El arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, se refirió a su renuncia y al traspaso de la conducción de la Diócesis entrerriana, así como al impacto de los casos de abuso sexual en la Iglesia. En una entrevista, reconoció el profundo daño que generaron esos hechos y afirmó que la arquidiócesis trabaja actualmente en la prevención.
Puiggari explicó que, tal como lo establece el Código de Derecho Canónico, los obispos deben presentar su renuncia al cumplir 75 años. En consecuencia, contó que presentó su renuncia tras cumplir años el 21 de noviembre pasado. En ese momento, explicó, empezó el proceso para elegir el nuevo arzobispo que se vio complicado por la muerte del Papa Francisco, que fue quien inició el proceso, que ahora se reanudó con la asunción de León XIV y desembocó en la aceptación de la renuncia y el nombramiento en lugar de Puiggari del obispo de La Pampa, Raúl Martín.
Anticipó que en los próximos días recibirá al nuevo arzobispo: Martín vendrá a Paraná para que Puiggari lo ponga en conocimiento del funcionamiento de la diócesis de la capital entrerriana. Asimismo, expresó su intención de colaborar con su sucesor: “Me voy a poner a disposición del obispo en todo lo que uno pueda colaborar, sobre todo en el momento de transición, y después, bueno, donde me necesiten ahí estaré”.
Consultado sobre el impacto de los juicios por abusos que involucraron a sacerdotes y miembros de la Iglesia de Paraná durante su gestión, Puiggari reconoció la gravedad del daño causado. “Si hay algo terrible que le ha pasado a la Iglesia es este tema. No tengo duda. Y no solo ha sido una mancha, ha sido algo que va a costar superar”, publicó Plaza Web.
En ese sentido, destacó las acciones que se han implementado en la arquidiócesis en materia de prevención: “El viernes pasado empezó acá una diplomatura para protección de ambientes sanos en la UCA. No nos paralizamos. Lo que pasó uno no lo puede corregir. La Justicia es la que tiene que actuar, pero para el futuro Paraná está en la vanguardia de estos métodos de prevención”.