió de las cenizas para recuperar un lugar en la Primera B Nacional tras una ausencia de cinco años, al ganar hoy la Promoción. De la mano de Carlos Roldán, un técnico estrechamente vinculado con los sentimientos sanmartinianos, el conjunto tucumano logró el segundo ascenso consecutivo y llegó a la segunda categoría del fútbol argentino después de superar en la serie a San Martín de Mendoza.
El santo alcanzó el objetivo tras vencer como local a los mendocinos por 1 a 0, con un gol de Juan Manuel Cortés, y empatar hoy la revancha como visitante 0 a 0.
Atrás quedó una época oscura que llevaron a este club, uno de los más populares del país, a competir en la liga provincial como única opción deportiva.
Además, los dirigentes tuvieron que solicitar la convocatoria de acreedores para intentar paliar una deuda millonaria que puso en riesgo su existencia institucional y que hoy está a punto de ser saldada.
Los problemas para San Martín comenzaron en la temporada 2000/2001 cuando perdió su plaza en la B Nacional, siguieron al año siguiente al descender del Argentino A y se agudizaron en 2003 cuando La Florida, un modesto equipo tucumano, lo eliminó del
Argentino B y lo condenó a jugar en la Liga Tucumana de Fútbol.
Unos meses después, el grupo que gerenció el fútbol profesional del club decidió contratar a Roldán, que venía de trabajar en instituciones importantes de la B Nacional, y comenzar a transitar el camino de la recuperación de un equipo que logró dos ascensos consecutivos en apenas un año.
Tras consagrarse campeón provincial, al ganar el torneo Anual organizado por la Liga Tucumana de Fútbol, San Martín fue uno de los equipos invitados a participar en el renovado Argentino B.
La transformación de ese torneo tuvo como finalidad devolverles el protagonismo en competencias nacionales a clubes históricos que quedaron marginados con el paso del tiempo.
San Martín fue uno de los que aprovechó la ocasión y el 21 de mayo del año pasado consiguió el ascenso al Argentino A tras adjudicarse las dos fases clasificatorias de la zona Norte y derrotar en la final a Patria de Formosa por 2 a 0, con goles de Jorge Serrano y Gustavo Ibáñez, actuales integrantes del plantel campeón.
A esa altura, Roldán había logrado superar los cuestionamientos de un sector de la hinchada por la actuación del equipo que estuvo cerca de ser eliminado en el Apertura y comenzaba a fortalecerse un plantel que terminó siendo la base del que ganó el segundo ascenso un año después.
Pero el destino le preparó una nueva prueba de fortaleza anímica a jugadores y simpatizantes ya que no pudo llegar por la vía directa, cuando estaba todo listo para ganarle la final a Villa Mitre y dar la vuelta olímpica la semana pasada.
La fiesta estaba preparada en La Ciudadela, pero se postergó porque, tras empatar los dos partidos -2 a 2 y 1 a 1-, los bahienses vencieron en la definición con tiros desde el punto del penal y obligaron a los tucumanos a jugar la Promoción.
Así apareció en el camino San Martín de Mendoza, que parecía ser un escollo más complicado, aunque Roldán y sus jugadores se recuperaron del gol anímico y esta vez no desaprovecharon la ocasión para conseguir el ascenso.
Experimentados como Juan Monge, José María Bernal –ambos arrancaron el proceso jugando en la liga local-, Javier Lavallén, Luciano González, Pablo Cantero y Leandro Avila se complementaron muy bien con figuras locales como Mario Vera, Gustavo Ibáñez, Lucas Oviedo y Juan José Morales o jóvenes promesas como David Robles.
También hicieron su aporte el interminable Carlos Morales Santos, Cristian Zárate, Juan Cortés, Miguel Nievas Escobar, Walter Molina, Daniel Villalba, Manuel Acosta, Juan Elúa, Jorge Serrano, Antonio Ibáñez, Juan Lubo y Esteban Salvatore.
El equipo fue alentado por una hinchada fiel y seguidora que recorrió varios miles de kilómetros para apoyar al equipo y tuvo un promedio de 12.000 personas por partido jugado en La Ciudadela, con picos de casi 30.000 en las finales.
San Martín logró recuperar hoy su lugar en el fútbol nacional, donde escribió páginas importantes de su historia.
Dos ascensos a Primera división, el primero pasando de jugar en la Liga local a la máxima categoría del fútbol argentino en menos de un año, y triunfos inolvidables como la goleada por 6 a 1 sobre Boca Juniors en La Bombonera, colocan a San Martín como un equipo respetado por sus rivales.
Y fue Roldán, que trabajó como ayudante de campo del uruguayo Nelson Chabay en el recordado ascenso a Primera en 1988, el que hombre que le indicó el camino y lo ayudó a salir de la oscuridad.
¿Seguirá en el cargo la próxima temporada para completar su obra con el tercer ascenso consecutivo? Todo indica que sí, aunque eso forma parte de las negociaciones que iniciarán el entrenador y los responsables de la gerenciadora.
Hoy La Ciudadela está de fiesta y sus hinchas, que tiñeron la provincia de rojo y blanco, dejaron atrás las pesadillas y sueñan con un futuro. Que nadie los despierte.