De ANALISIS DIGITAL
La presentación judicial que derivó en la causa fue formulada el 18 de marzo de 2005 por el entonces Coordinador del Registro Único de la Verdad de la Secretaría de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Provincia de Entre Ríos, Guillermo Germano.
Los fiscales en el proceso judicial serán Marina Herbel y José Ignacio Candioti (coadyuvante), en tanto que la querella estará compuesta por Eduardo Duhalde (secretario de Derechos Humanos de la Nación); Ana Oberlin y Álvaro Baella, en representación de Abuelas de Plaza de Mayo; Álvaro Piérola y Florencia Amore, por Sabrina Gullino, Sebastián Álvarez y la agrupación Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS). En los ultimos días fue desplazado el abogado Marcelo Baridón -a quien Gullino le revocó el poder-, quien junto a la ahora jueza de Instrucción Marina Barbagelata, enían llevando adelante la causa desde hace ya varios años. De hecho, fueron los primeros letrados que, junto al hoy desaparecido Guillermo Germano -titular del Registro Unico de la Verdad hasta que falleció el año pasado- iniciaron esta causa a partir del testimonio de un testigo protegido.
Entre los seis imputados hay un civil: Juan Antonio Zaccaría, quien en el momento de los hechos se desempeñaba como Jefe de la Sala de Terapia Intensiva del Hospital de Evacuación 121 de Paraná.
Mario Franchi será el defensor oficial de los militares imputados y Humberto Franchi será el abogado de Zaccaría.
Los hechos
Raquel Negro fue detenida el 2 de enero de 1978 en Mar del Plata, junto a Sebastián Álvarez, su hijo, y Edgar Tulio Tucho Valenzuela, su pareja. En el momento en que la capturaron estaba embarazada de siete meses. La trasladaron al centro clandestino de detención que funcionaba en la localidad de Funes, cercana a Rosario, conocido como “Quinta de Funes”. Posteriormente, Guerrieri, Fariña, Amelong y Pagano –según reza el Requerimiento Fiscal de Elevación de la Causa a Juicio- dispusieron su traslado al Hospital de Evacuación 121 de Paraná, llamado Hospital Militar, donde fue alojada alternativamente en la guardia de prevención y en la sala de internación conocida como Sala I. En ese lugar permaneció aislada y con estricta vigilancia militar.
Allí, Raquel dio a luz mellizos: un niño y una niña, a quienes las enfermeras llamaron Soledad y Facundo. Algunos médicos civiles que cumplían funciones en ese servicio advirtieron la presencia indebida de los bebés en la sala de Terapia Intensiva de adultos (de donde Zaccaría era Jefe), por lo que se dispuso su traslado inmediato al Instituto Privado de Pediatría de Paraná. La niña ingresó el 4 de marzo de 1978 como “López, Soledad”, y el varón seis días después como “López, NN”, recibiendo atención médica neonatológica, ya que había nacido con problemas respiratorios. Ambos obtuvieron el alta el 27 de marzo del mismo año.
La niña fue abandonada ese mismo día en la puerta del Hogar Huérfano de Rosario, siendo ingresada a allí como “N.N. María Andrea”, y posteriormente dada en adopción -cumplimentados los requisitos y procedimientos correspondientes- al matrimonio integrado por Raúl Gullino y Alicia Scola, quienes la llamaron Sabrina.
Sabrina recuperó su identidad a fines de 2008, y desde entonces busca a su hermano mellizo.