
La oposición pone mucho en juego, ya que vencen los mandatos de muchos que en 2009, tras derrotar a Néstor Kirchner, habían conformado el denominado Grupo A. Bloques como el de la Coalición Cívica y Proyecto Sur, en tanto, podrían llegar a extinguirse de no hacer una buena performance este año.
Desde el kirchnerismo, también ponen valiosas cartas sobre la mesa, y sus diputados aguardan el armado de listas que diseñará la presidenta Cristina Kirchner.
Las espadas del kirchnerismo
El Frente para la Victoria pondrá en juego sólo 38 de sus 116 escaños. Entre ellos, varios de sus figuras de peso, como Rossi, Conti, y Kunkel.
La principal espada del kirchnerismo en Diputados, Agustín Rossi termina su mandato y anunció que va a buscar renovar. Según afirmaron sus voceros a La Nación, en ese camino trabaja en la provincia de Santa Fe, con la intención de evitar las internas en esa provincia. La misión se presenta difícil. El Chivo se juega además otro puesto: el del jefe del bloque del Frente para la Victoria. Con ocho años en ese rol, según afirman sus allegados, "será la Presidenta" la que decida si seguirá comandando al kirchnerismo en la Cámara Baja en caso de seguir.
De las 127 bancas en juego, el 30 por ciento son del FpV, el 17 por ciento de la UCR, el 12 por ciento del Frente Peronista, el 6 por ciento del Pro, el 5 por ciento de la CC y el 30 por ciento restante, de otros partidos
Desde el entorno de la diputada ultrakirchnerista Diana Conti, señalaron que “no se sabe”, si va a buscar renovar su banca. La titular de Asuntos Constitucionales, fiel cristinista, tiene aún un futuro incierto. Edgardo Depetri, otro que culmina su mandato, “va a estar donde lo necesite el proyecto y donde decida la Presidenta”, indicaron sus allegados. Ninguno de estos exponentes del kirchnerismo sabe aún si la Cámara Baja seguirá siendo su lugar.
Las mujeres del Pro, en juego
El Pro se juega 8 de sus 11 diputados. El juego aún está abierto y está sujeto a un eventual acuerdo con Roberto Lavagna, una novela que lleva varios capítulos. Tres de las mujeres fuertes del macrismo terminan su mandato este año: Gabriela Michetti, Paula Bertol y Laura Alonso.
Bertol ya anticipó que buscará retener su banca. Alonso, en tanto, manifestó que su anhelo es renovar en Diputados, aunque se someterá al armado que decida Mauricio Macri. Por lo pronto, se la menciona como segunda detrás de un posible nuevo personaje del Congreso: el titular del banco Ciudad, Federico Struzzenegger. Michetti, en cambio, podría mudarse a la Cámara Alta, dado que habría dado el visto bueno acompañar a Lavagna en la pelea por la senaduría en octubre.
CC y Proyecto Sur, a todo o nada
Elisa Carrió y Fernando Pino Solanas, la alianza opositora que sorprendió este año, tiene mucho que perder: pone en juego todas las bancas de sus bloques y podrían quedar sin representación parlamentaria. "Pino" Solanas anticipó que abandonará Diputados y peleará por una banca en el Senado. Carrió, en tanto, buscará renovar su escaño en la Cámara Baja.
Alfonso Prat Gay, titular de la CC, anticipó que su intención no es la de renovar su banca en Diputados: anhela pelear por un lugar en el Senado para disputar espacio en la Cámara donde el kirchnerismo es más fuerte.
Por ahora, el economista integra la foto del nuevo frente con Victoria Donda (FAP) y Ricardo Gil Lavedra (UCR) y será allí donde se diagramen las listas.
La UCR, mucho para arriesgar
El radicalismo arriesga más de la mitad de su bancada, 25 de sus 40 integrantes, y el panorama es complejo: lejos de mostrarse como bloque, varias de sus cartas fuertes coquetean con hacer alianzas para fortalecerse frente al kirchnerismo. Sin ir más lejos, el propio titular del bloque, Gil Lavedra, se lanzó en el surtido frente electoral porteño.
Ricardo Alfonsín, es otro de los que terminan su mandato este año y ya manifestó que va a renovar su banca por la provincia de Buenos Aires. Desde su entorno aún no confirmaron si lo hará en una lista conjunta el FAP o en una boleta de la UCR.
Oscar Aguad, había coqueteado con una alianza con el macrismo en Córdoba pero finalmente descartó ese plan. Según informaron desde su sector, su intención es renovar su banca en diputados con una lista radical pura, aunque antes debe resolver un impedimento de la carta orgánica de la UCR.
PJ disidente, un panorama complejo
El peronismo anti-K también pone en riesgo a varios de sus exponentes en Diputados y los llamados, encuentros y fotos entre los dirigentes no cesan en las últimas horas, de cara a definir las alianzas.
Uno de los que debe renovar es Francisco De Narváez. El hombre que le ganó a Néstor Kirchner en 2009 se mostró con el armado del gobernador cordobés José Manuel de la Sota, Lavagna y Hugo Moyano y observará qué lugar le conviene para reforzar su lugar en el PJ opositor bonaerense. A su ladero, el diputado Gustavo Ferrari, también se le vence la diputación. Desde su sector, señalaron que no está confirmado si buscará renovar su banca: “Irá al lugar que necesite el denarvaísmo”.
Al bonaerense Felipe Solá, también se le termina el mandato. En un sendero paralelo ya lanzó su campaña para retener su escaño en la Cámara de Diputados. Su intención es derrotar al kirchnerismo, pero también a De Narváez.
¿Y el díscolo Jorge Yoma? Hasta ahora perteneciente al bloque del FpV también debe dejar su banca en octubre. “No forma parte de mis aspiraciones personales seguir siendo diputado, después de los 20 años en el Congreso. Pero estoy en la construcción del PJ disidente nacional y estaré a disposición de ese proyecto”, señaló.
Del álbum del peronismo opositor, la figurita más difícil sigue siendo el intendente de Tigre Sergio Massa. Nadie lo pone como límite, y de su definición dependerán como se ordenarán el resto de las fichas del PJ bonaerense.