El secretario General del Sindicato de Hoteleros y Gastronómicos de Entre Ríos, Hugo Permayú, describió la realidad del sector en el contexto de la segunda ola de contagios de coronavirus que impone restricciones a la actividad.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Permayú sostuvo que el panorama del sector “sigue siendo tétrico” y describió que “la incertidumbre que tenemos día a día nos va avasallando, nos va quitando los sueños de volver pronto a nuestra actividad regular; por el contrario cada vez encontramos más escollos, más reducciones horarias, el casino que no abre y deja un montón de gente sin trabajar. Estamos muy preocupados, tratando de que esta situación se revierta y de hablar con las autoridades pero hasta tanto no esta pandemia no se revierta,  nuestra actividad seguirá siendo lastimada”.

Sobre la afectación concreta sobre la actividad, dijo que “en la provincia no hubo tantos despidos directos pero es mayor la cantidad de gente que está sin ser despedida pero sin trabajar, especialmente en la hotelería con los salarios reducidos al mínimo y cobrando una especie de subsidio que son 22.000 pesos por mes; hay más del 20% de establecimientos cerrados fundamentalmente en la costa del Uruguay, y hotel que cierra no vuelve a abrir. La gastronomía es más dinámica, va mutando o cambiando, pero los trabajadores que pierden el trabajo es muy difícil que vuelvan a recobrarlo”.

Sobre la hotelería, puntualizó que “en Paraná cerraron dos, en Victoria otros dos, y hay amenazas de que sigan cerrando por eso el panorama es tétrico y no vemos que la situación se revierta a corto plazo”. “Las autoridades deberán encontrar un equilibrio entre el trabajo y la salud, y el problema es quién llega a septiembre para que la situación mejore un poco”, lamentó.

Al respecto, aclaró que “no estamos en contra de cuidar la salud pero la salud también está en el trabajo, porque hoy hay un montón de gente enferma especialmente psicológicamente porque tienen problemas en su familia, no hay salarios ni siquiera para sobrevivir, con la falta de dinero los problemas crecen. No es una actividad que este acostumbrada a no trabajar porque la propina también es muy importante”.

En este marco, el dirigente comentó las complicaciones que genera la determinación de que el horario de cierre sea a las 23: “La gente que sale más tarde de noche es la gente más joven, y el 70% o más de los establecimientos en Paraná abren a partir de las 18 o 19 horas y se reduce un turno al cerrar a las 23, fundamentalmente los fines de semana”. “Es caótico y a la necesidad de los trabajadores se suma la necesidad empresaria que en su mayoría son  pequeños empresarios, tan laburantes como nosotros y han sentido este golpazo en forma tremenda y muchos no van a poder volver a levantarse”, resumió.

Reiteró que “el tema es no saber hasta cuándo vamos a seguir en esta situación y no la tiene a la respuesta” y planteó además que “más allá de que hay alguna ayuda del gobierno, hay otras provincias que dan una ayuda salarial pero en Entre Ríos eso no se ha dado y estamos esperando que rápidamente se dé una solución porque nuestra actividad ocupa mucha mano de obra y no tienen ninguna prerrogativa en el pago de impuestos”.

Asimismo, informó que “en la pre-pandemia veníamos denuncian más de un 30% de trabajadores en negro y hoy ha crecido a más del 40%”. “Es escandaloso lo que está pasando y hoy muchos trabajadores que estando en blanco no cobran porque las empresas no tienen para pagar los salarios. Lo lamentable es el crecimiento del trabajo irregular que no hay forma de pararlo porque la necesidad de la gente es tan grande que por ahí aceptan trabajar en condiciones que no corresponden y también hay algunos empresarios que se abusan de esta situación y hacen oídos sordos a la legalidad y tratan de llevar agua para su molino en esta situación”, analizó.

En cuanto a soluciones posibles, comentó que “hay provincias como Santa Fe que hace 10.000 pesos por trabajador registrado, y el drama es que los empleados no registrados quedan afuera. Ayer hable con el ministro (de Producción y Turismo, Juan José) Bahillo quien se manifestó muy preocupado; siempre desde el municipio como desde el gobierno provincial siempre nos atendieron pero la realidad es que hay situaciones que quizás no se puedan  contemplar en función de las arcas del Estado pero estamos pidiendo un esfuerzo mayor para que por lo menos se llegue a aquellos trabajadores que hoy están sin ningún salario y así puedan seguir subsistiendo”.

