El encuentro va a estar presidido por el secretariado nacional, Pedro Waisejko (neumáticos), Marcelo Frondizi (ATE), Edgardo Llanos (Aeronáuticos), entre otros. Y por los movimientos sociales, Luis D’Elía (FTV), Edgardo Depetri (Frente Transversal), el Chapu Urrelli (MTL) y Hernán Letcher (Segundo Centenario).
Según indicó Yasky, el apoyo al oficialismo consistiría en una labor más vinculada a lo social y sindical que a lo estrictamente partidario. Sin embargo, volvió a poner como ejemplo a las entidades de los países vecinos, que a pesar de esta diferencia no retroceden en el compromiso político asumido.
“Es parte de un proceso de debate que se dio en la CTA en todo el país, antes de llegar al encuentro nacional de hoy hubo encuentros regionales. El debate es sobre la necesidad de definir conceptualmente y traducir en acciones qué es para la clase trabajadora avanzar en las transformaciones en curso desde el 2003, construir un piso de derechos sociales más amplio y avanzar en la distribución de la riqueza. En ese contexto, para garantizar esos avances queremos someterlos a la consideración del conjunto de los trabajadores que representa la CTA, es decir de las organizaciones sindicales y sociales, una definición que para nosotros es clave en esta coyuntura”, explicó.
Desde el gremio aspirarán a construir un piso de políticas sociales en colaboración con la Confederación General del Trabajo (CGT), sobre todo a través de sus dos legisladores: Edgardo Depetri y Héctor Recalde, respectivamente: “Temas para construir una plataforma que permita avances que consoliden un modelo social con un piso de derechos más alto y que nos permita acercarnos a una democracia que tenga como principal objetivo consolidar el protagonismo popular para erradicar la desigualdad”, argumentó en una entrevista concedida a Página 12.
Estas serían: Participación en las ganancias, transformar en delito penal la explotación del trabajo infantil, la necesidad de definir un modelo de construcción de viviendas para resolver el tema del déficit habitacional en todo el país, la participación de los trabajadores en la consolidación de mecanismos que permitan resolver el problema del trabajo en negro, el avance en definiciones que tienen que ver con la limitación en la extranjerización de la tierra y los desalojos de los campesinos.
“Tenemos que marchar a una relación de madurez política entre dos centrales que sean capaces de poner en un plano secundario sus diferencias, para darle prioridad a los temas que representan necesidades vitales de la clase trabajadora”, remarcó.