“No censuro a nadie, sólo le pido a Godoy que se maneje de manera más prudente e inteligente”, arremetió Rosario Romero

La diputada nacional Rosario Romero (PJ-Entre Ríos) dijo que no contestará “agravios gratuitos” tras las críticas que le efectuó el diputado nacional Juan Carlos Lucio Godoy (Concertación Entrerriana), y acotó: “Lejos de querer agraviar a Godoy pidiéndole silencio -menos aún de censurarlo- lo que hago es pedirle acompañamiento a una política nacional y provincial, como hacen los dirigentes uruguayos respecto de la posición que ellos tienen en confrontación con la nuestra”. De todas maneras admitió: “Me acusa de autoritaria porque sugerí que debía llamarse a silencio, y me llama la atención su mala memoria sobre mi actuación pública en materia de defensa de los derechos humanos, como así también mis claras posiciones respecto de la ley penal”.

En el marco de la polémica generada entre ambos legisladores, Romero volvió a manifestar su postura contra la de Godoy. “No contestaré agravios gratuitos. Solamente importa poner de resalto al diputado Juan Carlos Godoy que los actores políticos de la República Oriental del Uruguay hacen lo que él no hace: saben muy bien que cuando se adopta una posición de defensa del interés de la nación ante una Corte Internacional está claro que esa es una política de relaciones exteriores que el país debe sostener”.

“Me acusa de autoritaria porque sugerí que debía llamarse a silencio, y me llama la atención su mala memoria sobre mi actuación pública en materia de defensa de los derechos humanos, como así también mis claras posiciones respecto de la ley penal”, advirtió.

Al mismo tiempo, en un comunicado de prensa enviado a ANALISIS DIGITAL, apuntó: “Si ocupa una banca en el Congreso de la Nación, debería saber que no he votado leyes autoritarias y que he defendido históricamente las mismas posiciones tanto respecto de la ley penal y su función, como en materia de defensa de los derechos”.

Además le recordó a Godoy: “Cuando transcurría la dictadura, me encontré con muchos abogados radicales correligionarios suyos defendiendo derechos vulnerados”.

Romero, igualmente, consideró que “toda su acusación infundada tiende a confundir sobre lo que en realidad le he señalado: no hay que buscar el fortalecimiento personal desacreditando las posiciones de Argentina en los organismos internacionales. Es necesario que ante la defensa de intereses nacionales puestos a la decisión de cortes internacionales, como lo es el conflicto por la instalación unilateral de las papeleras violando el Estatuto del Río Uruguay, la dirección política de nuestra Cancillería sea acompañada prudentemente por los dirigentes argentinos, quienes tenemos la obligación de privilegiar los derechos de nuestro pueblo por sobre cualquier mezquindad” resaltó.

Por último, volvió a aclarar que “lejos de querer agraviar a Godoy pidiéndole silencio -menos aún de censurarlo- lo que hago es pedirle acompañamiento a una política nacional y provincial, como hacen los dirigentes uruguayos respecto de la posición que ellos tienen en confrontación con la nuestra. Eso me parece inteligente, ya que divididos dejamos un flanco débil para que ganen los adversarios, en detrimento de los intereses conservacionistas y de la defensa de los derechos humanos de tercera generación”.

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