Covid-19: “El panorama en el sector hotelero y gastronómico es tétrico”, afirmó Permayú

El secretario General del Sindicato de Hoteleros y Gastronómicos de Entre Ríos, Hugo Permayú, describió la realidad del sector en el contexto de la segunda ola de contagios de coronavirus que impone restricciones a la actividad.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Permayú sostuvo que el panorama del sector “sigue siendo tétrico” y describió que “la incertidumbre que tenemos día a día nos va avasallando, nos va quitando los sueños de volver pronto a nuestra actividad regular; por el contrario cada vez encontramos más escollos, más reducciones horarias, el casino que no abre y deja un montón de gente sin trabajar. Estamos muy preocupados, tratando de que esta situación se revierta y de hablar con las autoridades pero hasta tanto no esta pandemia no se revierta,  nuestra actividad seguirá siendo lastimada”.

Sobre la afectación concreta sobre la actividad, dijo que “en la provincia no hubo tantos despidos directos pero es mayor la cantidad de gente que está sin ser despedida pero sin trabajar, especialmente en la hotelería con los salarios reducidos al mínimo y cobrando una especie de subsidio que son 22.000 pesos por mes; hay más del 20% de establecimientos cerrados fundamentalmente en la costa del Uruguay, y hotel que cierra no vuelve a abrir. La gastronomía es más dinámica, va mutando o cambiando, pero los trabajadores que pierden el trabajo es muy difícil que vuelvan a recobrarlo”.

Sobre la hotelería, puntualizó que “en Paraná cerraron dos, en Victoria otros dos, y hay amenazas de que sigan cerrando por eso el panorama es tétrico y no vemos que la situación se revierta a corto plazo”. “Las autoridades deberán encontrar un equilibrio entre el trabajo y la salud, y el problema es quién llega a septiembre para que la situación mejore un poco”, lamentó.

Al respecto, aclaró que “no estamos en contra de cuidar la salud pero la salud también está en el trabajo, porque hoy hay un montón de gente enferma especialmente psicológicamente porque tienen problemas en su familia, no hay salarios ni siquiera para sobrevivir, con la falta de dinero los problemas crecen. No es una actividad que este acostumbrada a no trabajar porque la propina también es muy importante”.

En este marco, el dirigente comentó las complicaciones que genera la determinación de que el horario de cierre sea a las 23: “La gente que sale más tarde de noche es la gente más joven, y el 70% o más de los establecimientos en Paraná abren a partir de las 18 o 19 horas y se reduce un turno al cerrar a las 23, fundamentalmente los fines de semana”. “Es caótico y a la necesidad de los trabajadores se suma la necesidad empresaria que en su mayoría son  pequeños empresarios, tan laburantes como nosotros y han sentido este golpazo en forma tremenda y muchos no van a poder volver a levantarse”, resumió.

Reiteró que “el tema es no saber hasta cuándo vamos a seguir en esta situación y no la tiene a la respuesta” y planteó además que “más allá de que hay alguna ayuda del gobierno, hay otras provincias que dan una ayuda salarial pero en Entre Ríos eso no se ha dado y estamos esperando que rápidamente se dé una solución porque nuestra actividad ocupa mucha mano de obra y no tienen ninguna prerrogativa en el pago de impuestos”.

Asimismo, informó que “en la pre-pandemia veníamos denuncian más de un 30% de trabajadores en negro y hoy ha crecido a más del 40%”. “Es escandaloso lo que está pasando y hoy muchos trabajadores que estando en blanco no cobran porque las empresas no tienen para pagar los salarios. Lo lamentable es el crecimiento del trabajo irregular que no hay forma de pararlo porque la necesidad de la gente es tan grande que por ahí aceptan trabajar en condiciones que no corresponden y también hay algunos empresarios que se abusan de esta situación y hacen oídos sordos a la legalidad y tratan de llevar agua para su molino en esta situación”, analizó.

En cuanto a soluciones posibles, comentó que “hay provincias como Santa Fe que hace 10.000 pesos por trabajador registrado, y el drama es que los empleados no registrados quedan afuera". "Ayer hablé con el ministro (de Producción y Turismo, Juan José) Bahillo quien se manifestó muy preocupado; siempre desde el municipio como desde el gobierno provincial siempre nos atendieron pero la realidad es que hay situaciones que quizás no se puedan  contemplar en función de las arcas del Estado pero estamos pidiendo un esfuerzo mayor para que por lo menos se llegue a aquellos trabajadores que hoy están sin ningún salario y así puedan seguir subsistiendo”, concluyó.