"Estamos haciendo lo que parecía imposible hace tres años, en medio del caos en el que encontramos el Municipio”, señaló el intendente Adán Bahl hace unos días, durante la firma del contrato para iniciar la obra del arroyo Las Viejas. El proyecto, presentado por la Municipalidad a los vecinos, consiste en el saneamiento del curso de agua desde su nacimiento hasta su desembocadura en el río Paraná, a lo largo de 1.600 metros. El objetivo es solucionar los desbordes en días de lluvia, además de preservar el arroyo e integrarlo a la trama urbana sin necesidad de entubar. La obra es financiada por el Gobierno nacional.

El saneamiento consta de dos grandes intervenciones. Por un lado, la sistematización del arroyo para evacuar los excedentes pluviales provenientes de las 1.200 hectáreas de aporte que tiene la cuenca, cuya obra de conducción consiste en un canal a cielo abierto.

Por otro lado, y como una primera etapa del tratamiento del agua, se propone un sistema de rejas de desbaste para los residuos sólidos urbanos arrastrados en las crecidas, un sistema de sedimentación de sólidos y un filtro biológico para bajar los niveles de contaminación del agua, previo a la descarga en el río. Esto permite una mejora del sector, pero también favorece al aprovechamiento de la playa del Thompson.

Las obras hidráulicas consideran la solución a los desagües pluviales del camping y calles de la zona. El saneamiento se complementa con la extensión de la red cloacal faltante en la zona de influencia del proyecto, como así también la reparación de tramos de red cloacal existente que vuelvan eventualmente al arroyo.

La propuesta incluye además una integración urbana con caminos laterales al cauce abierto del arroyo y la construcción de una alcantarilla que da continuidad a calle Darwin.