El abogado especializado en derecho ambiental y dirigente ecologista de Paraná, Jorge Daneri, reflexionó respecto de las implicancias de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático que se desarrolló en los últimos días en Glasgow.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Daneri planteó que la Cumbre Climática dejó “por un lado mucha preocupación y alguna cuota de esperanza”. “Preocupación porque el esquema que se plantea en todo lo que tiene que ver con financiación o negociación de deuda externa por acción climática sigue dentro de los mismos moldeos, se sigue profundizando la mercantilización de la naturaleza. Estamos en un punto de inflexión donde se consolida un capitalismo brutal, que viene por todo, a negociar y a comerciar absolutamente todo a los efectos de sostener un sistema por lo menos por 20 años más, y de esa manera sostener un sistema que está mostrando claramente su crisis terminal. Por otro lado, hay una cuota de esperanza porque aparece en el escenario –incluso dentro de la propia delegación del gobierno argentino - una tensión que va abriendo con mucho esfuerzo un debate, que es muy desproporcionado en términos de poder: con un ministro de Ambiente que quiere hacer cosas y un ministro de Agricultura que dice exactamente lo mismo que decía hace cinco años en la Cumbre de París el ministro de Agricultura en el inicio del gobierno de Mauricio Macri respecto a que el modelo agropecuario vigente va a resolver la estrategia de mitigación y adaptación al cambio climático de Argentina”, explicitó.

Ante ello, refirió que “estamos en esa tensión donde pueden salir algunos elementos novedosos e interesantes de esta Cumbre pero donde las corporaciones del petróleo, el agro negocio, la nano-tecnología, la bio-tecnología están haciendo un lobbie de la mano del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, y de este mundo financiero que nos ha llevado a esta lógica donde parece que todo el debate pasa por la reflexión económica cuando el debate es profundamente más amplio y hay que sacarlo de este análisis lineal de mercado”.

Respecto de los anuncios sobre producción de hidrógeno verde en el país, Daneri opinó que “en principio no es una mala noticia, pero el problema es que seguimos con una gestión de la democracia representativa que hace grandes anuncios y no se conocen los acuerdos. Es decir, no hay un proceso de construcción social y democrática de los acuerdos”.

“En principio, sería un avance, pero si el acuerdo apunta a que esta producción de hidrógeno verde esté en manos –como se anunció- de una enorme corporación australiana, cuando ya Argentina ha venido desarrollando mucho sobre hidrógeno verde con su propio sistema de ciencia e investigación, entramos de nuevo  en esta lógica de que se firma un acuerdo fuera del país en una gran convención del que no sabían ni los legisladores nacionales, ni se sabía finalmente cuál iba a ser la posición de Argentina en esta convención, y todos nos enteramos por los diarios de un acuerdo que se firma de una manera que genera muchas dudas”, explicitó.

Y agregó que “además se habla que todo esto sería para exportación, lo cual también es una discusión radical porque está el tema de la soberanía energética y la autosuficiencia energética que es una discusión que tenemos que darnos los argentinos. En un escenario donde además no se conoce el plan energético argentino, no se conoce cuál es la propuesta en términos de dejar bajo tierra petróleo y gas, el gran debate de Vaca Muerta. Es como que se va descubriendo todo lo que se dice en el micrófono pero sin los papeles, sin el debate previo, sin estrategias discutidas de manera más sistemática. Con un agravante que es la propia tensión que hay en el gobierno en este tiempo, que hace que tengamos un planteo en un foro internacional donde un ministro de Ambiente dice A y un ministro de Agricultura dice Z”.

Consultado por la importancia real y concreta de esta Cumbre, consideró que “estas instancias deberían tener un valor muy importante pero los resultados han sido profundamente negativos”. “Que las Naciones Unidas en términos simbólicos, más allá de la Organización de Naciones Unidas en sí, puedan concertar, dialogar y buscar acuerdos es más que auspicioso pero el tema es que los resultados han sido negativos. En ese sentido, esta conferencia tiene una relevancia trascendental pero en cuanto a las expectativas, son mínimas, porque de alguna manera vamos a tener que generar planes que se puedan monitorear y seguir año por año porque el escenario es extremadamente grave”, reflexionó el abogado miembro de la Asociación Argentina de Abogadas/dos Ambientalistas.

“En la realidad el proceso de la Convención de Cambio Climático en su órgano de ejecución convencional, a la fecha ha fracasado, sino no estaríamos hablando de la gravedad de un proceso que se debe resolver  en los próximos 10 o 15 días a partir de ayer”, resumió.

Lamentó que “hay una pérdida de sensibilidad, de valores y de principios y por eso la crisis ambiental y climática es una crisis de civilización y una profunda crisis de la política” y en tal sentido citó el final de los libros de Hugo Alconada Mon sobre corrupción y de Naomí Klein sobre capitalismo y cambio climático, que plantean que “la política no está a la altura de las circunstancias de la gravedad que esta pasando en las democracias yen la crisis ambiental del Planeta. Y los únicos que tienen la posibilidad de producir un cambio radical son los movimientos sociales, agrarios, feministas, ambientales”.

“Hay que producir una sinergia en los partidos políticos en general desde las juventudes. Porque hoy quienes lideran estos gobiernos como los de (Jair) Bolsonaro, (Valdimir) Putin, (Alberto) Fernández, el gobierno de Estados Unidos y de China son los grandes responsables de esta crisis. Por eso tienen más lobbie hoy Shell, Cargill, Monsanto, Total, en estas convenciones que los pueblos y las minorías”, cuestionó.