En una reunión virtual que se extendió por más de una hora, el delegado argentino ante la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande (CTM), Juan Carlos Chagas, interesó al embajador argentino en Israel, Axel Wahnish, en el proyecto de sistematización y distribución de agua para riego en la región del Mandisoví Chico, al norte de Entre Ríos. “El gobernador Rogelio Frigerio está expectante y aprueba todo lo que apunte al desarrollo de Entre Ríos”, expresó el funcionario.
“El encuentro sembró las bases para una posible cooperación tecnológica e institucional con uno de los países más avanzados del mundo en manejo del recurso hídrico”, señaló el funcionario respecto del encuentro.
Según se informó en un parte de prensa, ell diálogo entre Chagas y Wahnish se dio “en un contexto de sintonía política”. Wahnish -hombre de confianza del presidente Javier Milei y figura clave en su vínculo con el mundo judío— acompañará al mandatario argentino en su próxima visita a Israel, prevista para el 11 de junio. Allí, Milei recibirá el Premio Génesis (conocido como el “Nobel judío”) en la Knéset, el parlamento israelí.
El primer contacto entre ambos se produjo a partir de una colaboración institucional: Salto Grande acompañó a la comunidad judía de Concordia en la instalación de una réplica del Muro de los Lamentos en la sede de la Asociación Unión Israelita, una de las tres réplicas existentes en todo el país y próxima a inaugurarse.
Fue en ese marco que Chagas introdujo un tema de fondo: el desarrollo regional estructurado a partir del proyecto hídrico Mandisoví, que busca transformar las condiciones productivas en más de 150 mil hectáreas del norte entrerriano.
“Le envié profusa información técnica antes del Zoom, para que el embajador estuviera debidamente documentado”, señaló Chagas tras el encuentro. Y añadió que “a la charla la titulé Entre Ríos, la Tierra Prometida”. Según el delegado de CTM, el embajador mostró entusiasmo en la propuesta.
Además del Mandisoví, Chagas hizo hincapié tanto en ese Zoom como en una posterior reunión presencial en Buenos Aires, en la necesidad de encarar otras obras hídricas que permitan sistematizar ríos y arroyos a lo largo y ancho de Entre Ríos.
“Habrá que agudizar la imaginación para financiar las obras hidráulicas que la provincia necesita en un contexto difícil. Es la hora de la iniciativa privada y del acompañamiento del Estado, por ejemplo, con el respaldo de Salto Grande”, señaló.
El interés manifestado por el diplomático fue más allá de lo protocolar. Wahnish expresó que sería “muy útil y edificante” un encuentro entre el delegado de Salto Grande con expertos de la Autoridad del Agua de Israel, el organismo estatal que regula y planifica el uso de todos los recursos hídricos del país, con el objetivo de analizar la viabilidad actual del proyecto Mandisoví y explorar los aportes tecnológicos y estratégicos que Israel podría ofrecer para el aprovechamiento eficiente de los recursos hídricos entrerrianos.
Chagas ya informó al gobernador Rogelio Frigerio sobre estos avances técnicos y diplomáticos. “Coincidimos en que Salto Grande debe ser el disparador de este proyecto en el marco del desarrollo regional”, expresó el funcionario. También confió que el mandatario le solicitó redoblar esfuerzos en la articulación con productores y profesionales de la zona. “Frigerio está expectante y aprueba todo lo que apunte al desarrollo de Entre Ríos”, acotó.
Una posible alianza
“Israel es una referencia global en materia de gestión del agua, especialmente en contextos de escasez. En un territorio donde más del 60 por ciento es desértico o semiárido, el país logró convertir la carencia en oportunidad. Entre sus hitos: el desarrollo del riego por goteo —que reduce pérdidas por evaporación y se utiliza hoy en todo el mundo—, la reutilización de casi el 90 por ciento de sus aguas residuales tratadas (principalmente para agricultura), y un sistema de desalinización que provee cerca del 75 por ciento del agua potable que consume su población”, se indicó en el comunicado.
Además, se remarcó: “Israel aplica tecnología de punta -sensores, Big Data, monitoreo remoto- para optimizar el uso del agua y detectar fugas con precisión. Este modelo se complementa con una fuerte conciencia social, políticas públicas activas y empresas líderes como Netafim (pionera en riego) o Mekorot (compañía nacional del agua), que exportan su experiencia a más de 100 países, entre ellos la Argentina donde Entre Ríos podría sumarse a esa red internacional”.
Un proyecto estratégico
El proyecto Mandisoví fue originalmente diseñado por los ingenieros Juan Ramón Iturburu, Raúl Schinder y Juan Estévez, y hoy es retomado por el ingeniero Hugo Müller. La propuesta prevé la creación de un sistema comunitario de riego que beneficiaría a más de 130 productores de cítricos, arroz y ganadería de los departamentos Concordia (norte), Federación, Feliciano y Federal.
La iniciativa abarca unas 152 mil hectáreas, actualmente afectadas por déficit hídricos y con fuerte dependencia de represas que almacenan agua de lluvia. El objetivo central es estabilizar y ampliar la superficie productiva mediante la toma de agua desde el embalse de Salto Grande, mejorando ingresos netos, calidad de fruta (especialmente naranja y mandarina), y reduciendo pérdidas por sequía.
En años de escasas precipitaciones, el impacto es directo: disminuyen los rindes y la calidad de la producción. En el caso del arroz, incluso se pierden hectáreas sembradas por la falta de agua suficiente en las represas.
El proyecto también incluye instancias de capacitación y fortalecimiento institucional, claves para garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sistema.