El equipo de Juventud Unida de Gualeguaychú, pese al empate en cero con Libertad de Sunchales el domingo en el Estadio Municipal, mejoró en relación a los primeros partidos, demostrando que las mejorías evidenciadas en Paraná pese al 1-5 ante Patronato eran claros síntomas de que el equipo está en franca recuperación y de que hay tiempo para comenzar a revertir el pésimo inicio de campeonato.
Ante Libertad mejoró notoriamente en defensa con un muy buen partido de Schab que definitivamente se ganó la titularidad en un puesto clave como el del arquero. El uruguayense le tapó un mano a mano al “grandote” Aguirre, respondió muy bien en los centros (un karma para Juventud), caminó bien el área y estuvo muy atento.
La defensa jugó su mejor partido por lejos. Cardozo anticipó permanentemente al grandote Aguirre, ganándole en la cancha de arriba. Lonardi y Lenciza cumplieron y cuando tuvieron que reventar la bola no dudaron. Covato estuvo muy firme en la marca y cuando pudo se mandó al ataque. En el medio los dos que trabajaron en la contención no brillaron, pero Banega y Martínez cumplieron con su función primaria que era el de romper el juego del adversario, consigna El Día.
Benítez tuvo su acostumbrado despliegue por el sector derecho con un ida y vuelta permanente siendo una de las opciones ofensivas del decano. Estuvo cerca con dos remates de media distancia. Montalbetti fue nuevamente el más flojo del “decano”. No desniveló nunca y si bien puso un poco más de actitud no fue suficiente. Dorrego insinuó más de lo que concretó, pero el crédito sigue abierto en tanto que Monesterolo se movió muy bien por todo el frente de ataque.
Aguantó bien la pelota, ganó de arriba un par de veces y cuando encaró ganó. Lamentablemente falló en lo que mejor sabe hacer que es la definición. En una se la sacó en forma notable Andersen (muy buen golero) y en las otras dos no le pudo entrar bien a la pelota.
Los cambios fueron acertados: Rodríguez con su experiencia ganó un par de tiros libres muy peligrosos. Erpen tuvo más movilidad que Dorrego, ganó de cabeza y tuvo muy cerca de marcar en dos jugadas netas de gol. La última fue muy clara pasando la bola muy cerca, casi besando el poste izquierdo de Andersen. Miguel Arismendi no tuvo muchos minutos en cancha pero le dio otro ritmo al juego. Movedizo el orangután, manejó bien los hilos del equipo.
Gambeteó para adelante y probó desde la media distancia. Una variante interesante. Lamentablemente no se ganó más allá de los méritos acumulados ante un Libertad con jugadores de experiencia y con pasado en el fútbol profesional como Lígori y Andersen.
Criticable
La actitud de un sector de la hinchada de Juventud, minúsculo por cierto que arrojaron bombas de estruendo (algo muy peligroso) al campo de juego antes de iniciarse el partido, impactando una de ellas muy cerca del colega Alfredo Capovila (FM Horizonte) quedando el mismo muy aturdido, al igual que algunos integrantes del cuerpo técnico visitante.
Durante el partido este sector se dedicó a insultar a Yano (entrenador de Juventud Unida) solicitando que el equipo sea más ofensivo. Protesta que no se entiende ya que el planteo fue distinto al presentado ante Belgrano y los cambios fueron netamente ofensivos.
Para completarla, terminado el partido arrojaron piedras al campo de juego, debiendo interceder uno de los utileros de Juventud y la dirigencia misma...Una vergüenza; eso no es alentar muchachos. Juventud tiene un plantel limitado, corto, en relación a otros clubes que han invertido mucho dinero, debido a que cuentan con otro poderío económico y un mayor apoyo en materia de sponsors.