De ANÁLISIS

Fue el gran emblema de la industria entrerriana. Llegó a faenar más de mil cabezas de ganado por día en su época de esplendor y se convirtió en referente del litoral argentino en el rubro cárnico. Sin embargo, poco tiempo después de su privatización, el frigorífico Regional Santa Elena bajó persianas y dejó en la calle más de 2.000 trabajadores. Corría 1993. Pasados más de 30 años de su cierre, la liquidación del frigorífico Santa Elena aún no ha concluido. Y a ciencia cierta, tampoco se sabe cuándo podrá culminar.

Inmuebles

En el informe presentado días pasados al Tribunal de Cuentas de Entre Ríos (TdC), el nuevo liquidador Ariel Visnevetzky determinó en relación a los bienes inmuebles del frigorífico, que “no se cuenta con inventario donde conste la titularidad, número de catastro y registro de la propiedad”.

En el programa de televisión “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral), se recordó que la legislatura provincial dio media sanción (durante la gestión anterior) a la ley que autoriza al Ejecutivo a formalizar la liquidación y disolución definitiva del frigorífico, donde las transferencias de los inmuebles se podrán realizar a título gratuito a favor de la Provincia, Municipios, Juntas de Gobierno, comunas u organismos sin fines de lucro.

Deudas

Al día de hoy, la liquidación del frigorífico santaelense posee dos deudas que ha logrado corroborar el nuevo liquidador: a la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER), se le deben 23,3 millones de pesos, principalmente por la falta de pago del impuesto Inmobiliario.

Además, a la Policía de Entre Ríos se le adeudan 3,2 millones de pesos. Corresponden a distintos adicionales realizados por agentes de la Fuerza de Seguridad en el predio del ex frigorífico. Por su parte, a la actual ARCA (ex Afip), no se le debe monto alguno. Tampoco a entidades bancarias.

En tanto, según se informó en “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral), no existen a la fecha juicios por los que el frigorífico deba hacer frente.

Situación compleja y desordenada

Visnevetzky concluyó en su informe que existe “una situación compleja y desordenada, ya que no tiene actividad comercial formal (CUIT inactiva); tampoco cumple con los requisitos formales como son las actas de asambleas/directorios, presentación de estados contables, patrimoniales, inventarios, confección y órdenes de libros societarios, declaraciones juradas e impositivas, rendiciones pormenorizadas del avance de la liquidación, entre otros”.

“En relación a la actividad de los liquidadores anteriores del frigorífico, sólo se han limitado a tareas relacionadas a la administración de gastos de ingresos y a lo mínimo indispensable”, concluye el informe presentado días pasados, y al que accedió “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral).

Relevamiento

Uriel Brupbacher, secretario de Presupuesto y Finanzas de Entre Ríos, detalló la situación actual de lo que alguna vez fue una planta industrial modelo: “Nos encontramos con 30 años de ausencia de presentación de balances, sin ninguna exteriorización o expediente de la información relacionada al frigorífico. Por ello, el liquidador nombrado se encuentra realizando el relevamiento con entidades bancarias, luego con el Registro de la Propiedad, y así sucesivamente. De ese modo, podrá tener el informe de la situación actual y luego comenzar con el proceso de liquidación final. Obviamente, debido a la falta de información de los balances de treinta años y la CUIT caída en AFIP, son cuestiones que llevan un tiempo para poder hacernos de la información inicial necesaria y avanzar en algunas cuestiones”.

Sobre el proyecto de ley, que cuenta con media sanción en Diputados de la Provincia, relacionado a la posible donación de trece inmuebles que son propiedad del frigorífico, “estamos con la decisión pendiente de avanzar con esa otra media sanción, ya que no tenemos la información clara sobre el estado de situación de esos inmuebles. No queremos avanzar con ese proyecto de ley y que luego se transforme en posibles inconvenientes a quien sea beneficiario de la donación de ese bien”.