El titular de la consultora Datos, José Torres, analizó el panorama político de cara a las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del próximo 11 de agosto y explicó las repercusiones y las expectativas que causan las fórmulas presidenciales.

En declaraciones realizadas al programa A Quien corresponda (Radio de la Plaza), Torres indicó que “lo central de la elección es la renovación del Presidente de la Nación y el vicepresidente” y comentó que desde la consultora “se viene trabajando desde hace muchos años en el corredor mesopotámico, donde las provincias tienen esta característica para esta elección, que – especialmente en Misiones y Entre Ríos- hubo una gran tensión política y electoral porque se eligieron los cargos locales de gobernador, intendentes, concejales, y demás; y ahora curiosamente bajan los niveles de tensión y de atención de la gente a pesar de que se elige algo más importante como es el cargo de Presidente de la Nación”.

Como ejemplo, sostuvo que “en Misiones gobierna desde hace 16 años el Frente Renovador de la concordia, un partido provincial consolidado que si bien en sus raíces es la unión de peronistas y radicales, en las elecciones nacionales va con boleta corta” y agregó que “en Entre Ríos, si bien no tenemos una muestra provincial, se vislumbra una prevalencia del justicialismo que hizo una extraordinaria elección en junio”. “Sin embargo vemos que habrá que volver a enchufar a la gente para una situación electoral que se ve más lejana que la elección de los cargos provinciales y locales”, explicitó.

En cuanto a las perspectivas respecto de las PASO, Torres analizó que “en Entre Ríos, haciendo una primera apreciación y sin tener encuestas provinciales, se puede ver que la gente tendrá una tendencia más hacia el voto del Partido Justicialista”. Explicó que esto se daría “por un lado, por el prestigio que tiene la gestión Bordet, que ya venía bien de imagen y que revalidó con el voto de junio, de modo que la boleta que respalde Bordet será muy atendida y considerada, pero esto no significa –y ahí está la virtud de la campaña- que quien encabece la candidatura a presidente alcance los índices que alcanzó el gobernador”.

“Nunca Cristina Fernández de Kirchner tuvo un 55 por ciento de intención de voto como sí lo tuvo Bordet”, especificó.

Por otro lado, Torres planteó que “da la impresión que el justicialismo cerró una lista que se presenta de unidad, mientras que hoy Cambiemos tiene varias listas”. “Si bien que haya varias listas no significa que no haya unidad porque puede significar competencia y varias posturas, pero leyendo entre líneas las boletas de Juntos por el Cambio, lo que se presenta en Entre Ríos no es justamente una lista de unidad. Y en eso está un paso adelante el justicialismo”.

Respecto de las repercusiones de las fórmulas presidenciales de las propuestas mayoritarias, dijo que “fue interesante para evaluar la opinión pública que cuando Cristina Kirchner anunció que su compañero sería Alberto Fernández fue instantáneo, la gente acomodó la cabeza y nueve de cada 10 votantes de Cristina aceptó sin problemas acompañar esa boleta”.  

En ese marco, agregó que “hubo una disgregación en aquel peronismo no kirchnerista, denominado Alternativa Federal, donde en su momento (Roberto) Lavagna estaba afuera y ahora es protagonista encabezando con (Juan Manuel) Urtubey, y hubo un poco de ruido donde no se sabe bien quien está representando por fuera del kirchnerismo”.

“A nivel nacional claramente la elección está abierta. No se puede anticipar nada ni de uno ni de otro, y me parece que la gran jugada de la fórmula Fernández-Fernández es la primera vuelta, y van a jugar fuerte ahí. A medida que se acelere la campaña y que la gente vislumbre que hay dos grandes fórmulas, no es que se descarte porque las PASO tienen esa virtud de que la gente vota al que le gusta y quiere, y después cuando se aclaran los números, en la general quizás no se repite el voto porque es más útil votar otra opción. Las PASO son un primer pantallazo”, reflexionó.

Sostuvo que “se instaló como idea que a Cristina Fernández le costaba el ballotage y que esa era supuestamente la virtud de Macri. Hoy al bajarse lo de (Sergio) Massa de una manera bastante deslucida, me da la impresión que la gran jugada de la fórmula Fernández-Fernández es la primera vuelta, y la jugada de Macri es hacer la mejor campaña posible, buscando una segunda vuelta, con un ballotage que será muy mano a mano”.

Consultado por la incidencia del contexto económico en los resultados de la elección, Torres afirmó que “la situación económica hace bastante tiempo es incómoda para una gran mayoría de los argentinos, pero el hecho de que haya un dólar un poco más quieto y más bajo, y aunque la inflación sigue estando no tan virulenta, hay una estabilidad en una situación difícil”.

“No es que haya una mejoría, y esa es la gran carta débil de Macri y a la vez es la carta fuerte para el kirchnerismo. Pero hay un porcentaje de gente difícil de encuadrar, sería de entre un 20 a 25% donde lo económico no es lo prioritario porque por encima de eso, están valores como la institucionalidad, la lucha contra la corrupción, la seguridad, la vida tranquila en familia y donde la gente se banca un dólar más alto con tal de que no vuelvan los perfiles de corrupción, que es la carta que juega el macrismo y que jugó durante los cuatro años de gobierno”, describió.

En ese sentido, aseveró que “lo económico no será absoluto pero será muy determinante, en la medida en que haya estabilidad pese a la dificultad”.

En cuanto a la fórmula Macri-Pichetto, el consultor dijo que “no se sabe si la gente lo entendió del todo, porque institucionalmente es un golpe muy fuerte”.

“Pichetto no es una figura relevante electoralmente, aunque sí institucionalmente es una persona que tiene un recorrido muy fuerte. De todos modos, la gente no ha terminado de entenderlo e incluso tampoco el votante de Macri ha terminado de masticarlo. Lo van a votar porque Pichetto se ha mostrado con la característica que pude el votante de Macri: que no tenga cercanía con el kirchnerismo, pero da la impresión que todavía no está del todo digerida, pero son jugadas políticas que a lo mejor cierran bien o que nunca se entienden”, concluyó.