
Maximiliano Rusconi.
Por J.C.E. (*)
(Maximiliano) Rusconi, ¿Qué pasó? Como dicen los muchachos del café, ¿en un país de iguales hay iguales que son bastante más iguales que otros?
Dele las vueltas que quiera darle, disfrace las palabras, algunos de sus colegas –y por lo que leo usted incluido- son hábiles en el desarrollo de una dialéctica confusa. ¿Usted quiere decir que los periodistas, de pleno derecho desde su rol de ciudadanos laburantes, y amparados por el Artículo 46° de la Constitución Nacional deben rendir cuentas de lo logrado a lo largo de una vida con la que muchas veces han tenido que pagar la osadía de investigar para informar?
No sé si me explico, Rusconi, hablo de la Constitución Nacional, madre de todas las leyes y con vigencia tanto en las grandes urbes como en el más modesto y alejado de los asentamientos precarios que crecen y se multiplican dolorosamente a lo largo y a lo ancho de la patria. Bueno, del país si lo prefiere.
Rusconi, usted es un hombre de trayectoria en el Derecho, en su fuero más íntimo sabe diferenciar lo bueno de lo malo, “Let it be” Rusconi,¿lo recuerda? debe ser de su época de joven universitario soñador junto a casi todos los jóvenes soñadores del momento, donde no importaba tanto para qué lado se soñaba pero los sueños eran inclaudicables.
Por qué no se dedica a poner sobre la mesa todo lo bueno que sabe y deja que los periodistas, hablo de los periodistas Rusconi, no de los operadores ni de los falaces. Me refiero a los que abrazamos este oficio como la mejor manera que encontramos de aportar a la sociedad y salvarnos de la mediocridad amenazante.
Discúlpeme, no es que me corran tiempos procesales perentorios, para eso tenemos los editores y secretarios de redacción, pero en uso de la libertad de la que gozo como periodista del montón, no estoy de humor como para reproducir la sartenada de pavadas inconsistentes, pero de fuerte sesgo autoritario que usted ha expresado. ANÁLISIS DIGITAL las reproduce. Ahí está todo para los que quieran ilustrarse más sobre sus dichos.
Y termino contándole a quien pueda interesarse por los viejos westerns spaguetti de los ’60 – ’70 que alguno de los cientos de canales de televisión está anunciando sobre la dilatada trayectoria de Clint Eastwood con música del genial recientemente desaparecido Ennio Moricone, la reposición del film “Por un puñado de dólares”. ¿Le suena?
(*) Especial para ANÁLISIS.