Al cabo de la primera semana de juicio oral por la muerte de la periodista y legisladora porteña Débora Pérez Volpin en un estudio de rutina en el Sanatorio de La Trinidad, el técnico electromecánico Juan Martín Chávez aseguró este viernes que él entregó un informe completo de los signos vitales que registró el aparato multiparamétrico desde que arrancó la endoscopía hasta el deceso de la periodista, pero sólo una parte del mismo fue incorporado a la investigación judicial.

Según dijo Chávez, el informe de más de 60 hojas lo entregó al Director Médico del Sanatorio, Roberto Martingano, pero en la causa sólo figura desde la foja 37 en adelante de dicho informe de los signos vitales de Débora Pérez Volpin.

De esta forma, la declaración del técnico arrojó más sospechas ante la supuesta trama de encubrimiento que denuncia la familia de la periodista sobre las autoridades de la La Trinidad.

De acuerdo al informe impreso, faltan las primeras 36 hojas de ese informe y el primer registro del multiparamétrico es de cuando ella ingresó en paro cardíaco.

En el informe que aparece en la causa, falta la actividad normal de la paciente, que es cuando se inició la endoscopía a las 17 del 6 de febrero de 2018, según publicó Perfil.

Por su parte, Eduardo Cavallo, director administrativo del Sanatorio de La Trinidad, insistió con el argumento que Débora Pérez Volpin "tenía una patología previa", tal como vienen sosteniendo todos los testigos vinculados con el nosocomio, y agregó que "le llamaba la atención que nunca se dijo la verdad sobre lo que pasó" con la muerte de la periodista, el 6 de febrero de 2018.

Cavallo recalcó que "nunca se dijo que había patologías previas" y habló entre otras de un cuadro de epilepsia. Citó, además, que Pérez Volpin se internó en la clínica entre 3 o 4 veces antes de la intervención con fatal desenlace. "Cuando hay que analizar a fondo para sacar conclusiones, una muy importante a saber es que la paciente tenía varias internaciones previas", dijo.

Fue entonces cuando la querella le preguntó si pese a esas patologías, no estaba contraindicada la realización de la endoscopía: "No, al contrario, debía hacerse", respondió el director Cavallo. Además, dijo que según supo de otros profesionales Pérez Volpin "tuvo una lesión muy pequeña en el esófago". Cavallo intentó en cada una de sus respuestas defender las posiciones del centro de salud, al que la familia de Pérez Volpin acusa por presunto encubrimiento ante la sospecha de haber ocultado la verdad de lo sucedido así como el posible cambio del endoscopio a la hora de entregarlo a la Justicia. "Como institución queremos que se sepa la verdad", dijo Cavallo ante pregunta del juez Javier Anzoátegui.

Este jueves, Roberto Martingano, director Médico de la clínica La Trinidad, también había hecho hincapié en el que Pérez Volpin "tenía enfermedades preexistentes" y habló sobre el estado del endoscopio que utilizaron en el procedimiento, lo que generó que el abogado de la querella, Diego Pirotta, cuestionara esas declaraciones, indicando que desde el nosocomio insisten con lo de las “enfermedades preexistentes, porque quieren instalar que Débora era una persona enferma".

"Martingano contó situaciones de 2010 porque ella siempre se atendió en el mismo lugar, en la misma guardia. Vino a mostrar su historia clínica para decir que Débora era una persona enferma", sostuvo Pirotta, recalcando que "hasta dijo que el endoscopio funcionaba bien y no sólo tiene el número de serie borrado, sino que fue peritado hace tres meses y se dictaminó que no funcionaba".