
“El gremio no puede ser oficialista. Tiene que ser autónomo. En la Argentina el árbitro es el Ministerio de Trabajo, o sea que es juez y parte en los conflictos”, dijo en una entrevista a Diario Popular.
Fuentes señaló que “en los últimos años el gobierno no se sienta en la mesa de negociación. El gobierno preanuncia ya el aumento que va a dar y entonces el único espacio que le queda al sindicato es convalidar o la calle y la huelga”, y aseguró: “Le hemos solicitado una entrevista al nuevo Jefe de gabinete, pero hasta el día de hoy no hemos tenido respuesta, espero que eso cambie”.
El dirigente aseveró además que el Estado tiene "trabajadores en negro y tercerizados" y sostuvo que la mayoría de los problemas de índole laboral se vinculan con que no se cumple la estabilidad del empleo público. "En negro quiere decir que no tienen la estabilidad del empleado público consagrado por la Constitución. Algunos están contratados por el propio Estado. Hay lugares como el Senasa, donde los contrata una fundación. Y la relación de dependencia es con esa fundación. Eso es tercerización. La mayoría de los problemas que tenemos es porque no se cumple la estabilidad del empleo público", aseveró el sindicalista.
También apuntó que en el Estado los ascensos de los trabajadores se dan "en la mayoría de los casos `a dedo´, porque te designa el superior”.
Asimismo, opinó sobre los conflictos con las policías, y que reclaman poder sindicalizarse: “Para que las policías dejen de ser fuerzas represivas y sean servidores públicos se debe permitir la sindicalización y pensar en la negociación colectiva. Por las características del trabajo necesitarían sus propias organizaciones sindicales. El conflicto policial mostró que, en las provincias, los salarios son bajísimos en salud, educación y seguridad. El 2014 será un año de conflictos salariales profundos”.
Consultado sobre si le preocupa la Confederación General del Trabajo (CGT) dividida, expresó: “En la Argentina son los sindicatos los que mantienen la unidad, y cada sindicato en distintos momentos políticos ha pertenecido a distintas centrales. Este sindicato, desde su fundación en el 25 hasta ahora, ha pertenecido a distintas centrales, pero el sindicato ha sido el mismo. No es un problema que haya más de una central. A mí no me preocupa porque creo que hay diversidad de opinión”.
Y sobre las divisiones de la CGT y CTA, aseguró: “Estas divisiones les convienen a los empleadores, al gobierno. Yasky caminó junto a nosotros durante muchos años y luego no aceptó el resultado de las elecciones. Yo pertenezco a la lista de Germán Abdala, hay provincias donde ganamos y hay provincias donde no ganamos. Hugo Yasky, no tuvo el coraje democrático de decir "perdí".
Y sostuvo que “es un mito” decir que el movimiento obrero, dividido, pierde fuerza, y argumentó: “Eso es un mito. En distintos lugares del mundo hay varias organizaciones. Nosotros no somos fomentadores de que haya más de una central, nosotros queremos libertad. Hoy en la actividad privada argentina, los trabajadores están en un sólo gremio porque está prohibido crear otro, porque no tiene legalidad. Un trabajador que entra a trabajar a un hospital, tiene por lo menos dos sindicatos para elegir. Si entra a trabajar a una industria metalúrgica no tiene esa opción. O es de la UOM o de nadie”.
Sobre los temas que le preocupan, detalló: “El tema de minería, el tema de hidrocarburos, el tema de transporte que realmente es un tema grave, serio, el tema de energía. Nosotros no podemos pensar un país con trabajo si no se hacen seriamente inversiones en el tema energético”.
Consultado sobre cuál fue para los trabajadores el peor momento desde Raúl Alfonsín, apuntó: “(Carlos) Menem fue lo peor que le pasó a la República Argentina y a los trabajadores del Estado ni hablar. La pérdida de puestos de trabajo, la pérdida de derechos, la pérdida de estabilidad laboral. Nosotros perdimos más de 800 mil puestos de trabajo. Cuando asumió Menem el estado nacional tenía un millón 80 mil trabajadores, incluidas las fuerzas armadas, y hoy son 340 mil”.
Foto: Diario Popular.