La abogada Estela Esnaola celebró el fallo de la Cámara de Casación Penal de Concordia que revocó parte del fallo y ordenó un nuevo pronunciamiento en los casos de corrupción de menores en los que Gustavo Rivas fue absuelto por prescripción.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Esnaola dijo sentirse “un poco más tranquila” tras el fallo de Casación por considerar que “tiene que ver con hacer justicia, porque de otro modo es como un abuso más a las víctimas”.

Destacó que “en este fallo particularmente también se hace un análisis del cambio de la sociedad, porque lo que antes parecía que no era un delito, hoy lo es; y una vez reconocido como delito –particularmente el abuso-  se va más allá y se tienen en cuenta las consecuencias psicológicas y físicas que padece la víctima, y el tiempo de la víctima que muchas veces no puede hablar en el tiempo marcado por la prescripción sino que habla cuando se reconoce víctima”.

Aseveró que “en el primer fallo perverso se reconoce que hubo delito pero luego se dicta la prescripción, con lo cual las personas fueron abusadas por Rivas y después vuelven a ser abusadas por la Justicia” y recordó que “la Justicia dijo yo te creo, pero… porque cuando empezaron a leer la sentencia, todos pensábamos que lo iban a condenar a Rivas porque reconocieron todos los hechos y eso fue más perverso porque podrían haber dicho directamente que estaba prescripto sin dar tanto detalle de cada uno de los delitos y de la forma en que los cometió Rivas, para después decir que están prescriptos”.

En contraposición, planteó que “de lo que habla este fallo de Casación es del acceso a la justicia y de la dinámica del derecho internacional: el derecho es dinámico y lo que antes no era delito, ahora lo es; hay delitos que dejan de perseguirse porque pierden su razón de ser de persecución por parte del Estado, y hay delitos como el abuso en que los jueces –que no son muy amigos de hacer consultas con psicólogos o psiquiatras para saber de qué se trata- se empiezan a dar cuenta que es uno de los delitos más graves que hay y que afecta a la psiquis de tal manera que le obstruye a la persona el camino hacia la Justicia porque no se reconoce víctima”.

“Cuando se reconoce víctima, la persona busca justicia y en este caso les cerraron la puerta, pero ahora Casación se las vuelve a abrir y hace un análisis que es impresionante con un fallo de derecho donde citan a una persona especializada en salud mental. Bienvenido que así sea porque así es como deben analizarse estos eventos”, celebró.

Consultada por los pasos a seguir a partir del fallo casatorio, Esnaola explicó que “el cumplimiento tendría que ser inmediato pero empieza el plazo para poder apelar y seguramente será apelado y no se va a cumplir hasta tanto no quede firme”. “Seguramente irá al Superior Tribunal y esperamos que allí mantengan este fallo porque hay tantas víctimas de tantos perversos como fueron (José) Ilarraz, (Marcelino) Moya, Ríos, Rivas, tienen que encontrar la justicia en su país, no en organismos internacionales”, señaló.

Y agregó que “como órgano máximo, el Superior Tribunal primero nos van a obligar a ir a la Corte Suprema y luego a la Corte Internacional pero no correspondería porque no es el primer fallo donde no se sabe qué se debe hacer, ya se viene abriendo un camino importante y tienen que dar el brazo a torcer, darle la derecha a la víctima porque la ley de imprescriptibilidad de este tipo de delitos avala a las víctimas por el daño a la salud vital de las personas”.

La abogada mencionó asimismo que el fallo de Casación “destaca que Rivas es una persona destacada del lugar y que usó su imagen” y admitió: “Nos llama muchísimo la atención que los testigos del círculo de Rivas lo negaban, no por encubrirlo sino convencidos de que no había hecho nada”.

Al momento de analizar la sentencia de primera instancia, dijo que “no es una estrategia, es una forma perversa de conducir, porque podrían haber empezado por el final anunciando la prescripción, no obstante saber que los hechos existieron”. “Cuando se declara la prescripción de una acción delictiva, se sabe que existió la acción pero lo que se dice es que pasó el tiempo en que la Justicia podría haber actuado, y por lo tanto está prescripto. Por eso cuando empezó el relato de la sentencia estábamos esperanzados de la condena y cuando dijeron que estaban prescriptos los delitos, fue un baldazo de agua fría”, explicó.

En cuanto a la posibilidad de que Rivas pueda cumplir con una pena de prisión, teniendo en cuenta que tiene 76 años, Esnaola sostuvo que “en su momento no se hizo lugar a la prisión domiciliaria que pidió el fiscal, y nosotros quedamos atados de pies y manos porque al declararse prescriptos los delitos, no se pudo hacer más nada”.

Respecto de la conducta de Rivas siguiendo en libertad, Esnaola consideró que “las personas de Gualeguaychú han empezado a involucrarse con el tema, con este tipo de delitos”. Según datos actuales de la Organización Mundial de la Salud, una de cinco mujeres y uno de cada 13 hombres son abusados sexualmente, y con estas estadísticas no hay persona en el mundo que no se levante algún día con la noticia de que su hija o hijo fue abusada. Y en Gualeguaychú es impresionante la cantidad de denuncias que estoy llevado adelante, se han ido incrementado en el tiempo y la gente empieza a tomar conciencia”.   

En tal sentido, refirió que “Rivas llegó a la Justicia por 11 casos, pero acá debe haber habido miles y miles de víctimas y estoy segura de que en alguna familia o entorno familiar ha habido chicos que se han sentado a hablar con sus padres, teniendo en cuenta que empezó en la década del ‘60”. “Cuando yo era chica, tenía 14 o 15 años, Rivas se paseaba en el río en su yate con grupos de chicos y los mismos chicos hablaban del yate del amor, pero en ese momento yo no dimensionaba de qué se trataba”, ejemplificó.

Corrupción de menores: ordenan nuevo fallo por casos en los que Gustavo Rivas fue absuelto