“Es la cepa inglesa la que está haciendo estragos en el norte de Italia, que no es más mortal que la otra pero es mucho más contagiosa", afirmó el argentino Gabriel Crudeli.
El argentino Gabriel Crudeli, que vive desde hace muchos años en San Giovanni Lupatoto, Italia, contó la situación que se vive ante el retorno a Fase 1 por los rebrotes de coronavirus que se produjeron en las últimas semanas.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Crudeli contó que estuvo en Argentina hasta el 28 de febrero y “ya en esa fecha los casos estaban en alarma, fueron subiendo hasta producirse 26.000 casos en un día, y por eso cerraron todo de vuelta”.
Describió que “las escuelas ya no funcionan más, solamente on line, y se puede circular solamente para salir a trabajar; el año pasado fue peor porque no nos permitían trabajar pero ahora están permitidas ciertas actividad. Están cerrados restaurantes, bares y hoteles pero están abiertos supermercados, farmacias y las fábricas”. “La gente puede moverse por trabajo pero solamente se puede salir por trabajo respetando los protocolos; no se puede salir de la comune salvo por trabajo o por cuestiones de salud”, reiteró.
Agregó que “en la actividad deportiva también está todo cerrado, menos el campeonato de fútbol y básquet de serie A, solo los torneos mayores, sin público y con protocolos. Todo lo que son gimnasios y piletas están cerrados desde el año pasado, nunca más abrieron”. “Durante julio y agosto reabrieron los cines y teatros, e intentaron reabrir las discotecas pero hubo un salto de casos y volvieron a cerrar. Y además las celebraciones religiosas con protocolos las están permitiendo todavía”, acotó.
Sobre la vacunación, el argentino comentó que “todavía hay problemas y complicaciones porque no hay entrega de vacunas; no se respetaron los contratos y se encontraron dificultades”. Explicitó que “la idea del gobierno en este momento es vacunar a 500.000 personas por día y llegar a julio, cuando empieza el verano, con un 80% de la población vacunada porque no quieren perder la temporada de verano ya que tanto Italia, España y Grecia son países que viven del turismo”.
En cuanto a las vacunas, comentó que “AstraZeneca produce en Italia y las dosis que tenían que ir para Australia las captó el gobierno italiano y 8 millones de dosis no se pudieron llevar. No se respetan los contratos de entrega de las vacunas”. Agregó que “otra situación es que la Unión Europea no reconoce la vacuna rusa, la Sputnik V, porque hay bloqueos comerciales pero el gobierno italiano le pidió la licencia a Rusia para producirla en Italia aunque la UE no lo acepta”.
Consultado por la aceptación del nuevo confinamiento, explicó que “hoy fue el primer día; está todo dividido por zonas: zona roja, amarilla y anaranjada. En San Giovanni, en el norte de Italia estábamos en zona naranja y hoy nos pasaron a zona roja”. “Yo salí hoy para trabajar y el movimiento que había era de gente que iba al trabajo. Hay colectivos urbanos para permitir el desplazamiento de los obreros, pero es un desastre porque se producen amontonamientos”, describió.
Analizó que “la gente en Italia es más dócil que en Argentina y acepta más las medidas que dispone el gobierno”.
Sobre la afectación de la economía sostuvo que “los restaurantes la están pasando muy mal porque tuvieron que cerrar y no pueden despedir personal, se les permite trabajar solo con delivery pero no es lo mismo y no rinde, y están esperando ayudas del Estado que han prometido pero todavía no han llegado”.
“La parte económica está muy complicada, estamos todos mal, pero sabemos que hay que aguantar porque en teoría esto tendría que terminar a fines de año. Se calcula que con todos vacunados, para diciembre de 2021 estaríamos de vuelta en la normalidad”, reflexionó.
Sobre aquellos que no pueden trabajar, dijo que “se sobrevive con los ahorros y además en un inicio el Estado dio ayudas de 600 euros por persona, para los autónomos, y ahora dan ayudas para pagar el 50% de los alquileres a quienes disminuyeron la recaudación. Algunas medidas se están tomando para solventar la economía, buscando que no se corte la cadena de pagos y que haya consumo”.
Finalmente, mencionó que “es la cepa inglesa la que está haciendo estragos en el norte de Italia, que no es más mortal que la otra pero es mucho más contagiosa, por eso se volvió al confinamiento. En cambio en el centro de Italia hay casos de las cepas brasilera y sudafricana”.