El ex intendente de Gualeguaychú, Emilio Martínez Garbino, brindó precisiones sobre lo dialogado en el encuentro que el pasado viernes mantuvieron dirigentes del peronismo entrerriano con el senador nacional Miguel Ángel Pichetto.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Martínez Garbino explicó que su presencia en el encuentro “se debió a dos razones muy concretas: primero mi relación con Pichetto, que vino a Gualeguaychú e hizo una cantidad de actividades que fueron públicas, y con quien hicimos muchas cosas juntos en el Congreso per además hablamos por teléfono, viajo a Buenos Aires, hacemos actividades en el Círculo de Legisladores, es decir que hay una relación; pero lo otro que se omitió es la presencia de (el ex diputado nacional) Diego Bossio con quien trabajamos juntos en toda la campaña de (Juan) Schiaretti”.
“Observo en este momento que la grieta es entre la política y la anti-política, como que están corriendo hacia los márgenes la actividad política, como un mal, como el Satanás de esta historia, y que se impone la anti-política. La política es diálogo, es consenso, es buscar de alguna manera acuerdos, porque si nos encerramos y nos aferramos a slogans o actitudes muy sectarias no ayudamos en nada, más en este momento. Si hay un momento histórico en Argentina donde se necesita gente capaz de abrir diálogo con todos los sectores, esa es la salida”, definió.
En cuanto a su disertación en el encuentro, reveló: “Expresé cómo veo la realidad, como veo todo esto, que ya lo he expresado anteriormente. Esté donde esté voy a expresar lo que pienso y siento, y cuando uno no tiene ningún tipo de especulación hacia adelante no existe el costo-beneficio y uno dice lo que siente, de buena forma, sin lastimar, pero fija su postura. Y lo que dije es lo que mismo que voy a seguir diciendo, uno no comparte la visión de Milei ni sus métodos ni sus formas, pero hay en el fondo algo que es una deuda de la política, no de la anti-política. Poner en orden y disciplina en el país no es tarea exclusiva de la anti-política, era una tarea de la política y no lo hizo, y el peronismo –o aquellos que de alguna manera en nombre del peronismo detentaron el poder- no lo hizo. Si muchas de estas cosas se hubieran hecho cuando (Néstor) Kirchner asumió, el costo hubiese sido mucho menor, y en la medida en que sigamos dilatando las grandes decisiones que hay que tomar, el costo va a ser peor”.
En tal sentido, explicitó que “buscar el déficit fiscal es correcto, pero hay que ver por qué camino se lo busca y el costo que se paga por esto, ahí es donde diferimos un poco con quien gobierna hoy, porque no puede ser que los jubilados y pensionados sean hoy la casta que está pagando”.
Consultado por la autocrítica que pudieran hacer Eduardo Lauritto, Pedro Guastavino, Adán Bahl, y otros dirigentes del peronismo entrerrianos que estuvieron presentes en el encuentro con Pichetto, Martínez Garbino planteó que “eso no se dio; el tema provincial ni se tocó, ni se habló”.
Además yo aclaré donde estoy parado en lo provincial, que estuve acompañando la llegada a la Gobernación de Rogelio Frigerio, puedo tener una visión diferente pero acompaño a esa gestión, pero eso no me compromete en lo nacional para nada. Por eso acá no es Juntos por el Cambio, es Juntos por Entre Ríos, porque justamente nuestro sector cuando se incorporó a ese acuerdo planteó el cambio del nombre porque lo nuestro es plenamente provincial, tenemos plena libertad de acción en lo nacional, tal es así que tomé opción por Schiaretti”, apuntó.
Respecto de las conclusiones del encuentro, mencionó que “no hubo ningún tema de conversación hacia el futuro, ni nada por el estilo. Fue una conversación”.
Consultado por la posibilidad de su retorno al peronismo, afirmó: “Para no dejar margen a las dudas, en los pocos minutos que hablé dije que soy peronista, me he sentido siempre peronista pero no dentro de la estructura del justicialismo, y tal es así que me fui. Y cuando me fui en agosto de 2003, siendo intendente de Gualeguaychú, el presidente del partido era Jorge Busti, con quien tuvimos una relación de rivalidades internas pero también de acercamientos y con quien nos respetamos mutuamente, a pesar de nuestras diferencias, y con quien nunca se cortó el diálogo. Y con el correr de los años tomó el mismo camino que tomé yo, se fue de la estructura del PJ y armó el Partido Federal y nadie le negó su condición de peronista. Y a mí tampoco tienen porqué negarme mi condición de peronista, yo aporto desde el peronismo porque entiendo que tiene que formar parte de un acuerdo mucho más general”.
“Algunos me dicen que peco de nostálgico pero el abrazo Perón-Balbín no fue meramente simbólico, representó un acuerdo de dos personas que dejaban al margen sus grandes diferencias y pusieron sobre la mesa una cuestión como era la unidad nacional, según definieron en ese entonces, y porque Perón dijo que el país está en emergencia y necesita un gobierno de emergencia. Entonces hoy, coherente con eso y actualizando los conceptos, creo que mientras no se vaya por ese camino no vamos a llevar a ningún lado. Lamento que quienes representaron al peronismo hayan desdibujado todo eso, y también lamento que muchos sectores del radicalismo hayan desdibujado el rol histórico del radicalismo. Porque no son contradictorios el peronismo y el radicalismo, son complementarios. Lo que sucede es que hoy nos encerramos en intereses particulares o sectoriales y nos olvidamos del país”, concluyó.