
Tras registrar picos de más de 80 mil espectadores en vivo, la transmisión por streaming de la expedición del Conicet al fondo del mar llegó a su fin, marcando un hito en la oceanografía argentina.
La expedición “Underwater Oases of Mar del Plata Canyon: Talud Continental IV”, realizada en colaboración con la Fundación Schmidt Ocean Institute, exploró el cañón submarino Mar del Plata a través del vehículo operado de manera remota, el ROV SuBastian, en “una región de alta biodiversidad y poco explorada”, según Conicet. El instrumento capturó imágenes submarinas con gran definición y recolectó muestras sin alterar el entorno.
¿Cómo sigue la expedición del Conicet al fondo marino una vez en tierra?
Una vez que los más de 30 científicos lleguen al puerto, las muestras se van a llevar al Museo Argentino de Ciencias Naturales, en la Ciudad de Buenos Aires. “Como somos un grupo grande de investigadores de diferentes instituciones, desde Ushuaia, Córdoba, Puerto Madryn, Mar del Plata y Buenos Aires, especialistas en diversos organismos, todo el material recolectado se envía al museo para su catalogación y estudio”, explicó a Chequeado Martín Brogger, investigador adjunto de Conicet en el Instituto de Biología de Organismos Marinos (IBIOMAR) de Puerto Madryn y uno de los tripulantes del buque.
Y agregó: “Cuando se deposita en el Museo, se hace un ingreso formal como lotes de colección con fines científicos, con lo cual después cada investigador puede acceder para estudiarlos ahí mismo o hacer pedidos de préstamo. Generalmente, las muestras son de acceso público y cualquier científico que quiera consultar las especies nuevas puede hacerlo”.
Respecto al tiempo que puede llevar el estudio de estas especies, Brogger aclaró que depende mucho del tipo de grupo de animales “porque no es lo mismo un pepino de mar, un crustáceo chiquitito o un pez”.
Además, depende de si es una especie nueva para la ciencia o es un primer registro para la zona. “Si se trata de un primer registro para el país es más fácil, pero cuando son especies nuevas demora un poco más porque hay que hacer una investigación un poco más profunda, estar bien seguros”, aseveró. “Cuando se describe una especie nueva queda de referencia para el resto de los tiempos”, sumó.
El científico -especialista en equinodermos (un tipo de animal marino, como la estrella de mar)- estudia la zona hace 12 años y afirmó que “mucha fauna de aguas profundas que encontraron es nueva”.
¿Qué impacto tuvo en el ambiente la recolección de muestras?
Las muestras se pueden usar de muchas maneras para obtener todo tipo de información, incluso para ayudar a evaluar el riesgo de extinción de diferentes especies.
Brogger explicó: “Sobre la pregunta que se hizo acerca de si las especies recolectadas mueren o no, al ser estudios científicos muchas veces necesitamos fijar los ejemplares en alcohol, formol o diferentes fijadores para poder hacer análisis específicos de genética o morfológicos, que nos permiten poder compararlos incluso con material depositado en otros museos del mundo”.
De todas formas, afirmó: “El impacto que tiene en el ambiente la recolección de muestras que estamos haciendo es mínimo, gracias a la metodología del robot que nos permite elegir las cantidades necesarias mínimas para poder cumplir con los objetivos de la pregunta científica”.
¿Hacia dónde se dirige el buque ahora?
De acuerdo con información de la página web de la fundación Schmidt Ocean Institute, del 22 de agosto al 19 de septiembre el buque Falkor Too. Lestará en Uruguay para estudiar ecosistemas marinos vulnerables. Se trata de hábitats críticos que albergan animales sésiles o estacionarios (que permanecen fijos a un sustrato y no pueden moverse por sí mismos) como corales y esponjas, y que son el hogar de muchas especies marinas, aunque vulnerables a las actividades humanas, como la pesca.
Luego, desde el 30 de septiembre al 29 de octubre, el buque volverá a la Argentina para estudiar la Corriente de Malvinas, que “transporta nutrientes y agua fría desde la Antártida, impulsando la productividad primaria en el Atlántico Sudoccidental”. Los científicos van a analizar la hipótesis de que este movimiento dinámico hacia los cañones fomenta floraciones masivas de fitoplancton y crea focos de biodiversidad en las aguas argentinas.
Finalmente, del 14 de diciembre al 10 de enero de 2026, el buque estará destinado a “descubrir nuevas fuentes frías mientras explora comunidades bentónicas (organismos que viven en el fondo de los cuerpos de agua) poco estudiadas en las aguas profundas de la costa argentina”.
Brogger concluyó que estas 2 campañas son de temas diferentes, pero “mirar el fondo nos van a interesar a todos los biólogos y vamos a estar atentos mirando el stream”.