La explicación médica continuó afirmando que: "En tal sentido se acompaña el facsímil del centro en el cual se destaca el siguiente párrafo del informe. Diagnóstico: tiroides lóbulo derecho sector medio-superior (p.a.a.f. bajo control ecográfico). Muestra 1: citología compatible con carcinoma papilar de células foliculares (Bethesda categoría VI). Muestra 2: citología compatible con bocio coloide nodular (Bethesda II)”.
Al respecto, el comunicado añade que "el diagnóstico del centro mencionado fue suscripto por dos médicos especialistas. El informe no pone en tela de juicio el profesionalismo de los especialistas, ya que estos resultados están contemplados dentro del 2 por ciento de las estadísticas bajo la denominación “falso positivo” y que solo puede verificarse una vez realizada la intervención quirúrgica y extraído el órgano afectado".
"Afortunadamente, el caso de la Presidenta, Dra. Cristina Fernández de Kirchner ingresó en este margen estadístico", finaliza el comunicado firmado por los doctores Luis Buonomo y Marcelo Ballesteros y publicado en Télam.
La nota de la discordia
La presidenta Cristina Kirchner, fue dada de alta, tres días después de que fuera operada por un cáncer en la glándula tiroides, un diagnóstico que, ahora se sabe, era errado. El vocero presidencial, Alfredo Scocimarro, informó que los análisis médicos finales sobre el tema confirmaron que la mandataria no padecía esa enfermedad.
El funcionario explicó que “el estudio histopatológico definitivo constató la presencia de nódulos en ambos lóbulos de la glándula tiroides, pero descartó la presencia de células cancerígenas, modificando el diagnóstico inicial de la punción. La histología definitiva fue informada como adenomas foliculares”. Y agregó que debido a este nueva evaluación científica la mandataria no necesitará “la administración de yodo radioactivo”.
Según el último parte médico presidencial, firmado por los doctores Luis Buonomo y Marcelo Ballesteros, Cristina “se encuentra en óptimo estado general”, por lo que se había autorizado su alta de la internación en el Hospital Austral.
La propia Cristina usó su Twitter para contar que se encontraba en la Quinta de Olivos. Le agradeció “a todas las personas, ciudadanos, militantes y personalidades, por las muestras de afecto y preocupación; a Dios y a todo el pueblo argentino por las bendiciones recibidas”.
El comunicado sobre la salud de la Presidenta no profundizó sobre las causas que podrían haber generado el fallido diagnóstico inicial que determinó que padecía un cáncer.
Había sido el vocero Scoccimarro el que informó, el 27 de diciembre, que “durante la realización de estudios rutinarios, se detectó a la señora Presidenta un carcinoma papilar en el lóbulo derecho de la glándula tiroides”. Un día después, en la única aparición pública en la que habló del tema, Cristina contó que tenía cáncer y pidió a todos la necesaria prudencia, equilibrio y contribución. La noticia repercutió a nivel mundial.
Los médicos consultados por Clarín explicaron que sólo el 2 % de la biopsias de los nódulos de la tiroides arrojan resultados conocidos como falsos positivos. Pero aseguran que la operación no se podía evitar.
Ningún funcionario, ni los médicos que están a cargo de la salud presidencial, habían informado que existía una posibilidad de error, aunque mínima, en el diagnóstico inicial sobre las afecciones que se le habían descubierto a la Presidenta el 22 de diciembre.
El primer análisis sobre los nódulos de la Presidenta fue hecho en Diagnóstico Maipú. Una versión, difundida por fuentes médicas ante este diario, indica que esa institución, de prestigio, habría evaluado que el nódulo que se le detectó a la Presidenta era sospechoso, y no un carcinoma, aunque ningún médico del lugar desmintió al Gobierno cuando se difundió que la Presidenta padecía cáncer. Ni los médicos presidenciales, ni Pedro Saco, quien operó a Cristina, dieron explicaciones públicas sobre el tema, informó Clarín.